Traducido por Marco Gámez
La situación: Los Pirates una vez más, a medida que la temporada llega a su fin, se encuentran en la parte baja de la tabla de posiciones de la Liga Nacional (aunque no completamente en el fondo, gracias a los Rockies), y la costa ahora está despejada para que su principal prospecto entre los lanzadores adquiera experiencia en las Grandes Ligas sin comprometer su elegibilidad de novato para la próxima temporada.
Antecedentes: Conocí lo extraordinario de Bubba durante la primavera de 2023. La historia que precedió a su explosión como jugador se ha contado muchas veces: fue seleccionado en la tercera ronda de 2021 y con un bono de $3 millones de dólares para que no asistiera a la universidad, era promocionado como un jugador que podía lanzar y cubrir otra posición, pero dejó de batear después de su primera experiencia con los profesionales. Logró una efectividad de 4.75 y 120 ponches en 106 entradas en clase A-alta con el equipo de Greensboro esa temporada, pero los números superficiales en general difícilmente cuentan todo lo que pasó. Chandler estuvo bien ese abril, pero tuvo grandes problemas en mayo y junio, entrando en julio con una efectividad de casi 7.00. A partir de ahí, cambió de rumbo, colocando su relación de carreras limpias permitidas por debajo de 3.00 durante el resto de la temporada, mientras que una slider muy mejorada emergía como un arma secundaria legítima.
El perfil realmente cobró fuerza en 2024, con sus herramientas subiendo uno o dos niveles y la producción más consistente que nunca: efectividad de 3.70 y 94 ponches en 80 y ⅓ entradas en Doble-A con el equipo de Altoona, y una marca de 1.83 con 54 ponches en 39 y ⅓ entradas en Triple-A con Indianápolis. Continuó donde lo dejó para comenzar 2025, con un 1.33 en abril y un 2.54 en mayo que se disparó rápidamente a 8.53 en junio. El joven de 22 años se recuperó un poco en julio, pero volvió a tener problemas en agosto. No hay manera de resumir concisamente sus últimos tres meses de registros de juego: a veces tiene una apertura corta con muchas bases por bolas, a veces una más larga con varias carreras, y ocasionalmente hay una expresión clásica de dominio.
Reporte de los visores: Escribí el segundo de mis análisis sobre Bubba en parte como preparación para una convocatoria a finales de primavera a principios de esta temporada. O eso pensé. Las cosas comenzaron a dar un vuelco poco después de su publicación, pero antes de eso parecía tener un perfil de lanzador de poder claramente definido y de primer nivel. Es un atleta de élite (mención obligatoria es la beca de fútbol ofrecida por Clemson) que lanza gasolina con una forma de soltar la pelota generalmente suave y casi exagerada. La recta tiene un giro hacia arriba y se comporta excepcionalmente bien, rondando las 97-98 (156-158 kph) y proyectando al menos el doble de plus. He tenido dudas sobre la fuerza de sus envíos secundarios, que incluyen una slider con giro a más de 85 mph (137 kph), un cambio ligeramente por encima de las 90 mph (145 kph) y una curva un poco por encima de las 80 (129 kph), pero históricamente todos han funcionado bien acompañando al lanzamiento número uno y a menudo mostraban destellos por encima del promedio o mejor; tal vez la slider una noche, el cambio otra.
A pesar de que la forma de lanzar es agradable a la vista, el control y el comando nunca han estado a la altura del estándar establecido por sus herramientas, pero la tasa de boletos del 8.1% que logró en Doble-A la temporada pasada, e incluso la marca del 9.4% combinada con una tasa de ponches del 34% en siete salidas al final de la temporada en Triple-A, son mucho más aceptables que la tasa del 12% que está flotando esta temporada. La tasa de ponches también ha disminuido, casi a 25, a medida que avanza el 2025. Chandler simplemente no ha podido pasar la pelota por encima del plato al ritmo necesario, y cuando llega a la zona recibe un choque más fuerte con el bate. Su arsenal tiene suficiente octanaje como para que no tenga que pintar las esquinas del plato, pero necesitará que más envíos caigan en la zona para tener éxito.
Futuro inmediato en las Grandes Ligas: Como se ha informado en diferentes medios, los Pirates están planeando utilizar a Chandler como un “relevista largo” mientras se aclimata a las Grandes Ligas, antes de presunta y eventualmente transferirlo a la rotación, como lo hicieron hace poco con Braxton Ashcraft.—Ben Spanier
Impacto en equipos de fantasía: Si los Pirates tienen un plan, no estoy seguro cuál sería. La llegada de Chandler a las Mayores se produce varios meses después de lo que parecía apropiado, hasta el punto que sus herramientas se han amontonado, y ahora será mudado a un nuevo rol a pesar de haber iniciado todos los juegos en los que apareció desde el 27 de julio de 2024, y en todas menos cuatro de sus 89 apariciones profesionales, es tan complicado que es difícil ser optimista. Si Braxton Ashcraft es el modelo (y con el debido respeto para él, pero eso también sería extraño), no habrá mucho que ganar al incluir a Chandler en la recta final. Hasta la aparición más reciente de Ashcraft, estaba limitado a 3 y un tercio de entradas por juego desde el momento en que fue llamado a Grandes Ligas a fines de junio. Eso significaría que el atractivo inmediato de Chandler en realidad solo se limita a las ligas que te alientan a incorporar relevistas que no sean cerradores. Si ese es tu caso, felicitaciones. Si no es así, diviértete comprobando cómo se ven las cosas y soñando cómo serán en 2026. Esperemos que los Pirates no lo hayan dañado para siempre.—Tim Jackson
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