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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Carlos José Lugo

Registro y Antecedentes:

Edad: 45

Organizaciones anteriores:

ESPN, Comentarista, Analista: 2010-2017

Ocupación Actual: Mánager, New York Yankees

Registro acumulado: 50-24 (hasta el domingo)

 Actividad como jugador: Boone fue un buen jugador durante un corto pico de carrera, y ese pico bien pudo haber sido un poquito más largo de no ser por un numero de lesiones importantes: dos cirugías mayores de rodilla, huesos fracturados en un brazo y una mano – es una lista larga. Esa es la única manera en la cual se le podría llamar poco afortunado, sin embargo: Boone pertenece a la familia quizás más prolífica del béisbol. Ese linaje tiene mucho que ver con su talento, y ayudaron a asegurarle que tuviera amplias oportunidades de mostrarlo. También hizo su parte, mejorando de ser un tercera base tosco y de brazo débil a uno calibre Guante de Oro, y apuntalando una pobre disciplina al plato que lo retrasó en sus inicios. A pesar de haber “nacido en la tercera base” como reza la expresión, Boone trabajó duro y se ganó el respeto y la estima de sus compañeros.

Personal y Filosofía

 ¿Por qué fue contratado?

El sorpresivo retorno de los Yankees a la preeminencia de la Liga Americana en el 2017 no fue suficiente para salvarle el trabajo a Joe Girardi. El Gerente General Brian Cashman quería a alguien cuya actitud hacia la oficina central fuera un poco más cálida en su deferencia, y cuyos modales de cabecera se adaptaran mejor a un joven, suelto y confiado clubhouse. Boone exuda todas esas cosas. Fue directamente del terreno de juego a los estudios de televisión, y de los estudios a la cabina de transmisión, y de la cabina al dugout. Desde que tuvo la altura suficiente para que las cámaras pudieran encontrarlo, Boone empezó a aparecer en la televisión.

Ningún manager en la memoria moderna, en Nueva York u otro lado, ha estado mejor preparado para el circo de medios que significa ser un piloto de ligas mayores. Pocos han tenido más permanencia dentro de los clubhouses de grandes ligas, antes de hacerse cargo de uno. Boone sobresalió de entre un grupo más experimentado de candidatos (en términos de entrenar o trabajar en oficinas centrales) porque es extraordinariamente carismático y se le puede confiar el que pueda manejar los múltiples trabajos dentro de su propio trabajo: vocero, político, mentor, supervisor departamental y Mariscal de Campo.

¿Cuál es su estilo dirigencial? ¿Es un manager que consiente a los jugadores o uno de mucha disciplina? ¿Cómo se comunica?

Boone no había tenido nunca antes autoridad formal sobre nadie en una organización de MLB, y eso se nota. No está equipado para “manejar” un clubhouse, y tampoco hace esa su meta. Sus conversaciones con los jugadores no tienen lugar a través de la prensa; ofrece respuestas analíticas, mesuradas, pero cuidadosamente elaboradas a las preguntas de los medios.

Sin embargo, en la forma en que este ha manejado jugadores pasando por malos momentos, podemos ver que es un gran creyente en cambios pequeños. No ha mandado a nadie a la banca por un periodo de tiempo prolongado, o identificado públicamente cosas en las que los jugadores necesiten trabajar. Sutil, pero frecuentemente, ha experimentado con su alineación, uso de bullpen y su plan general de pitcheo, siempre con un jugador particular y su comodidad en mente. Boone tiene un cuerpo de entrenadores experimentado y deja que ellos manejen las minucias y detalles.

¿Cómo es su relación con la oficina? ¿Busca ignorar o cambiar lo establecido o adopta un enfoque más tradicional?

Las últimas dos temporadas han sido una larga vuelta victoriosa para las operaciones de desarrollo de jugadores, evaluación y analíticas de los Yankees, las cuales aparentan ser todas de vanguardia. Como discutíamos anteriormente, Boone fue contratado para ser una pieza extremadamente visible pero solo de modesta importancia en esta maquinaria. Lo ha hecho bien. Ha demostrado un don poco sorpresivo para articular la visión de la oficina central. A diferencia de sus compañeros capataces novatos, no ha mostrado ningún deseo de ser visto como inteligente o darle forma al roster por sí mismo. Como capitán del barco Yankee, Boone no solamente no mueve él mismo el bote, aparenta mantener la cosa perfectamente balanceada, con poco esfuerzo.

Táctica y estrategia ¿Cómo maneja un equipo de pitcheo? ¿Necesita un cuerpo de relevistas de ocho hombres? ¿Qué factores influyen en sus decisiones dentro del juego sobre los lanzadores?

El cuerpo de lanzadores no está de ninguna manera fuera de la influencia de Boone, pero es el área del equipo en la que la continuidad ha sido preservada, con el veterano coach de pitcheo Larry Rothschild sobreviviendo a la destitución de Girardi, y con el equipo manteniendo su línea de producción de serpentineros de brazos poderosos fluyendo. Aun así, Boone tiene tendencias y preferencias claras, especialmente para su cuerpo de lanzadores jóvenes que tiran duro.

Ningún mánager ha traído un relevista a lanzar con corredores en base o utilizado relevistas en días consecutivos en menos ocasiones que Boone. Ningún dirigente ha requerido menos de tres outs de un relevista en menos ocasiones que Boone. No está a favor de emparejar buscando constantemente la ventaja de pelotón y es cuidadoso de no sobre-trabajar a sus relevistas cortos utilizándolos con demasiada frecuencia. En una jugada simple e impresionante, Boone recobró de vuelta a Dellin Betances a ser un relevista súper-estrella, escalando el Leverage Index promedio de las apariciones de Betánces a medida que ha progresado la campaña, restaurándolo básicamente al nivel que había alcanzado antes de perder la confianza de Girardi la temporada pasada.

En cuanto a los abridores, los Yankees se han acostumbre a remover los suyos del partido relativamente temprano. Boone ha empleado un particular gancho lento con Luis Severino, y Severino ha recompensado esa confianza. Por otro lado, Boone fue rápido al sacar a Masahiro Tanaka a la primera señal de problemas. Confía más en el arsenal crudo que en el comando y la astucia.

¿Cómo construye las alineaciones? ¿Usa sustituciones de bateadores o de corredores inusualmente a menudo (o inusualmente rara vez)? ¿Hace uso de estrategias de la pelota tradicional?

El gran reto que Cashman le colocó a Boone esta primavera fue manejar una alineación con Aaron Judge y Giancarlo Stanton en la misma, sin tener que ser achicharrado por los tabloides. Boone no ha triunfado completamente, pero se ha acercado, gracias a un roster prácticamente a prueba de fallos. Didi Gregorius ha emergido como el slugger zurdo que el equipo tuvo la breve esperanza que sería Greg Bird, permitiéndole a Boone separar a Judge y Stanton. Gleyber Torres ha explotado en el monstruo productor de extrabases que el equipo esperaba fuera Gary Sanchez, permitiendo a Boone dar tiempo de descanso a Sánchez y deslizarlo hacia abajo en el orden mientras corrige algunos problemas del inicio.

Boone utiliza menos bateadores emergentes que cualquier otro manager en la Liga Americana a excepción del famoso hombre prepárala-y-olvídala que es Ned Yost, pero con semejante profundidad en la alineación y poca versatilidad en la banca, apretar ese botón es fácilmente innecesario. El equipo de Boone corre una cantidad razonable, pero conservadoramente: el plan es evitar convertir jonrones de dos carreras en estacazos de una sola.

¿Cuál es su punto más fuerte como manager?

Los Yankees de los viejos tiempos tuvieron éxito cuando contrataron a managers muy experimentados, pintorescos y sin pelos en la lengua: Bucky Harris, Casey Stengel, Billy Martin. En el juego moderno, sin embargo, con un entorno de medios de prensa muy diferente y una cultura de clubhouse muy diferente – y con el propio juego siendo jugado de forma tan distinta – el trabajo de capitanear a los Bombarderos requiere de alguien que sea casi aburrido en su estabilidad y desapasionamiento. Boone es una buena sucesión a Joe Torre y a Girardi, y triunfará de la misma manera que ellos lo hicieron: permitiendo al talento excepcional brillar y hacer su trabajo y manteniendo todo lo demás tras bastidores.

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