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Image credit: Matt Marton - USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

El mes pasado, en mi artículo anual “Enfrentándose a una alineación de Trouts“, analicé qué tipo de estadísticas de lanzamiento generaron los bateadores de la MLB la temporada pasada. Utilizando estadísticas de bateo y una estimación de entradas lanzadas, Shohei Ohtani aniquiló a los lanzadores rivales con un FIP de 8.20 y un CERA de 9.03 (un estimador de ERA creado por Bill James). Por otro lado, el jardinero central de los Rockies, Brenton Doyle, sólo pudo conseguir un FIP de 2.65 y un CERA de 1.92.

La idea era darle la vuelta a los números de bateo, presentándolos desde una perspectiva de picheo, de la misma manera que podemos hacerlo fácilmente con los números de lanzamiento. Blake Snell permitió un promedio de bateo de .181. Gerrit Cole sólo permitió un porcentaje de .259 de embase. En el otro bando, Patrick Corbin cedió un promedio de .293 y un OBP de .344. Todas estas cifras son las mejores de la MLB.

El año pasado, el promedio de OPS en la MLB fue de .734. Entre los 44 calificados por ERA, nueve terminaron por encima de ese nivel. (Corbin, Lance Lynn, Jordan Lyles, Lucas Giolito, JP Sears, Miles Mikolas, Kyle Gibson, Dylan Cease y Yusei Kikuchi, por si te lo estabas preguntando). Los 35 restantes quedaron por debajo. Esta asimetría no debería sorprender. Los lanzadores que acumularon 162 entradas son, tautológicamente, mejores lanzadores. Todos los lanzadores combinados dieron esa cifra de .734. Los 44 lo suficientemente buenos como para promediar una entrada por partido fueron mejores que eso.

Baseball-Reference calcula OPS+. Se trata de un OPS ajustado a la media de la Liga y al estadio local del jugador. En 1968, el Año del Lanzador, Jimmy Wynn bateó .269/.376/.474 jugando la mitad de sus partidos en el cavernoso Astrodome. En 2000, cuando los equipos anotaban 5.14 carreras por partido, Todd Helton bateó .372/.463/.698 en el Coors Field pre-humidor. El OPS de 1.162 de Helton, por supuesto, empequeñece el .850 de Wynn. Pero el OPS+, ajustado al entorno de anotación y al estadio, califica las temporadas como casi idénticas, 158 para Wynn y 163 para Helton. Está escalado a una media de 100, por lo que Wynn estuvo un 58% por encima de la media y Helton un 63%.

Baseball-Reference hace lo mismo con los OPS permitidos por los lanzadores. El año pasado, nueve lanzadores (los mismos nueve de arriba, menos Cease, más Dean Kremer) tuvieron un OPS+ superior a 100, peor que la media de la Liga. Dos (Cease y Cristian Javier) fueron exactamente la media. Los otros 33 fueron mejores que la media.

La mayoría de los lanzadores que lanzan muchas entradas son mejores que la media. Lo contrario también es cierto, la mayoría de los lanzadores mejores que la media lanzan muchas entradas. Por lo tanto, aunque no es sorprendente que, en una temporada determinada, los OPS+ permitidos de algunos lanzadores superen los 100, no es de esperar que eso ocurra a lo largo de su carrera. Con el tiempo, los lanzadores peores que la media en una temporada determinada mejoran o pierden su trabajo. No pueden quedarse por ahí, mejorando efectivamente la alineación del equipo contrario, año tras año.

Pero algunos sí. He identificado a 1,045 lanzadores que han lanzado al menos 1,000 entradas en la MLB (se trata de una muestra incompleta. Ya hablaré de ello). De ellos, 325 (es decir, el 31%) tienen un OPS+ permitido superior a 100 en su carrera. Otros 51, o el 5%, están justo en el promedio de OPS de 100. El 64% restante, o cerca de dos tercios, tienen un OPS+ de carrera por debajo de 100. No todos están por encima de la media, pero la mayoría sí.

Aquí están los 15 lanzadores con el OPS+ más alto de su carrera, con un mínimo de 1,000 entradas lanzadas.

Lanzador Desde Hasta IP OPS+
Randy Lerch 1975 1986 1,099.3 121
Clayton Richard 2008 2019 1,284.7 117
Jordan Lyles 2011 2023 1,504.0 117
Mike Pelfrey 2006 2017 1,476.3 116
Jimmy Haynes 1995 2004 1,200.7 116
Jesse Jefferson 1973 1981 1,085.7 115
Kyle Kendrick 2007 2017 1,289.3 115
Kevin Correia 2003 2015 1,428.7 115
Josh Fogg 2001 2009 1,159.0 114
Adam Eaton 2000 2009 1,178.7 114
Jon Niese 2008 2016 1,189.3 113
Ryan Vogelsong 2000 2016 1,190.0 113
José Lima 1994 2006 1,567.7 113
Glenn Abbott 1973 1984 1,286.0 113
Edwin Jackson 2003 2019 1,960.0 113

Hay dos cosas que me llaman la atención de esta lista. En primer lugar, tiene un sesgo contemporáneo. Sólo tres de ellos—Lerch, Jefferson y Abbott—no lanzaron en el siglo XXI. Lyles sigue en activo. Ninguno es anterior a la Era Divisional. En segundo lugar, todos lanzaron menos de 2,000 entradas. ¿Qué pasa si subimos el listón a ese nivel?

Sólo 341 lanzadores lanzaron al menos 2,000 entradas. De ellos, 58 (17%) tuvieron un OPS+ de carrera por encima de 100, 10 (3% estuvieron justo en 100, y los 273 restantes (80%) fueron mejores que el promedio, por debajo de 100. Esto tiene sentido: sólo los mejores lanzadores consiguen mantener un puesto el tiempo suficiente para registrar tantos innings.

Aquí están los 17 lanzadores (ampliados de 15 debido a un empate) con al menos 2,000 entradas en su carrera.

Lanzador Desde Hasta IP OPS+
Ray Burris 1973 1987 2,188.7 111
Ross Grimsley 1971 1982 2,039.3 110
Livan Hernandez 1996 2012 3,189.0 109
Jeff Suppan 1995 2012 2,542.7 109
Jim Slaton 1971 1986 2,683.7 108
Aaron Harang 2002 2015 2,322.0 108
Pedro Ramos 1955 1970 2,355.7 107
Bob Knepper 1976 1990 2,708.0 107
Si Johnson 1928 1947 2,281.3 106
Terry Mulholland 1986 2006 2,575.7 106
Jamey Wright 1996 2014 2,036.7 106
Jaime Navarro 1989 2000 2,055.3 106
Steve Trachsel 1993 2008 2,501.0 106
Ron Kline 1952 1970 2,078.0 105
Bob Smith 1923 1937 2,246.3 105
Sid Hudson 1940 1954 2,181.0 105
Mike Morgan 1978 2002 2,772.3 105

De nuevo, esta lista contiene muchos lanzadores en activo durante tu vida. Smith es el único cuya carrera terminó antes de la Segunda Guerra Mundial. Él, Johnson y Hudson fueron los únicos lanzadores que compitieron exclusivamente en una Liga de ocho equipos. Y sólo un lanzador lanzó más de 3,000 entradas, aunque, en ese punto, estamos entrando en una compañía bastante selecta. Hernández y (advertencia para los fans de los Red Sox) Mike Torrez son los únicos lanzadores en este universo que dieron un OPS+ superior a 100 en más de 3,000 entradas.

Sobre ese universo: dije que limité los lanzadores en este análisis. Sólo consideré lanzadores de la Liga Americana y de la Liga Nacional, y mi fecha de inicio fue 1915, debido a limitaciones en los datos de OPS disponibles. Aún así, hubo 1,045 lanzadores entre 1915 y 2023, un período que abarca más de un siglo. ¿Por qué la concentración en los últimos años?

He aquí una pista. Aquí están los 16 lanzadores con al menos 1,000 entradas lanzadas con el mejor OPS+ desde 1915.

Lanzador Desde Hasta IP OPS+
Mariano Rivera 1995 2013 1,283.7 46
Pedro Martínez 1992 2009 2,827.3 61
Clayton Kershaw 2008 2023 2,712.7 63
Jacob deGrom 2014 2023 1,356.3 64
Trevor Hoffman 1993 2010 1,089.3 67
Roger Clemens 1984 2007 4,916.7 68
Sandy Koufax 1955 1966 2,324.3 70
Hoyt Wilhelm 1952 1972 2,254.3 70
Chris Sale 2010 2023 1,780.7 71
Lefty Grove 1925 1941 3,940.7 71
Randy Johnson 1988 2009 4,135.3 71
Brandon Webb 2003 2009 1,319.7 72
Spud Chandler 1937 1947 1,485.0 72
Walter Johnson 1915 1927 3,472.3 73
Justin Verlander 2005 2023 3,325.3 73
Stephen Strasburg 2010 2022 1,470.0 73

Aquí hay algunos lanzadores de antaño. (Y al empezar en 1915, me estoy perdiendo algunas de las mejores temporadas de la carrera del mayor de los Johnson). Pero 11 de los 16 lanzaron en el siglo actual. Tres siguen en activo. ¿Por qué estas listas están dominadas por lanzadores contemporáneos?

Creo que la respuesta para la lista de los mejores de la historia es más fácil: el uso de lanzadores modernos. Como he escrito, la penalización a pasar por tercera vez por el orden siempre ha existido. No es una idea moderna impulsada por los análisis. Hace medio siglo, los lanzadores abridores eran igual de malos cuando se enfrentaban al orden por tercera vez que cuando lo hacían las dos primeras veces. La diferencia es que ahora es menos probable que se enfrenten al orden una tercera (o cuarta, o quinta) vez, borrando esas entradas menos efectivas. Eso, a su vez, abre la puerta para que jugadores como Rivera y Hoffman brillen en un papel de relevo especializado. Si Martínez (6.65 entradas por salida), Kershaw (6.42) y deGrom (6.31) fueran utilizados de la misma manera que Koufax (7.01), Grove (7.79) y Chandler (7.84), es difícil verlos tan arriba como lo hacen aquí.

En cuanto al tinte moderno de la lista de los peores de la historia, no estoy tan seguro. Me fijé en los lanzadores con al menos 1,000 entradas entre 1915 y 1960 (es decir, antes de la expansión) y nadie tiene un OPS+ superior a 111 (Carl Scheib, Alex Feguson, Elon Hogsett y Boom-Boom Beck[1], ninguno de los cuales lanzó más de 1,250 entradas). Parte de la respuesta es que ahora hay más lanzadores debido a la expansión. Hubo 341 lanzadores con más de 1,000 entradas en 46 años, de 1915 a 1960. En los últimos 46 años, ha habido 502.

Pero eso no explica el grado en que los lanzadores del siglo XXI dominan la lista. Las peores temporadas de Clayton Richard fueron sus tres últimas, cuando lanzó para equipos con más de 91 derrotas que necesitaban comer entradas. Antes de eso, estaba por debajo del promedio, pero no por un amplio margen. Lyles lideró a los Rangers de 2021 y a los Royals de 2023 en entradas lanzadas. Su OPS+ esos años fue de 126 y 116, respectivamente, para equipos que perdieron 101 y 106 juegos, respectivamente.

Tal vez ha habido una afluencia de lanzadores no muy buenos, pero no terribles, que han acabado en clubes de béisbol horribles y para los que recibir una paliza cada cinco días es un precio que sus clubes consideran que vale la pena pagar. Acumular muchas entradas inefectivas puede dañar tus estadísticas de por vida de la misma manera que no enfrentarte a la orden una tercera vez puede ayudarlas. La misma inclinación a ayudar a las estadísticas de los lanzadores limitando sus entradas, especialmente al principio de sus carreras, puede estar perjudicando los números de veteranos como Richard y Lyles.

[1] Gran historia sobre su apodo. En 1934 su apodo era “Elmer el Grande”. (Su nombre completo era Walter William Beck. No preguntes.) El 4 de julio de ese año, sólo retiró a dos de los ocho primeros bateadores a los que se enfrentó. Su mánager en los Dodgers, Casey Stengel, ya había visto suficiente y llamó a un relevista. Enfadado, Beck lanzó la pelota lo más fuerte que pudo hacia el jardín, donde golpeó una fachada de hojalata, haciendo un fuerte BOOM. El jardinero derecho Hack Wilson, sin prestar atención, pensó que la pelota estaba en juego, corrió a agarrarla y la lanzó a segunda para retener a un supuesto corredor con un sencillo. Beck fue para siempre Boom-Boom.

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