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Image credit: © Daniel Kucin Jr.-Imagn Images

Traducido por Marco Gámez

Los Pittsburgh Pirates intercambian al LD Johan Oviedo, al LZ Tyler Samaniego y al C Adonys Guzmán a los Boston Red Sox por Jhostynxon García y el LD Jesús Travieso.

Los Boston Red Sox designan para asignación al LD Cooper Criswell.

Si bien podría sorprender al observador casual saber que los Pirates tienen un excedente de talento en alguna parte del diamante, este intercambio muestra a cada organización negociando peloteros de posiciones en las cuales tienen profundidad. Los Red Sox cuentan con una abundancia de jardineros bajo control salarial, incluso después de este intercambio, y están felices de agregar más profundidad en el pitcheo después de las salidas de Lucas Giolito y Dustin May a la agencia libre.

Es probable que Oviedo no ingrese de inmediato a los cinco abridores de Boston, pero podría encontrar otro engranaje como relevista, servir como profundidad para la rotación, como “multiuso”, o probablemente ser una combinación de los tres. Con mucha habilidad, pero pocas entradas y resultados, los Red Sox son un lugar apropiado para que Oviedo aterrice, dado su reciente éxito en el desarrollo de lanzadores. Sin embargo, no está claro de inmediato qué podrá extraer Boston del derecho, que lanza sus envíos secundarios la mayor parte del tiempo, con su slider y curva representando el 48% de su uso de lanzamientos en 2025. Podría, tal vez, beneficiarse de una mayor diferenciación en el movimiento entre sus dos pitcheos quebrados, o quizá beneficiarse de un cutter intermedio, ya que actualmente todo lo que lanza con velocidad se mueve hacia el lado del brazo y todo lo que gira se mueve hacia el lado del guante.

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El StuffPro de -0.8 en su recta el año pasado fue la primera vez en su carrera que obtuvo calificaciones por encima del promedio en ese lanzamiento (negativo es bueno porque significa que evitó carreras), pero con 6 pies 6 pulgada (1.98 m) de estatura y una extensión considerable, no sería sorpresa que ese desarrollo se mantuviera. Aun así, a pesar de una efectividad lo suficientemente consistente en sus nueve aperturas posteriores a la cirugía Tommy John el año pasado, su elevada tasa de boletos genera métricas subyacentes más preocupantes (122 DRA-, 5.01 FIP). La calidad de sus lanzamientos es, en última instancia, menos problemática que la frecuencia con la que puede ubicarlos en la zona.

Para Pittsburgh, es evidente que necesitan encontrar más ofensiva, y con García obtienen esos dulces, dulces años pre arbitraje que tanto les gustan en los intercambios. El costo de Oviedo no es insignificante, pero con Bubba Chandler destacando en su debut a final de temporada, Jared Jones regresando a la salud, y Braxton Ashcraft, Mike Burrows, Hunter Barco y Thomas Harrington todos en la plantilla de 40 jugadores, tienen la profundidad necesaria para desprenderse de un brazo.

García ha recibido una atención considerable, al menos en parte debido a su nombre poco común y a su simpático apodo “La contraseña”. Es posible que esa notoriedad haya exagerado su calidad como prospecto, pero sigue siendo un jugador intrigante. Le encanta abanicar, y si batearas tan bien como él, también lo harías. La clave será cuánta frecuencia de contacto logre finalmente. A pesar de una línea ofensiva muy llamativa en Triple-A, con el equipo de Worcester, su porcentaje de contacto en zona cayó a los 70s altos y su tasa de persecución subió a mediados de los 30s. No son sentencias de muerte, pero sí señales de que el piso podría desmoronarse. Cuando hace contacto, es fuerte; registró una EV90 de 106.1 mph (171 kph) en clase Triple-A durante su breve pasantía por MLB. Tomaré prestado un análisis de Ben Spanier en el momento de su ascenso a las mayores:

El swing de García es rápido y violento, pero controlado, y no desperdicia swings (de forma positiva). Su velocidad contra rectas permite un adecuado porcentaje de batazos jalados, y ha producido todos esos cuadrangulares recientes a pesar de la tasa de elevados más baja de su carrera. Ha mostrado cierta vulnerabilidad ante lanzamientos secundarios de nivel superior, y no es difícil imaginar un período de ajuste integral contra los lanzadores de Grandes Ligas. Por ahora, digamos un bateo ligeramente por debajo del promedio/poder ligeramente por encima del promedio, con margen de movimiento en ambas direcciones, en ambas herramientas. A la defensiva posee la capacidad atlética de un jardinero de esquina capaz, y últimamente ha pasado más tiempo en el jardín derecho, aunque jugó la mayoría de sus entradas en el central.

Hay bastante riesgo en ese informe, pero es un riesgo que Pittsburgh necesita asumir en este momento. No han tenido éxito desarrollando bateadores propios hasta ahora, especialmente en los jardines, y Oviedo es un precio razonable por el potencial que ofrece García.—Craig Goldstein

Cincinnati Reds vuelven a firmar al LD Emilio Pagán con un contrato de dos años y $20 millones de dólares, con opción de rescisión después del primer año.

Esta parte del artículo es interactiva y tiene preguntas para jugar. ¿Cuántos años lanzó Emilio Pagán con los Tampa Bay Rays? Fue, indiscutiblemente, el punto más alto de su carrera, cuando irrumpió en la escena y de inmediato en un rol de alta importancia en el cuerpo de relevistas de Tampa Bay. ¿Cuánto duró esa época? ¿Dijiste dos años? ¿Tres? ¿Un mandato presidencial? Pues lo siento, fue solo una sola temporada, 2019. Un año, 66 juegos, y luego Pagán salió de Florida tan rápido como llegó. No hay duda de que esa temporada fue la mejor del lanzador de 35 años, según casi cualquier métrica: DRA- (73), tasa de ponches (36%), tasa de boletos (4.9%), ERA (2.31), lo que digas…solo no menciones la tasa de cuadrangulares; el 4.5% de Pagán está por encima de su marca de carrera, aunque no por mucho.

Una verdad de la vida, y una gracias a la cual muchos relevistas alimentan a sus familias, es que bastantes cosas nunca volverán a ser tan buenas como alguna vez fueron, pero aun así deben experimentarse. El período de dos años de Pagán en San Diego (el primer tramo multianual con un mismo equipo para un derecho que se ha convertido en un monógamo habitual en Cincinnati) fue complicado, pero las métricas periféricas se recuperaron en su primer año en Minnesota (2022). Aunque una tasa de cuadrangulares mínima en su carrera permitió que Pagán registrara una efectividad que comenzaba con dos en la siguiente temporada, también tuvo una tasa de ponches mínima en su carrera en 2023, lo que generó sorpresa cuando Cincinnati garantizó dos años mientras Pagán entraba a mediados de los treinta años.

El primer año de Pagán como miembro de los Reds parecía confirmar esas preocupaciones, con casi la mitad de la temporada perdida por dos pasantías en la lista de lesionados y ofreciendo menor velocidad cuando estaba disponible. Sin embargo, el resistente Pagán volvió a estar saludable en 2025 y su recta también hizo el viaje de regreso. Por solo la tercera vez en su carrera, Pagán superó una tasa de ponches del 30%, y la segunda mejor en suerte con las bolas bateadas de su carrera en MLB (adivina cuál temporada fue la primera) lo ayudó a tener su campaña más exitosa exceptuando ese idílico verano en Tampa Bay. No es exactamente probable que Pagán genere otro BABIP de .200, aunque sí aumentó su ángulo de soltar la pelota y provocó muchos elevados al cuadro el año pasado; ha sido un lanzador de extremos durante toda su carrera, y la técnica de provocar elevados fáciles o elevados largos subraya eso.

Aunque la calidad del contacto que permite Pagán suele variar anualmente, según DRA- ha terminado por encima de 90 y por debajo de 100 en cada una de las últimas tres temporadas. Lo más probable es que se ubique en algún punto entre esos polos nuevamente. O colapse, como tienden a hacerlo los lanzadores de alrededor de 35 años de edad. Si tiene una buena temporada, Pagán volverá a la agencia libre el próximo año. Si tiene una mala, no optará por salir. ¡Los contratos!—Ginny Searle

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