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Image credit: Orlando Ramirez - USA TODAY Sports

Traducido por Carlos Pérez

Myers entró en la temporada 2011 como el 13º mejor prospecto según el Top 101 de BP. Acto seguido, los Kansas City Royals lo enviaron a los Rays en el Traspaso de Wil Myers, que se convirtió en el Traspaso de James Shields, que finalmente se convirtió en el Traspaso de Wade Davis. Dos años después, Myers se marchó al oeste, a San Diego, en el Traspaso de Wil Myers, que también fue reseñado como el Fichaje de Steven Souza, antes de que se convirtiera en el Traspaso de Trea Turner.

El antiguo Mejor Novato del Año jugó a buen nivel con los Padres, y recibió una extensión como la nueva cara de una franquicia en reconstrucción. Registró un puñado de buenas campañas, si no geniales. En términos de fantasía, fue incluso mejor que en la vida real, gracias a los 61 robos en 2016-2018. Myers sumó a esa velocidad producción sólida de poder al plato.

En 2019, bueno… Descarriló. Myers apareció en 155 juegos, y registró una línea de bateo de .239/.321/.418, pegando solo 18 jonrones y ponchándose más de un tercio de las veces. Robó 16 bases, pero le llevó 23 intentos, lo que probablemente le costaron la luz verde en los últimos meses. Además, los Padres llenaron su outfield de jugadores durante y después de la temporada 2019, lo que dejó en interrogante el rol de Myers con el equipo. Se acercaba rápidamente al territorio del “Bate Caro en el Banquillo”.

EXPECTATIVAS PARA 2020
Eh, ¿no muchas?

Antes de la temporada, teníamos a Myers firme en el medio del nivel de dos estrellas junto a sus jardineros, y eso fue después de que le hubiéramos puesto una sola estrella. Según NFBC ADP, Myers fue el 75º jugador seleccionado, solo por detrás de jugadores como Randal GrichukNiko Goodrum, pero ligeramente por delante de Sam Hilliard y Shogo Akiyama. Es justo decir que la etapa de Myers había pasado.

Sus problemas se acrecentaban con los Padres, también. En 2019, Myers hizo solo 25 apariciones como bateador emergente. Salió del banquillo con más asiduidad que en toda su carrera en total. La tendencia seguía en descenso para el antiguo prospecto de lujo. Myers hizo contacto en menos del 78% de los lanzamientos en la zona, siete puntos porcentuales peor que el promedio de la liga, e hizo contacto en menos del 69% de los envíos totales (otro punto bajo en su carrera). En resumidas cuentas, Myers tenía un promedio de bateo por debajo de .240, la peor ratio de strikeout de su carrera, y una producción total de carreras pobre a pesar de jugar 155 juegos. Para empeorar las cosas, hizo estos números bateando .344 en bolas en juego. Nada bien.

El valor de Myers antes de la temporada 2020 estaba basado principalmente en su habilidad para robar potencialmente 15 bases, un lugar extraño para un tipo que una vez fue aclamado como bateador de poder. Si Myers no corría, se arriesgaba a no ser drafteado en las ligas de fantasía. Si corría, podría quedar ligeramente por encima de los mediocres.

QUÉ PASÓ EN 2020
¡Myers jugó muy bien!

Apareció en 55 de 60 juegos, y el jugador de 29 años bateó .288 con un OPS de casi 1.000 en 218 viajes al plato. Recortó casi tres puntos porcentuales de su ratio de swing y strike, lo que hizo bajar su ratio de strikeout a un asequible 26% (lo cual no es genial, pero al menos no es uno de los peores de la liga). Sus ratios de contacto regresaron a sus números habituales en su carrera, y persiguió menos del 26% de los lanzamientos fuera de la zona, un número mejor que todos excepto 29 bateadores en la liga. Estas mejoras le llevaron a pegar menos rodados, menos elevados, y una ratio de contacto sólido en el percentil 93º del béisbol.

Según los Valores de la LN de Mike Gianella, Myers valió $28 en 2020, un dólar menos que Ronald Acuña, Jr. Fue la 14ª mejor marca para cualquier bateador en el Circuito Viejo. Quizás el desarrollo más interesante para Myers respecto a su valor: su éxito no fue debido al robo de bases. Por primera vez desde 2015, Myers no consiguió dobles dígitos en bases, robando apenas un par de ellas en tres intentos. Mucho de ese valor fue debido a su promedio de bateo y su bateo en la mitad del orden de la tercera mejor alineación del béisbol (según DRC+).

Myers destruyó las bolas con caída. Vio pelotas con efecto solo un poco por encima del 34% del tiempo en 2020, una ratio más alta que en cualquier año previo de su carrera desde su temporada de novato en 2013. Frente a 287 bolas con efecto, Myers pegó .308 y su slugging fue de .723, con siete de sus 15 jonrones. Antes de 2020, Myers pegaba apenas .196 contra esos lanzamientos, y su mejor porcentaje de slugging previo fue solo de .418.

EXPECTATIVAS PARA 2021
El hecho de que Myers haya realizado una temporada tan productiva sin correr fue una de las sorpresas de estas recapitulaciones del año. Podría ser un indicador de que mientras los robos son escasos, también lo es el promedio de bateo. Y si el promedio de bateo puede ser acompañado por estadísticas acumulativas no basadas en la velocidad, bueno, eso sería un acontecimiento. Lo hemos dicho mucho este año (y Seguro que lo escuchas mucho más esta postemporada) pero es muy difícil considerar el 2020 con la muestra de 60 partidos. Hemos visto mucha producción de Myers en varios períodos, pero no le hemos visto batear consistentemente por un período extenso de tiempo.

También, una de las cosas buenas sobre un tipo con un conjunto diverso de habilidades, como Myers, es que puede ser valioso en diferentes maneras. Si no es, digamos, el mejor Barry Bonds contra las bolas con efecto, eso está bien. Debería ser capaz de ver algo de su velocidad de nuevo en las bases (todavía en el percentil 85º en velocidad de sprint). No estoy seguro de esperar un promedio por encima del .280 la temporada próxima, pero no necesita hacer eso para tener éxito en las ligas de fantasía. Me sentiría cómodo proyectándolo como un jugador que batea .265 y pega 25 jonrones y roba 12-15 bases, mientras aguanta en las categorías de producción de carreras. Eso es un jugador que aporta mucho en la fantasía.

Otra cosa a considerar. Mucho se ha dicho sobre las personalidades contrarias de Myers y el antiguo piloto de los Padres, Andy Green. Bueno, uno de esos dos se ha ido, y desde entonces, el otro ha bateado .284/.347/.591. Solo digo eso.

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