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Image credit: © John E. Sokolowski - USA Today Sports

Traducido por Marco Gámez

En la sección de comentarios de un reciente artículo mío, Jack preguntó:

“¿Qué opinas sobre la estrategia de ‘buitre’? El lanzador abridor n.º 1 de Fulano sale de acción porque debe someterse a la cirugía Tommy John, así que te apresuras…y ofreces tu tercer o cuarto lanzador abridor decente por un (buen) jugador necesario. Seguro, te estás aprovechando de alguien que puede estar conmocionado y vulnerable, pero también estás resolviendo un problema”.

No critico esta técnica en absoluto. Si un jugador tuyo se lastima y tratas de cambiarlo antes, es de conocimiento común que no es ético, pero la táctica que describe Jack es perfectamente admisible. Iría un paso más allá y diría que no solo está bien, sino que es una parte integral de un intercambio exitoso. Somos humanos, y si bien no estamos necesariamente tratando de aprovecharnos de otras personas, es más probable que nos acerquemos a alguien para pedirle un favor o una solicitud si creemos que será receptivo. La mayoría de nosotros no queremos desplumar a nuestros oponentes, pero sí queremos hacer un intercambio favorable para nosotros.

Esto es algo que con frecuencia se ignora en estos artículos de opinión que están llenos de sentimientos nobles sobre pensar en las necesidades y sentimientos de tus socios comerciales y no pisarles los pies con una oferta insultante. Si bien se ha afirmado muchas veces que “ganar el intercambio” es una forma miope de ver las transacciones, esto no significa que debas enredarte como un pretzel y hacer un trato que, en el mejor de los casos, sea nivelado para ambos.

Esto está vagamente relacionado con la filosofía de “comprar barato/vender caro” que solía ser más frecuente, pero que ha pasado a un segundo plano porque la mayoría de los gerentes de fantasía son lo suficientemente inteligentes como para saber que no deberían cambiar a Jorge Mateo por Anthony Santander el 20 de abril. No solo hay momentos oportunos para acercarnos a las personas para intercambiar, sino que también hay métodos que deberíamos considerar emplear durante estos períodos para que nuestro rival no sienta que estás tratando de aprovechar su desgracia.

Además del ejemplo concreto de Jack, hay varios casos en los que debemos buscar a alguien para hacer un intercambio. A continuación se muestran algunos de estos ejemplos, con la forma correcta e incorrecta de tratar de hacer un intercambio.

Cuando un jugador tiene un bajo rendimiento

INCORRECTO: “Veo que George Springer ha tenido un mal comienzo. Te lo cambio por un jugador de menos valor que él”

CORRECTO: Por el contrario, concéntrate en las necesidades generales de tu oponente y ve si está buscando ayuda en las categorías en las que el bajo rendimiento lo está lastimando.

Cuando te enfocas en el jugador decepcionante, estás cometiendo, al menos, tres errores.

  1. Estás siendo transparente y obvio al tratar de beneficiarte de la eventual mejora del jugador.
  2. Sin darte cuenta, le estás recordando a tu oponente que tomó una mala decisión en el Draft.
  3. Estás comenzado con el claro propósito de que vas a intentar realizar una operación de 75 centavos por 1 dólar. ¿Quién no se desanimaría con este planteamiento?

Incluso si quieres a un jugador que vive un arranque lento, es mejor comenzar con una perspectiva más amplia que te permita identificar las debilidades de tu oponente y proporcionar algo que lo pueda ayudar. En lugar de ser el buitre que intenta picotear el cadáver de su compañero de liga, eres un socio de negocios potencialmente útil. Y si estás participando en un diálogo en lugar de simplemente pasar ofertas de un lado a otro, es posible que eventualmente aterrices en el jugador con comienzo lento de todos modos. Si tu socio comercial dice “sí, estoy harto de Springer, nunca lo tengo en mis equipos y desearía no haberlo tomado nunca”, es posible que finalmente consigas tu objetivo.

INCORRECTO: “¿Ya te has dado por vencido en 2023? Sé que realmente tenías grandes esperanzas al comenzar este año, pero de verdad no parece que vayas a tener éxito esta temporada”.

CORRECTO: Comienza por ver si puedes negociar un intercambio directo suponiendo que ambos equipos estén en disputa y ve hacia dónde van las discusiones.

Habrá casos en los que alguien simplemente publique “Estoy dando por perdido este año” y está completamente bien presentarles ofertas actuales para futuros intercambios. Sin embargo, simplemente esperar a que todos en tu liga redacten una misiva cortés que diga “A quien pueda interesar, ya no competiré por esta temporada y aquí están todos mis jugadores disponibles para intercambios por los que pueden enviar ofertas formales por escrito”, eso no es realista Tendrás que ser algo agresivo y ver si puedes convencer a alguien que está indeciso para que levante la bandera blanca.

Vale la pena, por un par de razones, comenzar primero con un marco de negociaciones más tradicional. En primer lugar, si bien es posible que no puedas convencer a alguien de que se rinda, es probable que te encuentres haciendo un trato a tu favor porque los equipos con esperanzas de título poco realistas a veces se balancean en su indecisión. Un equipo en sexto lugar podría hacer un intercambio justo contigo y luego desprenderse de un cerrador porque ya están penúltimos en salvamentos. La segunda razón es que, a menudo, estas discusiones pueden llevar a que un oponente se convenza a sí mismo de rendirse sin que tú tengas que hacerlo por él.

INCORRECTO: “Este acuerdo parece estar bien, pero necesito algo adicional. Si no me das [Jugador X], me niego a hacer el intercambio”.

CORRECTO: Construye tu marco en torno a un intercambio sin jugadores adicionales y ve si tu oponente ofrecerá algo extra voluntariamente.

El concepto de un “edulcorante” en un intercambio es bueno. La aplicación de esto por parte de gerentes de ligas de fantasía que intentan plantear una transacción exagerada es, a menudo, donde una estrategia de mano dura matará el trato. La forma más rápida de finalizar las negociaciones es pedir a alguien que no sea realmente un buen aditivo, pero que si haya, en la práctica, un segundo jugador. Si estamos cerca de cambiar a Hunter Brown por Grayson Rodriguez en una liga Keeper y estás preguntando por Trevor Story, probablemente estás confundido.

Mi estrategia generalmente está a favor de trabajar para hacer un trato sin los jugadores adicionales y ver si mi oponente ofrecerá el jugador acompañante al final. Esto no siempre funciona, pero es más probable que ese jugador extra en la reserva o en la selección del Draft aparezca si estás yendo y viniendo con los nombres y tu oponente cree que ese pequeño extra hará que las cosas se concreten. Puedes pensar que Alexis Díaz y Devin Williams están muy al alcance, pero tu socio de intercambio no, por lo que él o ella podría decir: “En lugar de Díaz, ¿qué tal Williams y Kevin Newman por Ryan McMahon?”. Lo sé, Newman no luce atractivo, pero como señalé anteriormente, es un jugador adicional, no un 2 por 1.

Estar consciente de las necesidades de tu equipo es importante, pero saber cómo navegar en tu liga para obtener lo que quieres representa más de la mitad de la batalla. En mi próximo artículo, mostraré los diferentes tipos de personalidades que encontrarás en una liga de fantasía y lo que puedes hacer (si es que puedes hacer algo) para trabajar con ellos con éxito.

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