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Image credit: © Mitch Stringer-USA TODAY Sports

Traducido por Marco Gámez

Continuando con nuestra gira por cada división en busca de los jugadores que despiertan más curiosidad en cada equipo, ahora dirigimos nuestra atención al Este de la Liga Americana, donde el cambio más interesante ocurrió en la mitad inferior de la división cuando la reconstrucción de Baltimore comenzó a dar frutos y el núcleo de Boston comenzó a desintegrarse.

Boston Red Sox

Después de perder a varios de los contribuyentes clave (Xander Bogaerts, J.D. Martinez) del equipo ganador del título en 2018, los Red Sox buscan recargar las armas. Masataka Yoshida es, de una vez, intrigante, trayendo al plato un historial establecido como bateador de contacto y paciencia al estilo de Steven Kwan, pero hay otro nombre con la posibilidad de emerger como una figura central en la nueva alineación de los Red Sox: Triston Casas.

Casas tiene un historial en las mayores apenas un poco más largo que Yoshida: 95 apariciones al plato y 53 pelotas bateadas, pero de esa muestra y su historial en las ligas menores ya podemos sacar algunas conclusiones interesantes sobre el tipo de jugador que es. En 1,305 viajes al plato como profesional, Casas ha recibido base por bolas en el 14.1 por ciento de las oportunidades. Se ubicaría en el puesto 13 entre los jugadores activos con mayor porcentaje de bases por bolas recibidas si todo hubiera ocurrido estando en las mayores, colocándose entre Cavan Biggio y Brandon Nimmo. Esos dos representan lados interesantes de la misma moneda para el tipo de jugador que Casas podría ser: uno es, posiblemente, demasiado pasivo, mientras que el otro es, quizás, el bateador más incómodo del juego para los lanzadores rivales. ¿En qué lado del espectro encajará Casas?

Si se toma la velocidad de salida como el punto de partida, entonces Casas podría estar fallando demasiado por el lado de la precaución:

% de Swing Prom VS Max VS
Nimmo 41.3 89.6 111.9
Biggio 38.1 88.3 109.6
Casas 37.6 86.0 110.5

Ahora, esa tabla proviene de una pequeña muestra de bolas bateadas; Baseball America tenía a Casas con una velocidad de salida promedio de 92 mph (148 kph) en las menores, por lo que es muy posible que tenga más poder para aprovechar. Tendrá que ser un poco más agresivo si quiere lograrlo; solo el 55.8 por ciento de sus apariciones al plato en MLB terminaron con una pelota puesta en juego, lo que lo colocó en el seis por ciento inferior de los bateadores. Los Red Sox esperarán un mayor impacto.

Baltimore Orioles

El equipo sorpresa del Este de la Liga Americana de 2022, los Orioles, tiene un suministro aparentemente inagotable de jóvenes talentos listos para escalar hasta la postemporada. Eso crea una cantidad de nombres emocionantes que podrían darle forma a la temporada del equipo: ¿Qué puede hacer Gunnar Henderson después de su rápido ascenso como el mejor prospecto del béisbol? ¿Cómo seguirá Adley Rutschman a una campaña estelar como novato? ¿Cuál de la próxima ola de bateadores formados en la organización tendrá el mayor impacto a continuación y cuándo? Pero el nombre aquí es un Oriol veterano que vivió su propia explosión en 2022: Anthony Santander.

Al ser capaz de alcanzar una temporada saludable por primera vez en su carrera, Santander cumplió la promesa que había hecho en partes de temporadas anteriores al conectar 33 jonrones, empatado en el cuarto lugar en la Liga Americana. Después de tal bulliciosa fiesta de presentación la pregunta obvia es “¿puede hacerlo de nuevo?”

La respuesta aquí es un rotundo “sí”. Esa no fue una temporada casual: el poder de juego que mostró Santander está respaldado por las métricas subyacentes. No batea la pelota con la mayor fuerza absoluta (está en el percentil 72 en la velocidad de salida promedio), pero le da una oportunidad a cada pizca de esa velocidad al batear casi todas las pelotas hacia el aire. Entre los 317 jugadores que tuvieron 250 apariciones al plato o más, solo 14 jugadores conectaron un porcentaje menor de rodados que la tasa de Santander del 31.4 por ciento. Combina eso con una tasa de ponches del 18.9 por ciento y Santander está presente en cada casilla de la santísima trinidad del bateo moderno: batea la pelota con fuerza, batea la pelota hacia el aire y hace mucho contacto.

Solo mira a los únicos otros bateadores con ponches por debajo del 20 por ciento, roletazos por debajo del 40 % y un slugging aislado de .200+:

Esa es, eh, una muy buena compañía. En 2023 todo dependerá de si Santander puede mantener ese nivel.

Tampa Bay Rays

Si Casas está en un extremo del espectro cuando se trata de poner la pelota en juego, Wander Franco está en el extremo opuesto; solo seis jugadores tuvieron un porcentaje más alto de sus apariciones al plato que terminaron con la pelota puesta en juego. Eso se alinea con los informes de los buscadores de talento que lo acompañaron cuando fue el mejor prospecto en el béisbol durante varias temporadas. Esos informes describieron su sentido sobrenatural para batear y su habilidad para chocar su bate contra casi cualquier pelota. Eso no ha causado mucho daño en las ligas mayores, todavía.

Los primeros dos años de Wander han sido notablemente similares desde la perspectiva de los periféricos

No ha hecho un contacto de alta calidad, pero seguro que sí ha hecho muchísimo contacto. Para dar el siguiente paso, Franco tendrá que empezar a elevar la pelota; hasta ahora, su enfoque ha sido principalmente batear rectas láser hacia la banda contraria, y eso resultó en un promedio de .365 en bolas en juego contra envíos fuera de la zona en su joven carrera. Pero esa estrategia no le da muchas oportunidades de enfrentar la pelota frente al plato, donde se encuentra el poder de los extra bases.

Ese enfoque hace que los bateadores sean más vulnerables a fallar cuando hacen el swing, pero Franco puede darse el lujo de compensar eso mejor que quizás cualquier otro bateador en el béisbol, y su excelente control del barril significa que probablemente aún se ubicará en el 5-10 % superior de bateadores en evitar abanicados.

Toronto Blue Jays

Ningún equipo en el béisbol tuvo más viajes al plato de bateadores diestros que los Blue Jays en 2022. Y George Springer parece cada vez más incapaz de ocupar el jardín central. Así que mataron dos pájaros, ojalá no sean de los azules, con dos piedras cuando enviaron al ex preciado receptor prospecto Gabriel Moreno y Lourdes Gurriel Jr. a Arizona por el receptor, jardinero y bateador zurdo con un poder recién desarrollado Daulton Varsho, y firmaron al jardinero central Kevin Kiermaier.

El guante de Varsho es magnífico, pero puede causar el mayor impacto al agregar otra dimensión a la alineación de Toronto como una fuerza desde el otro lado del plato. Y gracias a los cambios que hizo en 2022, Varsho está en buena posición para hacer precisamente eso. ¿Cuáles cambios? Se ponchó más. Espera, ¿qué? Así es: al enfocarse en su poder de halar la pelota, Varsho vio que sus porcentajes de abanicar y de poncharse aumentaron desde 2021, pero la compensación antes mencionada, la que haría Wander Franco, valió la pena para él, ya que duplicó con creces su total de jonrones:

HR Prom.bateo banda contraria (negativo es jalar la pelota) % Jalado K% DRC+
2021 11 -2.95 38.1 21.3 94
2022 27 -10.8 54.5 24.5 101

Los lanzadores se habrán dado cuenta, por lo que depende de Varsho demostrar que este enfoque es flexible. Afortunadamente para los Blue Jays, hay razones para pensar que ya lo ha hecho .

New York Yankees

Los Yankees tienen un curioso dilema: un cuadro interior con mucha gente y con muy pocas certezas. Eso significa que no hay escasez de candidatos para convertirse en las atracciones principales de los Yankees en 2023. O, al menos, demostrar ser un actor secundario creíble detrás de Aaron Judge. Que Josh Donaldson recupere su forma sería inimaginablemente útil, Oswald Peraza o Anthony Volpe podrían ser los inesperados novatos impactantes, e Isiah Kiner-Falefa podría mostrar por qué Brian Cashman se sintió tan obligado a adquirirlo, antes que a cualquier otro, después de una decepcionante primera temporada con el uniforme de las rayas. La verdadera respuesta, sin embargo, es un nombre familiar: Gleyber Torres.

Después de años como un prospecto promocionado con expectativas poco realistas puestas sobre él, Torres aparentemente se ha convertido en un hombre olvidado. Después de ser calificado como una decepción tras su mala temporada en 2021, Gleyber alcanzó una campaña más que aceptable como uno de los pocos engranajes confiables más allá de Aaron Judge en una alineación tipo montaña rusa como la de los Yankees. Fue uno de los 10 segunda base más valiosos en el béisbol, ya que se recuperó de ser un bate sin poder con solo nueve jonrones en 2021 a ser un fuerte bateador con 24 la temporada pasada. El poder de Torres ha sido algo así como una montaña rusa, medido por jonrones con respecto a porcentaje de bolas puestas en juego:

Tuvo muchos problemas para darle continuidad a su temporada de 2019, apoyada en la turbo-pelota, con 38 jonrones, pero recuperó parte de ese impulso la temporada pasada cuando sobrepasó la tasa de jonrones promedio de la liga después de dos años por debajo de ella. Entonces, ¿cuál será en 2023: el poderoso engranaje clave en la alineación de los Yankees? ¿O el jugador desconcertante e inconsistente que fue parte del problema en los años anteriores? Si es lo primero, los Yankees estarán en buena forma. Si es lo último, no les faltan bateadores prometedores listos para tomar su lugar.

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