¿Estamos ante el fin de algunos veteranos?

Traducido por Pepe Latorre

El tiempo no perdona. En el béisbol estamos muy familiarizados con el impacto del envejecimiento. Para la mayoría de los peloteros esto significa una carrera que empieza a declinar, si es que no está acabada ya, a mediados de los 30. Unos pocos, sin embargo, son capaces de desafiar esa curva de envejecimiento año tras año.

No ha sido el caso en 2022. Salvo para Justin Verlander, que después de la cirugía de Tommy John ha vuelto a hacer cosas de Justin Verlander. Pero en el lado del bateo hay varias caras conocidas de casi 30 años o más que no han estado a la altura. ¿Conseguirán volver a su nivel de años anteriores o el paso del tiempo los ha alcanzado definitivamente?

Nelson Cruz, DH, Nationals

Tratar de predecir el año del declive de Cruz ha sido una chorrada durante la mayor parte de la última década. Cada año desde que cumplió los 30 años parecía que iba a ser el último. Y cada año demostró que los escépticos estaban equivocados.

Esta temporada, sin embargo, aquellos que llevaban ocho años esperando pueden sacar pecho. Cruz tiene siete jonrones en 235 apariciones en el plato, y eso después de una buena racha durante el fin de semana. Estos últimos días han permitido que su desempeño esté por encima del promedio de la liga, pero se supone que Cruz no debe estar en el promedio de la liga. Se supone que es un monstruo ofensivo.

Claro que tiene 41 años (y cumplirá 42 el próximo mes). Nada de esto es una sorpresa. Lo sorprendente es que luchará contra el declive durante tanto tiempo, no que este haya acabado sucediendo. Ya vimos algunas casas raras el año pasado, cuando su OBP cayó a su nivel más bajo desde 2014 y su ISO cayó a su peor nivel desde 2012.

¿Es real? ¿Podemos dar por acabado a Cruz o todavía queda algo en el tanque?

No hay duda de que ha tenido mala suerte durante la mayor parte de esta temporada. Su DRC es de 117 con un merecido OPS de .762. No es lo que esperamos de Cruz, pero es una buena actuación ofensiva. Statcast es aún más agradecido, le da a Cruz un promedio de bateo esperado de .275 y un slugging esperado de .517. Su velocidad máxima de salida todavía es muy buena, y con 113.8 mph se ubica en el percentil 94.

Son buenos números, claramente por encima del promedio, pero no son a lo que Cruz nos tiene acostumbrados. No ha sido raro que esté en el percentil 90 o más en casi todas las métricas de pelota bateada en los últimos años. Una cosa en la que Cruz ha sido particularmente bueno, incluso cuando pasó de los 40 años, es destrozar lanzamientos rápidos. No está pasando este año, las rectas altas le están haciendo mucho daño. Este es su rendimiento contra rectas en el tercio superior de la zona durante los últimos cinco años, según Baseball Savant:

Un marcado descenso en todas las áreas. No hay diferencia entre promedio y slugging, y es que esta campaña Cruz no ha conseguido un solo hit de extrabase contra rectas en el tercio superior de la zona. Es un bajón importante en aquello que lo había convertido en un bateador devastador durante mucho tiempo y sugiere que está teniendo problemas para moverse en la zona.

Cruz, por lo tanto, es una cosa y su contraria: una buena opción para comprar a la baja (aunque el fin de semana puede haber cerrado esta ventana) y una sombra de lo que fue. Espero que rinda un poco mejor durante el resto de la temporada, pero las estadísticas nos dicen que es difícil que vuelva a ser el de años anteriores. En cambio, parece ser un bateador sólido por encima del promedio. Sin embargo, incluso eso podría cambiar si los lanzadores rivales pueden explotar su aparente nueva debilidad contra la velocidad pura

Yuli Gurriel, 1B, Astros

Es fácil olvidar que Gurriel tiene 38 años. La razón es que no debutó en la MLB hasta que tenía los 30 cumplidos. A diferencia de Cruz, su desempeño ha sido más irregular en los últimos años, desde los sorprendentes 31 cuadrangulares de 2019 hasta su posterior colapso y recuperación para batear .319 la temporada pasada.

Al contrario de lo que pasaba con Cruz, no hay muchas cosas que sugieran que Gurriel ha tenido mala suerte. Si necesitas algo de optimismo: el DRC califica el dAVG de Gurriel en .248, lo que claramente es una mejora y al mismo tiempo una gran decepción para un jugador que en las ligas de fantasía se veía como promedio. Statcast no es tan elogioso, con .224. De hecho, con un 14.9% lo único positivo del perfil de Gurriel es su tasa de ponches, que tampoco es tan buena como en años anteriores.

El primera base de los Astros todavía hace mucho contacto, pero es un contacto más débil de lo habitual y su toma de decisiones parece haberse deteriorado. El año pasado Gurriel hizo menos swings que en cualquier momento de su carrera en las Grandes Ligas. Este año, su tasa de swings ha vuelto a subir, pero su tasa de persecución ha subido más de cinco puntos porcentuales, mientras que su tasa en la zona ha aumentado solo dos. Solía ser excelente contra sliders y cambios, pero ha tenido problemas contra ambos lanzamientos este año. Gurriel siempre ha pegado muchos pop ups, pero su tasa de elevados dentro del cuadro ha alcanzado el máximo de su carrera. Está abanicando y fallando más y consiguiendo peores contactos. La guinda del pastel es la dificultad general de la liga para sacar la pelota fuera del parque este año.

¿Algo a lo que aferrarse? La tasa de line drives no es particularmente predictiva y la marca más baja de la carrera de Gurriel bien podría surgir a medida que avanza la temporada. Eso puede ayudar a que su promedio de bateo aumente un poco, aunque el incremento en abanicados y fallos y los problemas con la selectividad no ofrecen muchas esperanzas de que pueda volver a acumular un buen promedio.

Justin Turner, 3B, Dodgers

Turner no ha bateado por debajo del .275 desde su etapa con los Mets, antes de explotar como bateador. Se hace raro verlo batear .215. Es el más joven de este grupo, lo que no es decir mucho si tenemos en cuenta que cumplió 37 años en noviembre.

Hace unas semanas noté que la velocidad de Turner había disminuido más precipitadamente que la de cualquier otro jugador. La velocidad nunca ha sido una parte importante del juego de Turner, pero podría ser un indicador de un declive físico más general. También le lleva casi cinco segundos llegar a la primera base, aún está lejos de Albert Pujols, pero es lo suficientemente lento como para costarle algunos hits.

A parte de esto Turner no parece tan diferente. Su velocidad máxima de salida de 108.9 mph es más alta que su máximo de todos los años desde 2017-2020. Su tasa de ponches del 17.8% es un poco más alta de lo que esperábamos, pero como en el caso de Gurriel es un dato poco relevante. Su xwOBACON es solo 9 puntos inferior al de la temporada pasada, año en el que bateó para .278 con 27 jonrones.

Es posible que Turner, como bateador sin gran poder, se vea especialmente afectado por una pelota que no viaja tan lejos. Ha acumulado 27 cuadrangulares en tres temporadas distintas con los Dodgers. Un regreso a esas cifras parece poco realista en el entorno actual, especialmente porque hasta ahora solo tiene cuatro.

Tanto eso como la disminución de la velocidad son razones para rebajar un poco las expectativas con Turner. Sin embargo, no veo mucho en este perfil que sugiera que está totalmente acabado. Está haciendo contacto a un ritmo típico. Es un poco más agresivo en el plato de lo que hemos visto durante su tiempo como Dodger, pero no de manera dramática. Todavía consigue bases por bolas y se poncha a un ritmo mejor que el promedio de la liga. No es incapaz de golpear la pelota con fuerza, o hacerlo en ángulos productivos. Me parece más como alguien a quien las cosas no le han salido del todo bien. Y… está en la alineación de los Dodgers, así que incluso si ahora es solo un bateador promedio de la liga, las estadísticas de conteo seguirán fluyendo.