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Image credit: Joe Nicholson-USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

Pasaron muchas cosas durante la temporada 2023. Cambios en las reglas. Tres equipos con 100 victorias que cayeron en la Serie Divisional. Dos equipos que perdieron 110 juegos hace dos años llegaron a los playoffs. Ninguno de los tres equipos con mayores nóminas en el día inaugural jugó en octubre, pero sí dos de los cuatro con los presupuestos más bajos. El lanzador con mayor índice de bases por bolas en este siglo ganó el premio Cy Young. Una división tenía sólo un equipo por encima de .500 y otra tenía sólo un equipo por debajo.

Y estos son sólo los titulares. Sucedieron muchas otras cosas que quizás te hayas perdido. Después de todo, tenías cosas que hacer. Pero te las vamos a contar (ten en cuenta que a lo largo de este artículo se excluyen datos para 2020 a menos que se indique lo contrario).

Bateadores golpeados sin cesar

Los bolazos a los bateadores han sido una especie de obsesión para mí. He atribuido su ascenso a los ponches, y es que cuando los lanzadores están por delante en el conteo, como lo están cada vez más, intentan que los bateadores persigan los lanzamientos fuera de la zona, y cuando los lanzamientos internos fallan, los bateadores pueden terminar camino de la primera. Mi colega Rob Arthur añade una explicación generacional: los peloteros más jóvenes, especialmente los que jugaron en la universidad, parecen más dispuestos a recibir bolazos.

Sea por la razón que sea, en 2021 los bateadores fueron golpeados una vez por cada 86 apariciones en el plato, la primera vez que la proporción ha sido inferior a 90. La tasa disminuyó un poco, a uno de cada 89, el año pasado. Ignora lo que has oído sobre los lanzadores que lanzaban a los bateadores en tiempos pasados. Sal “The Barber” Maglie golpeó a uno de cada 163 bateadores que enfrentó. Bob Gibson uno de 158. Don Drysdale realmente golpeó a muchos tipos para su época, y aún así lo hizo con menos frecuencia que el promedio actual de la liga, uno de cada 92.

En este gráfico, invertí la escala para que los valores en la parte superior del gráfico indiquen que muchos bateadores fueron golpeados.

Como se señaló, el aumento de bateadores golpeados disminuyó un poco en 2022. Pero volvió a aumentar este año, a uno cada 87, el segundo más alto de la historia. En 1947 hubo 132 bateadores golpeados en toda la Liga Americana. Solo los bateadores de los Mariners estuvieron cerca de igualar esa cifra, 111, este año.

El sonido del viento

Los ponches, como sabemos, se encuentran en niveles muy altos en el juego actual. Pero están por debajo de sus máximos históricos. Ve a la página de las temporadas de Baseball-Reference y verás que hubo 8,81 ponches por equipo y por juego en 2019. Cayó a 8,68 en 2020 y 2021, y a 8,40 en 2022 antes de aumentar un poco, a 8,61 este año. Eso sigue siendo alto, pero no es el récord.

Excepto que lo es. Se han producido dos cambios importantes en el juego desde el punto máximo de 2019. Al año siguiente la MLB instituyó el corredor zombie, que acortó los juegos y, por lo tanto, brindó menos oportunidades para que los bateadores se poncharan en el curso de un juego. Y en 2022 la Liga Nacional se unió al Circuito Joven para quitarle los bates a los lanzadores, cuyas principales contribuciones a las estadísticas de bateo de la liga fueron los sacrificios y los ponches.

Si ponemos todo en contexto (los ponches por aparición en el plato y utilizar los datos por splits de Stathead Baseball para eliminar a los lanzadores) vemos que la historia es bien diferente.

Ha habido cuatro temporadas en las que los jugadores de posición se han ponchado en más del 22% de las apariciones en el plato: 2019 (22,38%), 2021 (22,61%), 2022 (22,42%) y, la nueva marca máxima, 2023 (22,73%). Vaya, prohibir el shift seguramente nos hizo lograr mucho más contacto, ¿no?

No hay blip en el BIP

Imagino que veías venir esto después del comentario anterior, ¿no?

Estoy definiendo las bolas en juego como turnos al bate, menos ponches y homers, además de hits y elevados de sacrificio. En 1988 los peloteros de posición pusieron la pelota en juego en tres cuartas partes de sus apariciones en el plato, lo que resultó una demostración atlética por parte de ellos y de al menos un jardinero. La proporción no ha superado los dos tercios desde 2016. Los tres porcentajes más bajos de bolas en juego son 64,0% en 2021, 64,1% en 2019 y 64,3% en 2023.

Seamos justos, la MLB no prometió explícitamente más pelotas en juego cuando prohibió el shift. Prometió un promedio de bateo más alto en bolas en juego, y lo consiguió (.290 BABIP en 2022, .297 en 2023). Russell Carleton, Rob Arthur y yo hemos escrito sobre algunas de las consecuencias (presumiblemente) no deseadas de prohibir el shift. El aumento de los ponches y la disminución de las bolas en juego encaja mejor en nuestra narrativa que en la de la MLB.

Oh no, no iremos

Las bases robadas, favorecidas principalmente por la regla de la separación (disengagement en inglés original), pero también por bases más grandes y una mayor aplicación de los balks, se dispararon este año. Un 41% más que el año pasado. Los corredores de bases liberados aumentaron los intentos de bases robadas para todos los equipos de la MLB.

Excepto cinco.

Los Reds intentaron robar 238 bases en 2023, frente a los 91 de 2022. Y no fueron a lo loco, su tasa de éxito aumentó del 64% al 80%. Ese patrón se duplicó, aunque de manera menos dramática, en toda la MLB: más intentos, más éxito.

Pero hubo cinco equipos que intentaron menos robos en 2023 que en 2022.

  • 104 intentos (74% éxito) en 2022. 103 intentos (70% éxito) en 2023. No tuvieron a Tyler Wade (13 intentos en 2022) ni a Brandon Marsh (10 intentos en 2023). Este es un equipo que robó poco en ambos años.
  • 135 intentos (76% éxito) en 2022. 130 intentos (77% éxito) en 2023. Cualquier fanático de los Yankees te dirá que la mayor parte del equipo tenía 35 años o más. Y los que no los tenían acabaron lesionados.
  • 80 intentos (80% éxito) en 2022. 73 intentos (78% éxito) en 2023. Pasaron del puesto 11º en la liga en bases robadas al último lugar. Al igual que los Angels los hits no eran una gran parte de su juego. Austin Slater y Luis González se combinaron para 25 intentos de robo de bases en 2022 y cuatro en 2023.
  • 151 intentos (91% éxito) en 2022. 107 intentos (80% éxito) en 2023. Antes de que empezara la temporada estuve hablando con un escritor de béisbol que dijo que los cambios en las reglas sobre el correr las bases beneficiarían a equipos como los Marlins, clubes que no conectan muchos homers pero que tienen talento joven que puede correr. En cambio, Jon Berti pasó de 46 intentos de base robada a 25 en un poco más de tiempo de juego y Joey Wendle pasó de 15 a 8. Luke Williams y Miguel Rojas se combinaron para 27 intentos de bases robadas en 2022 y jugaron para otros equipos en 2023.
  • 169 intentos (76% éxito) en 2022. 98 intentos (81% éxito) en 2023. Esto tiene que haber sido fruto del combo Bruce Bochy- Chris Young. Tal vez la idea era que si creas una ofensiva lo suficientemente fuerte, no necesitas agregar robos a la combinación ofensiva. Adolis García intentó 21 robos menos en 2023 que en 2022, Bubba Thompson 15 menos (es cierto, en tiempo de juego limitado), Marcus Semien 13 menos, Josh Smith seis menos. Eli White intentó 13 robos en 2022 y jugó en el sistema de Atlanta en 2023. Cuando lideras la liga en hits, homers, carreras, bases por bolas, bases totales, promedio, embasado y slugging, los robos son un poco superfluos.

Los Reds también lideraron las Mayores en la mayor mejora de la tasa de éxito de la base robada. En una temporada en la que la tasa de éxito general aumentó del 75,4% al 80,2%, la mayoría de los equipos obtuvieron mejores resultados en intentos de robo en 2023, pero no todos.

Consideremos los cinco peores. Los Giants y los Angels ocuparon el puesto 30 y 27 en intentos de robo de base, respectivamente, este año, por lo que estamos tratando con muestras pequeñas.

Los Astros cayeron un par de puntos porcentuales, del 79% al 77%. José Altuve, Jeremy Peña y Yuli Gurriel se combinaron para 37 de 40 intentos de base robada en 2022 (tasa de éxito del 93%). Gurriel no estuvo en el club este año y los otros dos lograron 27 de 38 (71%). El equipo también lanzó a Chas McCormick 25 veces en 2023 (tasa de éxito del 76%) en comparación con solo 7 el año pasado. Los Dodgers de 2022 tenían a Trea Turner (27 de 30) y Cody Bellinger (14 de 17). Los peloteros que los reemplazaron en el campocorto y el jardín central obtuvieron un total combinado de 33 de 41, una buena tasa de éxito del 80%, pero por debajo del 87% logrado por esas dos bajas en más intentos.

Y los White Sox, que en 2022, ocuparon el antepenúltimo lugar en intentos de robo de bases, pero solo tuvieron cinco jugadores que fueron atrapados durante toda la temporada, lo que resultó en una tasa de éxito del 85%, la mejor de la MLB. La regresión a la media, incluso en 2023, es real. Tim Anderson, Luis Robert y Elvis Andrus tuvieron éxito en el 92 % de sus intentos de robo de bases en 2022, por un 82% (aún mejor que el promedio de la liga) en 2023. Es más fácil descartar a los equipos que experimentaron una disminución en la tasa de éxito de bases robadas en un año de bonanza como 2023 que aquellos que intentaron menos robos.

Amarraré esto en mi próximo artículo.

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