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Image credit: © Matt Marton-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Cuando Lucas Giolito abrumó y venció a los Pirates el martes por la noche, hizo más que poner su nombre en los libros de récords. El juego sin hit ni carrera con 13 ponches de Giolito fue impresionante, pero también tuvo importancia en la División Central de la Liga Americana. Con la victoria de los White Sox y el 4-2 de Cleveland sobre los Twins, los tres primeros equipos de la división se juntaron a menos de 1.5 juegos en la clasificación. En una temporada con sólo 60 partidos, emparejamientos muy desiguales, y postemporada ampliada a lo loco, casi no hay forma de que se desarrolle una lucha significativa por el gallardete antes del Día del Trabajo (7 de septiembre en los EE.UU. este año). Este trío de equipos está enhebrando esa aguja.

En la liguilla por el título de ocho equipos en cada liga, los cabezas de serie se establecerán principalmente de acuerdo a sus puestos finales dentro de su respectiva división. Los ganadores de las tres divisiones obtienen los tres primeros puestos, incluso si un segundo lugar de otra división tiene un mejor registro que uno (o más) de ellos. Los tres segundos lugares obtienen los tres siguientes puestos, incluso si un tercer lugar tiene un mejor registro que uno (o más) de ellos. Eso significa que, aunque Minnesota, Cleveland y Chicago terminen con tres de los cinco mejores registros de la Liga Americana, el equipo que termine segundo en ese grupo tendrá el cuarto o quinto sembrado en la postemporada. El equipo que termine tercero obtendrá el séptimo sembrado, y tendrá que ir en camino para enfrentar al segundo sembrado en un mejor de tres para continuar en los playoffs.

Dado el desequilibrio en los calendarios, es un mecanismo necesario, pero aumenta las expectativas que se redujeron trágicamente cuando la Liga y el sindicato de jugadores tomaron la decisión de último minuto de añadir seis equipos a la postemporada en las horas previas al primer lanzamiento en julio. La narrativa, entre los que han visto el Informe de Probabilidades de Postemporada en las últimas cinco semanas, ha sido que la temporada regular ahora carece de dramatismo. Eso es mayormente cierto. Pero para esta colección particular de equipos, parece que no lo será.

A los Twins les quedan 29 partidos, y 10 de ellos son contra los Tigers. Terminan con tres contra los Reds en su estadio, y por el momento, parece que serán encuentros contra un desinflado y decepcionado equipo. Los Indians tienen siete juegos con los Royals, cuatro con los Tigers, y tres con los Pirates. Los White Sox tienen tres más contra los Pirates, siete contra los Royals, y (para gran disgusto de Matthew Boyd) tres más contra los Tigers. Chicago jugará contra Minnesota siete veces más, y Cleveland cuatro más. A Cleveland y Minnesota les quedan tres partidos. Lo más probable es que cuando se asiente el polvo, tendrán récords inflados por los “pastelitos” que cada uno de ellos enfrenta tan a menudo.

Un equipo será recompensado con una serie de primera ronda en casa, probablemente contra el equipo que termine tercero, y posiblemente contra el vencedor de la serie entre los Blue Jays y Orioles para el último puesto de Comodín. Otro equipo tendrá que enfrentarse a uno de los segundos lugares de sus divisiones, probablemente los Yankees o los Astros, y puede que tenga que intentar ganar esa serie como visitante. El tercer clasificado será definitivamente un equipo visitante, enfrentándose (muy probablemente) al segundo mejor equipo de la Liga Americana. Todos tienen el mismo número de partidos, seguro, pero eso no significa que las oportunidades sean iguales.

Con sólo cinco días antes de la fecha límite para intercambios, eso deja a los equipos en un dilema. Todos ellos ya tuvieron que preguntarse cuánto estaban dispuestos a sacrificar para maximizar sus oportunidades en una temporada tan extraña. Hay un pesado tufo de lo absurdo permeando esta campaña, y por ello, sería razonable decidir no tomar ninguna acción importante que cambie el futuro por el presente. Para la mayoría de los equipos de las Grandes Ligas, esa inclinación se ve reforzada por el formato de los playoffs, que no da a los equipos mucho incentivo para hacer algo urgente, ya que la postemporada será aún más difícil de lo habitual y para entrar en ella se requerirá un tirón menos impresionante.

Peo para estos tres equipos, podría haber una urgencia ligeramente elevada. Los Twins, infamemente, no han obtenido ninguna victoria en los playoffs en 15 años. La oportunidad de cambiar eso es emocionante, para el equipo y sus aficionados, incluso bajo circunstancias tan extrañas, y cualquier intercambio que haga que los Twins sean mejores en el tramo final no sólo les ayudará cuando lleguen a esa serie, sino que mejorará sus posibilidades de tener un emparejamiento favorable en la propia serie. Minnesota podría usar un versátil bate diestro, y tal vez un relevista zurdo, y la situación en desarrollo podría empujarlos a hacer un movimiento.

El reloj de cuenta atrás de los Indios sigue sonando cada vez más fuerte, mientras Francisco Lindor y Clevinger se acercan a la agencia libre. Ganar la Serie Mundial (para acabar con una sequía de 72 años) sería mucho menos dulce este año que cualquier otro, pero Cleveland podría no poder permitirse esperar más tiempo. Podrían usar otro brazo diestro en el bullpen, especialmente en caso de que se enfrenten a los avasalladores de zurdos de los White Sox en la postemporada, y no es difícil imaginar un bate/jardinero que los haga mejores. (De hecho, es difícil imaginar uno que no lo haga.)

El equipo de Giolito es una bestia un poco diferente. Se alternan luciendo entre muy derrotables y extremadamente excitantes, como cualquier equipo con una concentración tan alta de talento y juventud suele hacer. La lesión de Nick Madrigal ha dejado un pequeño hueco en segunda base, pero su alineación es formidable tal como está. Claramente podrían utilizar refuerzos de relevo, y si otro lanzador abridor sólido estuviera disponible, podría ser tentador. Contar con Dylan Cease o Reynaldo López en un partido de postemporada sería una sensación incómoda. La trampa es que, en el principio de su regreso a la contienda y con Cease, Michael Kopech y Dane Dunning en la rotación para 2021, es poco probable que los Sox intercambien por alguien que obstruya sus libros contables en el ínterin. Podrían ser el equipo con más posibilidades de ganar y menos de perder en esta carrera, y a pesar de sus defectos, podrían ser por lo tanto los más peligrosos.

Evaluar los equipos en un contexto suficiente es imposible, gracias a los calendarios acortados y localizados, pero estos tres equipos tienen elementos de clubes de calibre de campeonato. Juegan interesantes y tensos partidos entre ellos. Dentro y fuera del campo, ahora están involucrados en la única verdadera carrera por el gallardete que vamos a tener este año.

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