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Image credit: Kevin Jairaj-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Este año, los Dodgers tuvieron el mejor récord de la Liga Nacional con 43-17. Los Rays tuvieron el mejor récord de la Liga Americana con 40-20. Ahora se enfrentan en la Serie Mundial. ¿Qué tan inusual es esto?

Hasta 1969, sucedía todos los años. Los mejores equipos de cada liga siempre se enfrentaban en la Serie Mundial. Pero eso cambió con la introducción del juego divisional en 1969. Los equipos tendrían que enfrentar una ronda más antes de alcanzar la postemporada. A veces, los equipos con la mejor marca no jugaban en la Serie.

La primera vez que el mejor equipo de la liga no llegó a la Serie fue en 1972, cuando los Pirates de 96-59 cayeron ante los Reds de 95-59 en la Serie de Campeonato. Al año siguiente, los A’s con marca de 94-68 vencieron a los Orioles con 97-65 en la Serie de Campeonato y los Mets de 82-79 derribaron a los Reds de 99-63 en la otra liga. Entre 1972 y 1993 (excluyendo 1981), es decir, 22 temporadas, los dos mejores equipos de cada liga se enfrentaron sólo seis veces (1976, 78, 79, 82, 86 y 92).

Después de la temporada de huelga de 1994, la postemporada añadió otra ronda, la Serie Divisional. El equipo con el mejor registro de la liga tenía que sobrevivir a una serie de cinco juegos y a una serie de siete juegos para poder avanzar. En un ensayo general, la temporada recortada de 1981, el equipo con el mejor récord de la Liga Nacional, los Reds de 66-42, ni siquiera se clasificaron para la postemporada. El equipo con el mejor récord de la Liga Americana, los A’s de 64-45, fueron barridos por los Yankees en la Serie de Campeonato.

El obstáculo añadido hizo más difícil que los dos mejores equipos avanzaran. Los mejores equipos de las dos ligas, Cleveland y Atlanta, se enfrentaron en el primer año del comodín, 1995. Desde entonces, los mejores equipos de las dos ligas se han enfrentado sólo dos veces: Yankees-Braves en 1999 y Red Sox-Cardinals en 2013.

Hay dos razones para que ocurra esto, una numérica, otra no. La razón no numérica es la naturaleza del calendario. Cuando había dos ligas y no había divisiones, cada equipo jugaba contra otro 22 veces (ocho equipos, 154 juegos) o 18 veces (10 equipos, 162 juegos). En casi todos los años desde entonces, los equipos han jugado calendarios desequilibrados. Así, por ejemplo, en 2017, el equipo con el mejor récord de la Liga Americana, Cleveland, tuvo marca de 102-60, un partido mejor que el 101-61 de Houston. Pero Cleveland jugó 76 partidos contra la División Central (marca acumulada de 296-352) mientras que Houston jugó 76 contra la División Oeste (311-337). Cleveland tuvo un calendario interliga un poco más fácil, pero no superó el beneficio de ganarle a los Twins (contra los que se fueron 12-7), Royals (12-7), White Sox (13-6), y Tigers (13-6). Así que ya no está claro que el equipo con el mejor registro sería capaz de duplicarlo con un calendario equilibrado. Puede que no sea realmente el mejor.

La segunda razón es matemática. Si dos equipos igualados se encuentran en una serie, las probabilidades de que un equipo prevalezca son, por supuesto, 50/50. Las probabilidades de ganar dos de esas series son de 0.5 x 0.5 = 0.25. Las probabilidades de que dos equipos de diferentes ligas logren eso es de 0.25 x 0.25 = 0.0625. Eso es un 6.25%, una posibilidad entre 16. El hecho de que haya habido tres enfrentamientos entre los mejores equipos en los 25 años de 1995 a 2019 es en realidad el doble de lo que esperábamos entre equipos emparejados.

Por supuesto, en la postemporada, no solemos hablar de equipos igualados. Por ejemplo, el año pasado. Los Astros (107-55) se enfrentaron a los A’s (97-55) en la Serie Divisional. Las probabilidades de que los Astros ganaran ese enfrentamiento al mejor de cinco fueron del 62%. En la Liga Nacional, las probabilidades de que los Dodgers (106-56) contra los Nationals (93-69) eran aún mejores: 65%. (Como sabemos, sólo uno de esos equipos cumplió con las probabilidades).

En las últimas cinco temporadas, el equipo de la Serie Divisional con el mejor registro de la liga promedió 101.6 victorias. Su oponente promedió 92.3. Eso resulta en un 61% de posibilidades de prevalecer en una serie al mejor de cinco.

En las últimas cinco temporadas, el equipo en la Serie de Campeonato con el mejor récord de la liga (si sobrevivía a la Serie Divisional) promedió 102.8 victorias. Su oponente promedió 95.7. Eso da un 60% de posibilidades de prevalecer en una serie al mejor de siete.

El equipo con el mejor récord de la Liga tiene, automáticamente, una ventaja sobre su oponente en esta construcción matemática. Y aún así, sus posibilidades de avanzar a la Serie Mundial son sólo de 0.61 x 0.60 = 37%. Las probabilidades de que dos equipos lo hagan es el cuadrado de eso, el 13%.

Y este año hay un escollo adicional, la ronda de comodín a ganar dos de tres. Asumiendo que el porcentaje de victorias y derrotas de cada equipo en la temporada de 60 juegos representa su verdadero talento, aquí están las probabilidades de que los Rays y los Dodgers ganen sus rondas.

  • (40-20) Tampa Bay: 70% de probabilidades de vencer a Toronto (32-28), 72% de probabilidades de vencer a Nueva York (33-27), 85% de probabilidades de vencer a Houston (29-31). Probabilidades de avanzar a la Serie Mundial: 42.6%.
  • (43-17) Los Ángeles: 82% de probabilidades de vencer a Milwaukee (29-31), 70% de probabilidades de vencer a San Diego (37-23), 79% de probabilidades de vencer a Atlanta (35-25). Probabilidades de avanzar a la Serie Mundial: 45.5%.

Los Rays y los Dodgers fueron, por su récord de ganados y perdidos, fácilmente los mejores equipos de sus ligas. Sin embargo, las probabilidades estaban en contra de ellos surgiendo a través del reto de la postemporada de 2020 para jugar en la Serie Mundial. Las probabilidades de que ambos llegaran hasta aquí: 19%.

¿Qué podemos decir de una temporada en la que, a pesar de todos los obstáculos del 2020, los equipos con los mejores récords de cada liga se enfrentarán en la Serie Mundial? Lo mismo que diríamos cualquier otro año: es una casualidad. No significa nada. Las probabilidades están en contra.

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