Traducido por Pepe Latorre
“Una de las grandes ineficiencias de la historia es que la mayor parte de la misma ocurre sin que le prestemos atención”. Si tuvieras que adivinar de dónde viene esta cita tendrías que tener en cuenta muchísimas posibilidades. Podría ser una frase de Nuestra Ciudad, del Almanaque de Benjamin Franklin o de una película de guerra olvidada hace mucho tiempo. Adivinar solo te daría una remota posibilidad de acertar.
Vivimos en un mundo lleno de posibilidades y nos aferramos con mayor rapidez a las más improbables. Por eso tanta gente juega a la lotería. En el béisbol, siempre buscamos algo espectacular, intentando identificarlo lo antes posible y antes de que sea evidente para el resto del mundo, como el astrónomo que recorre el cielo en busca de un cometa no identificado.
La cita anterior, que podría haber salido de cualquier parte, fue la frase con la que Sam Miller abría un artículo de ESPN. Se publicó el 22 de junio de 2017 y exploraba la posibilidad de que un novato en una racha histórica pudiera algún día romper el récord de cuadrangulares de Barry Bonds. El pelotero en cuestión había establecido un récord de la MLB al convertirse en el jugador que más rápidamente había alcanzado los 22 bambinazos en su carrera, necesitando solo 54 juegos para lograrlo. También fue el primer novato en conectar 10 homers en 10 juegos. A sus 21 años era muy improbable que algún día amenazara los 763 de Bonds, pero nadie había tenido un comienzo tan prometedor, así que ¿por qué no?
Ese pelotero era Cody Bellinger. Terminaría su año de novato con 39 bambinazos y llegó a los 111 con solo 23 años. Bonds solo acumulaba 65 a los 23 años y Henry Aaron registró 110 a pesar de llegar a la Gran Carpa cuando era un año más joven que Bellinger. Sin embargo, ni Bonds ni Aaron tuvieron que lidiar con una pandemia en sus temporadas de 24 años, ni sufrieron una grave lesión de hombro que mermó su poder y les impidió recibir un contrato a los 27 años.
Bellinger ha reinventado su carrera hasta el punto de ser uno de los mejores agentes libres disponibles este invierno. Pero con 225 cuadrangulares a los 30 años no amenaza con romper más récords. Pero el artículo de Miller nos recuerda que hubo una posibilidad real. ¿Qué dice eso del joven de 21 años que conectó 45 homers en 2025?
Junior Caminero era uno de los mejores prospectos del béisbol no hace mucho tiempo gracias a su inmenso potencial de poder. Tras algunas incursiones en la MLB a los 19 y 20 años, jugó su primera temporada completa el año pasado, bateando .264/.311/.535 con un DRC+ de 128 y esos 45 palos de vuelta entera antes mencionados. Es una cantidad de vuelacercas casi sin precedentes para alguien tan joven. El único jugador con más de 45 a los 21 años o menos fue Eddie Mathews, que bateó 47 en 1953.
Mathews terminó su carrera con 512, lo que supone solo el 67% del récord actual, pero más que suficiente para ser miembro del Salón de la Fama. Dado que él es el único punto de referencia sobre el potencial de Caminero a tan temprana edad, se podrían establecer las mismas expectativas para él, pero una muestra de un solo jugador es un punto de referencia muy pobre para una comparación.
Caminero cuenta actualmente con 52 cuadrangulares en su carrera, lo que lo convierte en uno de los únicos 18 peloteros con al menos 50 a los 21 años. El récord pertenece a Mel Ott, con 86, y que terminó su carrera con 511. En segundo lugar, con 84, está Tony Conigliaro, que terminó con 166, lo que ilustra la multitud de posibilidades. Aun así, entre los otros 17 peloteros que conforman la lista se incluyen ocho miembros del Salón de la Fama (Ott, Mathews, Frank Robinson, Ken Griffey Jr., Al Kaline, Mickey Mantle, Ted Williams y Orlando Cepeda) y cinco jugadores aún activos que tienen muchas opciones de llegar al Salón de la Fama algún día (Juan Soto, Ronald Acuña Jr., Mike Trout, Giancarlo Stanton y Bryce Harper, quien también lidera la Liga en desangrados).
Los 12 peloteros de la lista que han completado sus carreras tienen un promedio de 465.7 jonrones y una mediana de 511.5. Son números increíbles, por lo que la mayoría de ellos están en el Salón de la Fama. Los únicos cuatro que no están en el Salón de la Fama son Alex Rodríguez (ya saben por qué), Andruw Jones (entre las opciones de este año), Conigliaro y Bob Horner.
Caminero cuenta con una compañía excepcional, pero eso no lo convierte en un candidato seguro para el Salón de la Fama a su edad. En primer lugar, situaciones como las de Conigliaro y Horner son posibles. Ambos vieron sus carreras truncadas por lesiones. Además, no es un pelotero tan completo como cualquiera de los otros 17. El promedio de embasado promedio de los peloteros de la lista hasta los 21 años fue de .366. El de Caminero es de solo .307, 12 puntos por debajo del segundo peor, que fue Andruw Jones. Jones, a cambio, aportó mucho valor como uno de los mejores fildeadores de la historia, algo que Caminero definitivamente no es. El tercer promedio más bajo fue el de Horner (.332).
El problema, que en realidad no es un problema, es que batea con demasiada fuerza. Su velocidad promedio de swing de 78.6 mph fue la segunda en el béisbol, solo superada por las 78.8 de Oneil Cruz (lo cual no le ayudó mucho al propio Cruz). Su control del bate es deficiente debido a su velocidad de swing, y aunque su tasa de contacto en la zona es del 84.2% (perfectamente aceptable), le cuesta elevar la pelota. Tiene un ángulo de bateo del 27.7%, que se ubica en el segundo percentil. En otras palabras, batea la pelota increíblemente fuerte, pero a menudo son rodados. Esa es una de las razones por las que logró 31 dobles matanzas, cinco menos que el récord de Jim Rice en una sola temporada.
Dicho esto, no debería reducir su excepcional velocidad de bateo bajo ningún concepto. ¡Este amigo conectó 45 cuadrangulares! Lo que sea que está haciendo está funcionando. Cuando conecta una bola en el ángulo correcto, sin importar la dirección, la manda fuera del estadio. Mirando su tabla de palos de vuelta entera no se puede distinguir si batea como derecho o como zurdo.
Caminero se incluyó en otra lista el año pasado al recibir solo 41 bases por bolas. Se convirtió en el décimo jugador con 45 home runs en una temporada y menos bases por bolas que homers (Juan González lo hizo dos veces). Esta lista también incluye nombres impresionantes, incluyendo dos miembros del Salón de la Fama (Cepeda y Andre Dawson) y cuatro MVP (Dawson, Cepeda, González y George Bell). Los siete jugadores retirados en esa lista tienen entre 265 y 442 cuadrangulares en su carrera, con un promedio de 382.4 y una mediana de 399.
Su relativamente pobre habilidad para embasarse le da más similitudes con los jugadores de la segunda lista que con los de la primera. Hay muchos jugadores con muy buenas carreras, Eugenio Suárez y Salvador Pérez (por citar dos en activo), pero pocos excelentes. Ninguno logró mantenerse en la cima lo suficiente como para alcanzar los 500 homers, y mucho menos amenazar los 762 de Bonds. Su tasa de bases por bolas y su propensión a los rodados lo hacen más parecido a Suárez que a Mathews, hasta el momento.
Es cierto que la mayor parte de la historia ocurre sin que prestemos atención, pero también es cierto que la buscamos a pesar de las remotas posibilidades de presenciar algo. Si Caminero tuviera una trayectoria similar a la de cualquiera de los jugadores mencionados (Bellinger, Mathews, Cepeda, Suárez…), valdría la pena seguirlo. ¿Se acercará eso al récord de Bonds? Casi seguro que no, pero estemos atentos por si acaso.
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