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Image credit: Mike Dinovo-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Una de las razones ostensibles por las que estamos haciendo todo esto, esto del béisbol, es que es importante sentir que nuestras vidas normales siguen vivas en algún lugar. Claro, están todas encerradas en catedrales y gigantescos cobertizos de metal, ofreciendo sólo una vista por una rendija, puntualizada con aplausos pregrabados. Pero los deportes del siglo XXI son sólo acerca de los deportes reales en nombre nada más, por lo que gran parte de nuestra atención se dirige a la pospartido, la temporada invernal, el periódico de la mañana. El béisbol especialmente es una cadencia, una ceremonia, y como todos los otros deberes ceremoniales, hay un fundamento en su repetición.

En un año normal, el béisbol parece llamar a la primavera, y no al revés, para cubrirse con sus ritos y colores pastel. Entre esos rituales está el arte de la predicción, consagrado por el tiempo. La bendición de la pretemporada, cada uno toma lo que ha aprendido y lo envuelve, las abanicadas tardías y los brazos mallugados y los tramos calientes y las batallas de posición, las esperanzas internalizadas, y los envuelves en un resumen final. A menudo es simple: este es el año en que mi equipo gana la Serie Mundial, o si eres un aficionado de los Mariners, este es el año en que mi equipo me hace creer que es posible ganar la Serie Mundial.

Las predicciones son esencialmente inútiles; en 2020, el doble. También son igualitarias. Divierte mucho poder acertar el futuro, por eso el negocio de los deportes de fantasía vale, de forma conservadora, unos $6 mil millones de dólares. Pero no puedes empezar a adivinar cosas al azar; tienes que hacerlo de la manera correcta. Aquí, entonces, te ofrezco una guía sobre cómo realizar predicciones sobre béisbol.

Haz que tu predicción sea verificable, tanto en términos de factibilidad como de responsabilidad. Por favor, hazlo por mi bien. Miro la cuenta de Twitter de BP, especialmente después de que PECOTA se publica y hay cientos de respuestas que dicen algo así como “LOL no sabes na de na mi ekipo ba ganar 95 partidos, lerdo”, siempre “escritos” cuentas con números al final, nunca logrando explicar dónde se debe apostar por ello. Ese publicación puede o no estar formada por un equipo de expertos, ya que la experiencia y la sabiduría en general es una fuerza incremental. Pero si vas detrás de personas que ponen sus predicciones en piedra, pon las tuyas en piedra, o al menos donde la gente pueda encontrarlas. Es fácil ir detrás de una figura pública y luego olvidarte de pagar tus deudas cuando resultan ser correctas.

En una línea similar de razonamiento, deberías hacer predicciones que la gente pueda verificar. No uses el truco psíquico del escenario de lanzar las generalidades. Nada de predicciones de “este tipo va a ser bueno”. Tenemos tantas medidas maravillosas y precisas. Úsalas.

No hagas una predicción tan segura que haga perder el tiempo de la gente. Podrías apostar que Jacob deGrom ganará el Cy Young de la Liga Nacional, pero dado que lo ha ganado dos veces seguidas, ¿es realmente tan interesante? O recordar que deGrom, el favorito prohibitivo, no es el favorito en realidad, comparado con el resto, pero eso tampoco es jalada. Además, nadie apuesta por el “resto” en el béisbol, a menos que la apuesta se centre en odiar a los Yankees. Dicho esto, no hagas una predicción tan descabellada que aunque se cumpla, parezca una adivinanza. No lo hace mejor, y se parece al tipo que se graba a sí mismo haciendo un tiro de media cancha, cortando quién sabe cuántas tomas.

El punto dulce de una predicción está en el rango del 2 a 5%. Cinco por ciento es honestamente donde la percepción humana de la probabilidad se dispara; cualquier cosa menos que eso, ya sea 1 de cada 100 o 1 de cada 1,000,000 se reduce a “imposible”, por frustrante que pueda ser para los epidemiólogos y actuarios. Las únicas predicciones buenas son las predicciones audaces.

No hagas sólo una suposición; haz una historia. Las mejores predicciones son como la ciencia ficción: retratan el futuro de una manera que dice algo sobre el presente, y qué elemento de la naturaleza humana o la sociedad nos llevó a ese punto final. Por eso a todo el mundo le encanta un viejo tweet de Dril; son divertidos por sí mismos, pero la forma en que anticipó el discurso en línea, y lo desnudó hasta los huesos—no después, como algún segmento burlón del Daily Show, sino antes—es lo que los hace increíbles.

Las predicciones verdaderamente clarividentes son las que entienden el presente. Encuentran un solo hilo, un cambio en las reglas o la oportunidad de una tendencia o simplemente el efecto de alguna causa imprevista, y simplemente siguen esa línea de razonamiento hasta su conclusión lógica. En realidad no es tan complicado. Todo lo que tienes que hacer es entender el mundo con perfecta claridad. O tal vez sólo un pequeño rincón de él, sólo por un momento.

Dicho lo cual, voy a intentar seguir mis consejos y realizar un par de predicciones sobre la temporada 2020 de las Grandes Ligas, basándome en una sola premisa: que el corto periodo del “campamento de verano” 2020 alterará la manera en que la temporada se jugará. Específicamente, dos repercusiones latentes:

  • Debido a la premura para llegar al Día de Apertura, los bateadores estarán más avanzados que los lanzadores por un par de semanas (efectivamente el 25-30% de la temporada).
  • Por esa misma razón, así como las interrupciones comunes y la necesidad de entrenarse en casa, veremos un incremento dramático de lesiones: brazos “muertos”, isquiotibiales inflamados, tendinitis.

Por favor, ten en cuenta que las siguientes afirmaciones no son una garantía; no creo ni siquiera que el efecto sea particularmente notable. Pero hay alguna posibilidad, y en base a esa posibilidad, hay algunas conclusiones naturales que se sitúan bastante bien en el territorio de la predicción audaz.

  • Un relevista ganará el trofeo Cy Young. Han pasado 17 años desde que Eric Gagne se llevó el trofeo a casa, y una generación desde mi propia infancia, cuando un relevista lo ganaba cada par de años entre 1977-1992. Pero con los abridores menos preparados, y cada juego individual más vital, los mánagers se apoyarán en los relevistas esta temporada, y la discrepancia de WARP que ha sobresalido desde que la estadística subió en popularidad debería reducirse en 2020. Voté por Hader en la encuesta de nuestra publicación.
  • Los equipos con bullpens fuertes tendrán una ventaja considerable, y los equipos con rotaciones débiles serán castigados menos que de costumbre. Sorprendentemente, este no es un cambio tan grande como se esperaría; hay pocos equipos este año con excelentes ofensivas y abridores terribles, ya que la Década del Tanking nos ha dejado con buenos equipos buenos en todo y malos equipos malos en todo. Aún así, algunos equipos están siendo probablemente subestimados por los sistemas de proyección, que asumen un peso normal de carreras anotadas a carreras en contra. Esto significa que los Twins y los Red Sox, y en menor medida los Blue Jays y los Angels, podrían superar las expectativas.
  • Vemos la primera derrota voluntaria en 43 años. Esto se debe en parte al esperado desgaste por lesiones, y más bien un reconocimiento de que la Liga se ha dirigido hacia aquí, cuidadosamente, durante añ El auge del jugador de posición-lanzador es, a su manera, una derrota suave, ya que los equipos se han vuelto cada vez más cautelosos sobre la relación entre el valor del desgaste del brazo de un relevista y el de jugar béisbol competitivo en la sexta entrada de un juego de pelota con marcador de 13-1. Pero a medida que una temporada difícil se acaba, y algunos equipos sin esperanzas se enfrentan a otra derrota, se darán cuenta: nadie pagó dinero para estar aquí. En realidad no tienen que seguir haciendo esto. Pueden simplemente… empezar de nuevo mañana, y nada cambia realmente, excepto que todos están un día más frescos.

Las predicciones son inútiles, pero también son buenas para el alma. Te dan una oportunidad de vivir en el futuro por un momento. Y dada la situación actual, no es difícil entender el por qué es tan atractivo esto. Pero también nos dan la oportunidad de la introspección, contar con nuestras bendiciones y recordar que en el futuro, todo es posible. Excepto el que los Mariners ganen la Serie Mundial. El futuro es infinito, pero no tan infinito.

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