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Image credit: © Jeff Curry-USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

Los St. Louis Cardinals traspasan a LHP Jordan Montgomery, RHP Chris Stratton y dinero para firmas internacionales a los Texas Rangers a cambio de INF Thomas Saggese, RHP Tekoah Roby y LHP John King.

Los Texas Rangers son uno de los seis equipos de la MLB que nunca han ganado una Series Mundial. Es un hecho tan aburrido como inevitable. Tres de los otros cinco, Tampa, Colorado y Seattle, se han convertido en una especie de adolescente perpetuo, equipos de expansión para siempre en una liga que ha perdido el interés por expandirse. Milwaukee está atrapado en una zona fantasma de morado y verde que se remonta a los noventa, nunca lo suficientemente relevantes como para volver a visitarla. Y luego están San Diego y Texas, actuando ambos a su manera como nuevos ricos, tirando dinero y actuando como equipos con historia.

Con la excepción de algunos de los rincones más aburridos del noreste, Estados Unidos nunca ha odiado a los nuevos ricos de la forma en que sus ancestros culturales les enseñaron. Después de todo, desde que la nación encontró estabilidad se comportó como un nuevo rico. El invitado descarado, sin modales y ruidoso del panorama internacional. Pero más allá de la cronología, también había una cuestión de valores: Estados Unidos siempre valoró la innovación, y cada capa dorada de su historia se sumó a la leyenda: los magnates del petróleo, los inventores, los financieros, los tecnócratas. Vivimos en un país que admira demasiado el poder como para preocuparse por cómo comportarse.

Excepto en el béisbol, donde se espera un cierto mínimo de caballerosidad, especialmente a la hora de construir el roster. La rebelión de los advenedizos de la sabermetría, como suele suceder, se ha convertido en una corriente conservadora que dicta como se ha de construir un equipo. Ese mantra de desmantelar, tanquear y conseguir un núcleo joven, barato y con años de control. Solo entonces, si es absolutamente necesario, un equipo debe reforzar el roster con veteranos caros. E incluso eso se considera bastante torpe, como admitir un fallo o una debilidad. Es como llevar una tarta comprada en la tienda en lugar de un postre casero.

Un día después de adquirir a Max Scherzer de los Mets (y con Eovaldi camino de la lista de lesionados), los Rangers se hicieron con Montgomery, otro abridor, para la recta final. Será el cuarto abridor del equipo cuando esté sano. A pesar de lo alto que lo tasaban los Cardinals por ser sin duda el mejor abridor disponible en el mercado, así como por su buena efectividad de 3.42 y la durabilidad (21 aperturas), es probablemente que lo más adecuado sea usarlo en la parte baja de la rotación si eres un equipo que aspira a ganar. Comparte muchas características con Dane Dunning, el tipo que ahora está a su lado. Ambos basan su pitcheo en minimizar el contacto, ponchando a menos de un bateador por entrada, manteniendo la cuenta baja y trabajando con cuidado cuando se meten en problemas. Su dificultad para lograr whiffs y las velocidades de salida que permite, su DRA- es de 112, le convierten en un candidato perfecto para experimentar cierta regresión en la segunda mitad.

Será interesante ver cómo Texas usa a su nuevo lanzador. Montgomery se ha apoyado cada vez más en su sinker (44,8% en 2023, frente al 34,6% en 2022), que es la razón principal por la que los ponches han disminuido. El lanzamiento simplemente no está diseñado para eso. Funcionó lo suficientemente bien durante los primeros meses de la temporada, pero su recta de dos costuras ha sido maltratada en julio (.406 wOBA en contra). Es interesante porque cuando los Cardinals adquirieron a Montgomery la temporada pasada dejó de lado el lanzamiento de inmediato para recurrir más a su bola rápida de cuatro costuras, y luego procedió a completar ese famoso mes de agosto de cinco aperturas y seis carreras. Básicamente, abandonó la bola rápida de cuatro costuras desde abril.

Es fácil pasar por alto que el intercambio agrega dos relevistas a un bullpen que aún necesitaba refuerzos, incluso después de añadir a Aroldis Chapman hace un mes. Según el DRA- la unidad ocupa el puesto 26º de la liga. Chris Stratton, otra adquisición de los Cardinals en la fecha límite de 2022, ha logrado su mejor temporada en 2023. Sus estadísticas pueden no llamar la atención en un primer vistazo (4.36 de efectividad), pero ha reducido su tasa de boletos y jonrones sin el bajón correspondiente a su tasa de ponches, lo que resulta en una marca personal de 81 en DRA-. La adquisición de Montgomery también le permite a Andrew Heaney resolver sus problemas en un papel de relevo largo, y si puede cambiar las cosas, tiene el talento para servir como puente en los playoffs, cuando la penalización por haber enfrentado al mismo bateador varias veces comience a acechar.

De cara al fin de semana, PECOTA le dio a los Rangers un 50% de opciones de llegar a los playoffs. Es una proyección significativamente más pesimista que otros modelos, y se debe en gran medida a que el sistema de proyección no compra a ciertos jugadores, particularmente los jóvenes emergentes como Jonah Heim, Josh Jung y Duran. El modelo también penaliza a Montgomery, y los fanáticos de los Rangers pueden compadecerse de sus compañeros de traspaso de St. Louis sobre lo bien o mal que rinden estos lanzadores orientados al contacto. Pero si vas a encontrar a un tipo que supere a sus periféricos, elige uno que lo haga de manera constante, y Montgomery es de ese tipo.

Preocuparse por el precio es una cosa muy beisbolera. Es una comedia costumbrista, una novela de Henry James. Mientras nos echamos las manos a la cabeza por cómo están usando el tenedor de ensalada para comer las aves de corral, los Rangers salieron y mejoraron su equipo por segunda vez en la misma cantidad de días. Esta es una tierra de acción. Después de todo, “la fortuna sonríe a los audaces” y no a los eficientes.

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