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Image credit: Kyle Ross-USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

¡Hola a todos! Bienvenidos a nuestra serie anual sobre las posiciones. Comenzamos oficialmente nuestra cobertura de la pretemporada con la Semana del Receptor, porque esta semana es corta y el panorama es difícil. Está lo rápido, y luego está lo rápido, para un receptor, y luego te das cuenta de que tratar de cubrir ese puesto en un equipo de fantasía es todavía peor que ir al dentista.

Sin embargo, esto no quiere decir que no tengamos dudas en la posición, o incluso que el panorama sea similar a como era. Es una semana corta, pero vamos a ir a por todas, con cobertura arriba y abajo de la posición. Y, para empezar, tenemos que preguntarnos:

¿ALGUNA NOVEDAD?

En 2022 un total de 10 receptores registraron al menos 450 apariciones en el plato. Es la mayor cantidad desde 2016, cuando 14 receptores lo hicieron. Suena bien. Deseable, incluso. Pero luego debemos recordar que estamos hablando de receptores y repensar lo que es ser bueno y cómo el tiempo de juego suele ser una de las cosas más útiles que un jugador puede proporcionar.

Si piensas en los receptores que alcanzaron 450 apariciones en el plato (J.T. Realmuto, Adley Rutschman, Sean Murphy, Will Smith, Alejandro Kirk, Willson Contreras, Jonah Heim, Gary Sánchez, Salvador Pérez y MJ Meléndez) te darás cuenta rápidamente que los peloteros que aportaron valor fueron lo suficientemente buenos como para tener mucho tiempo de tiempo. Y al mismo tiempo aquellos que aportaron valor lo hicieron porque jugaron mucho. Y tenemos el caso de Sánchez y Meléndez, tipos que ofrecen un conjunto de habilidades no demasiado excitantes en una posición que de por sí es poco atractiva. Y dependiendo de cómo de exigentes nos pongamos lo mismo podemos decir de Jonah Heim.

La posición también se está volviendo más joven. Incluso si contamos a aquellos que estaban compartiendo tiempo de juego, que es la norma en la posición. Alrededor del 20 por ciento tenían 25 años o menos. Esto es realmente un aviso sobre cómo vamos a obtener una temporada completa (generalmente cierta), sin adulterar (en mi opinión) de Adley Rutschman, quien llegó y se convirtió casi inmediatamente en el ideal platónico del receptor. Solo su tasa de bases por bolas en relación con sus ponches lo hacen especial, pero lo que le lleva a un nivel casi impensable es el agregar contacto y poder a lo anterior. Es un pelotero diferente que con suerte podremos disfrutar durante mucho tiempo.

Naturalmente, si la posición se está rejuveneciendo es, en parte, porque la vieja guardia se está extinguiendo. Antes de su retirada, ya habían pasado un par de años desde que Yadier Molina fue realmente relevante para nuestros propósitos, pero aún tenía tramos en los que intentaba cosas nuevas para ser lo más efectivo posible en el plato en el tramo final de su carrera. También cae en ese grupo que hemos comentado anteriormente, el de los receptores útiles por el simple hecho de acumular tiempo de juego. Yasmani Grandal, durante mucho tiempo un monstruo del OBP, pareció desintegrarse como un sofá viejo el año pasado. De los 21 receptores que jugaron en 2022 y tenían al menos 30 años, menos de la mitad de ellos eran del tipo que tomarías en tu equipo, y menos de los que te emocionarían. Es difícil.

CÓMO DRAFTEAR EN LAS MIXED-LEAGUE

La dificultad de la posición, tanto en el juego real como en el falso, es exactamente la razón por la cual los drafters continúan eligiendo arriba en la posición. El año pasado, en este espacio, detallamos cómo los mejores receptores estaban entrando en el top 40, un rango en el que habrías estado gastando una selección de los tres primeros en un tipo que casi con certeza no logrará llegar a las 600 apariciones en el plato (solo un receptor hizo eso el año pasado, Sean Murphy. Y la única temporada en la última década donde más de un pelotero lo hizo fue 2014). El tiempo de juego es relativo y esa marca no significaría lo mismo para, digamos, un jardinero. No alcanzar los 600 PA para un receptor a menudo deja una cantidad impresionante de oportunidades para acumular estadísticas. Hay que volver a repensar: gastar una ronda alta en un receptor es más una cobertura que una cuestión de confianza o algo divertido.

El principal receptor, según las estimaciones de ADP, es una vez más J.T. Realmuto. Está en el top 30, saliendo elegido promedio en la posición 27.61 según 225 drafts. Claro que el formato importa. Y sí, cuando una liga otorga tanta importancia a la posición como para llevarse a Realmuto con la octava selección general, tendrá un impacto. Pero eso no es lo único que creará un ADP en las dos primeras rondas para un receptor. El mercado ha visto el abismo, y prefieren mirar a Realmuto en sus rosters que al abismo que lo rodea.

Después de Realmuto está todo bastante parejo en las rondas siguientes, con otros cuatro receptores saliendo a principios de la quinta ronda. A partir de ahí, los receptores han sido tomados con una estrategia que es mejor en comparación con alguien con quien estás saliendo que te hace pasar lentamente, creando más y más espacio entre cualquier interacción hasta que simplemente sigues adelante. Y hay una buena razón para ello, según los resultados del año pasado:

Grupo GP R RBI HR AVG
Top 5 138 67 77 23 .255
Mid 5 114 61 53 17 .266
5 últimos 121 44 53 16 .233

Esta tabla agrupa a los 15 mejores receptores del año pasado en ligas de 15 equipos con puntuación estándar y utilizando el evaluador de jugadores de Razzball. Los robos se omiten porque solo unos pocos lo hacen. En general, esta información ayuda a explicar cierta ambivalencia a la hora de draftear para la posición. Hablando en términos relativos, está claro que para uno de los receptores de mejor desempeño valdría la pena una inversión temprana, y eso se amplifica cuando pensamos en que la lesión impidió a Salvador Pérez jugar el tiempo que habría aumentado el total de carreras (y del grupo).

En cuanto a la diferencia entre los cinco del medio y los de abajo; no hay diferencia en términos de carreras impulsadas y jonrones, pero jugar más juegos y anotar muchas menos carreras supone algo importante. La caída del promedio de bateo al estilo de Thelma y Louise mata las oportunidades de anotar carreras para la mayoría de los jugadores. Mike Gianella se topó con esta realidad la temporada pasada y fue un agujero negro en el promedio de bateo. Esto puede arruinar rápidamente tu estrategia para la categoría.

Esto no dice nada sobre cómo draftear bien sigue siendo una cuestión de predecir el futuro, o cómo seguimos siendo bastante malos en eso. Los 15 mejores muchachos en una posición no serán los 15 primeros del draft, lo que insta a fortalecer nuestro control sobre los pocos receptores sobre los que podemos sentirnos seguros.

Si prefieres no correr riesgos debes estar listo para perder una ronda alta y atrapar a tu chico temprano, sabiendo que lo viene más tarde es muy poco atractivo.

PENSANDO EN EL FUTURO

Hablamos de muchos jugadores jóvenes excitantes el año pasado. Este año, el puesto continúa desafiando la Teoría Highlander con numerosos prospectos que están muy bien dotados. También resultan ser los mismos de los que hablamos el año pasado: Gabriel Moreno y Francisco Álvarez.

Las opciones de juego de Moreno se hicieron más factibles cuando fue traspasado a los Diamondbacks. Actualmente se estima que se repartirá el tiempo de juego con Carson Kelly, un tipo con una carrera llena de altibajos que termina por encima o por debajo del promedio. Arizona podría ir depositando confianza en Moreno poco a poco y parece completamente razonable verlo jugar la mayoría de las veces a medida que avanza la temporada. La cuestión más importante es ver cómo evoluciona su bate. Disputó 25 juegos el año pasado y estuvo increíble, bateando .319/.356/.377. También promedió menos de tres apariciones en el plato por juego (73 en total). No tenemos ni idea de si el promedio de bateo se convertirá en más poder, o si su habilidad para hacer contacto y su voluntad de hacer swing a cualquier cosa socavará sus habilidades, como le pasó a Keibert Ruiz, cuya obsesión por el contacto por encima de todo fracasa porque el contacto que genera no le deja cuadrar nada con ninguna autoridad.

En cuanto a Álvarez, pienso mucho en este artículo firmado por Jeffrey Paternostro el pasado mes de abril. El jugador de 21 años sigue teniendo las mismas habilidades que le mostró al mundo la primavera pasada, las mostró en los niveles más altos de las Menores, hizo ajustes sobre la marcha y superó una lesión en el tobillo que finalmente requirió cirugía en octubre.

El problema es que los Mets se ven como un equipo más o menos competitivo que no quieren perder opciones de ganar por darle tiempo de juego a un chico tan joven. Han incorporado a Omar Narváez como receptor suplente y si su bate funciona, especialmente al principio de la temporada, Álvarez pasará mucho tiempo en Triple-A, donde al menos puede tener tiempo de juego regular. Tomás Nido se repartirá el tiempo de juego con Narváez en las Grandes Ligas.

En general, la juventud en el puesto es emocionante, pero la pasada temporada nos demostró que el crecimiento suele ser lento.

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