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Image credit: USA Today Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Este artículo forma parte del lanzamiento de la nueva estadística ofensiva de Baseball Prospectus, Deserved Runs Created (Carreras Creadas Merecidas), de la cual usted puede conocer mucho más aquí.

Tu, estimado lector, eres muy afortunado. Al tiempo que las naciones ya piensan en el consumo etílico y las celebraciones de la época—denominacional, satánica, y demás—nosotros en Baseball Prospectus estábamos envolviendo el mejor regalo de todos: una nueva, universal, y revolucionaria medida ofensiva para tus placeres evaluativos. ¡Admira: DRC+!

Tal vez tuviste una semana complicada, o quizá estuviste distraído por razones que escapan tu control, pero no te aflijas: si llegaste tarde a la fiesta del DRC+, permíteme dirigirte hacia la pieza “DRC+ para principiantes” de Bryan Grosnick. Resumiendo rápidamente: DRC+ nos lleva de una visión del juego basada en resultados en los cuales el jugador se vio involucrado a un marco en el cual podemos aislar sus contribuciones sobre esos resultados.

Y ahora podemos hacerlo también en las ligas menores.

Si tienes ojo para prospectos, esto te va a emocionar, ya que vas a poder elegir tu propia aventura con esta base de datos, y eso nos gusta a todos. Ya sé lo que estás pensando: “¡No hagas visorías con los números nada más!” Toda la vida te lo han dicho y, permíteme recalcarlo con todas sus letras, incluso para los recién iniciados en este deporte de la actuaría beisbolística, que esa frase tiene mucho de cierto. El desarrollo de los prospectos no es lineal, el talento no se acomoda perfectamente dentro de una línea curva de producción, y el proceso sigue siendo de importancia primaria.

Pero esto no exime el hecho de que el desempeño de los prospectos no importe. Obvio sí importa, e importa mucho en los escaños más altos de la escalera organizacional. Y si vas a incorporar el desempeño en una visión holística de un pelotero, pues te conviene utilizar la mejor estadística para basar tus observaciones.

Debido a que DRC+ privilegia las contribuciones más sostenibles basadas en el talento dentro del desempeño ofensivo, resulta más reflexivo ubicarlas dentro o fuera de situaciones del juego. Este enfoque—ubicado “debajo del cofre” dentro de las acciones de un jugador—es exactamente lo que más nos interesa al analizar cómo sus herramientas se traducen al juego en cualquier punto de la joven carrera de un jugador. Y ya que DRC+ contextualiza de mejor forma intangibles como el parque o la calidad del rival, controla muchas de las predisposiciones escondidas que distorsionan la realidad cuando observamos sólo los números tradicionales.

Otra cosa interesante: estas tablas de posiciones de ligas menores se remontan hasta el 2005, lo cual nos ofrece una enorme cantidad de datos de prospectos que ahora son estrellas. Esto resulta muy divertido para fines de trivia, y sí, de hecho Hunter Pence fue el mejor bateador de la liga de novatos en 2005. Pero también será muy útil para poder referenciar las clasificaciones con otros indicadores de desempeño en diferentes niveles y a travez de diferentes épocas.

¿Qué tan relacionado está el desempeño de un prospecto con su pedigrí? ¿Es más común que los mejores prospectos tengan un buen desempeño, incluso cuando juegan contra rivales más avanzados? ¿Los 101 mejores prospectos de esta publicación avalan su puesto con buena producción, o somos tradicionalmente engañados por proyecciones optimistas que—muy por dentro—sabemos que no son ciertas? Pequeñas cuarteaduras que pueden crecer rápidamente con un terremoto…

Más cosas interesantes: estas tablas de posiciones de ligas menores incluyen desgloses por componentes para cada valor de un jugador. Puedes confirmar que el poder de Ibandel Isabel es completa y absolutamente obsceno cuando filtras la tabla de clase-A alta por cuadrangulares. Cuando llegas a Triple-A, eres testigo de Rusney Castillo, el más grande bateador de sencillos que ese nivel tuvo el año pasado. Y ya que estás ahí, puedes bañarte en la gloria que emana de Dan Vogelbach y el valor añadido por bases por bola de un no-liga mayorista.

Esto también abre un montón de puertas interesantes a largo plazo. Sabemos por el modelo de Jonathan Judge que algunas habilidades son más estables y reflejan el talento de los jugadores. Las bases por bolas son más predecibles que el batear sencillos. Podremos comparar ese conocimiento con los casos periféricos de raritos que batean un montón de triples. Tal vez podamos ver al próximo Josh Harrison con más anticipación.

Aquí debemos hacer una advertencia. El DRC+ hasta hoy, no toma en cuenta ningún ajuste por edad y su respectivo nivel. Hasta la fecha, nada más nos da el numero de manera directa. El 149 DRC+ de Joey Terdoslavich en Doble-A el año pasado fue superior al 146 de Will Smith debido a que su desempeño nato fue mejor cuando se ajustaron detalles como parque y calidad de los rivales. Todavía debemos extrapolar el valor que tiene el haber bateado de tal manera siendo un primera base diestro de 28 años con casi 700 partidos de experiencia en ese nivel o uno superior. ¿Acaso es eso más notable que un receptor de 23 años quien está en su primer año en las ligas menores? Sólo nosotros podemos decidirlo, pero tenemos la ventaja de poder ver las columnas de edad y de edad relativa al nivel.

Otro punto importante a recalcar es que los datos de ligas menores no se equiparan a los de las ligas mayores. Son mucho más sucios, particularmente al llegar a los niveles más bajos. No existía de manera confiable antes de 2005, y era bastante clandestino cuando apareció, y así se mantiene en varios aspectos hasta hoy. Los coordinadores de video novatos, pasantes y primos de los encargados de mantenimiento, a quienes se les encarga tomar nota de puntos de data no siempre son confiables en su contabilidad. Ya quitamos data frágil de los ejemplos de datos en donde era obvio que había que hacerlo, pero el margen de error siempre será mayor mientras más bajemos en los rangos y más nos alejemos del presente.

El DRC+ perfectible. Esto es cierto en todas las estadísticas que tratan de alumbrar de manera definitiva el desarrollo de un pelotero. Pero es un gran paso adelante hacia un mejor futuro, y cada pequeño paso es de gran ayuda hacia él.

Rob McQuown realizó la titánica tarea de contabilizar los datos. ¡Denle un aplauso por favor!

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