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Image credit: Noah K. Murray - USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

La temporada 2018 vio el despunte de dos cerradores, despuntes tan espectaculares que les llevó a ambos a la cúspide de las clasificaciones de equipos de fantasía. Su sorprendente actuación llevó a muchos propietarios de equipos de fantasía luchando para llevarse uno de estos únicos brazos de bullpen.

Uno de esos relevistas fue Blake Treinen, a quien Kevin Jebens cubrió en detalle el miércoles. El otro fue Edwin Díaz, quien ofreció un poquito más que Treinen en algunos aspectos, mientras que en otros lastimó aún más a los propietarios. Echemos un vistazo a cómo el 2019 salió mal para el cerrador de los Mets.

Expectativas para 2019

Díaz fue claramente el relevista número 1 en el tablero durante el draft, incluso situándose dentro de los 50 mejores jugadores en promedio en algunos formatos y apenas fuera de él en el resto. Una posición de tan alto draft también significó que Díaz fuese tratado como un lanzador del top-15 general, adelantando a Clayton Kershaw a ese lugar, saliendo por delante de Stephen Strasburg y Jack Flaherty, y situándose justo detrás de James Paxton.

En otras palabras, el cerrador de los Mets fue reclutado para hacer más o menos lo que hizo en 2018: ofrecer proporciones de élite al mismo tiempo que ponches en tres dígitos con muchos salvamentos. PECOTA también estuvo de acuerdo, proyectándolo para un ERA inferior al 2.00 y un WHIP inferior al 1.00. No es sorprendente para un lanzador que ponchó a más del 44% de los bateadores que enfrentó la temporada anterior.

¿Qué ocurrió en 2019?

Sus proporciones estuvieron lo más lejos posible de la élite, en particular en ERA, las cuales casi se triplicaron, llegando a 5.59 justo cuando Díaz fue destruido por palos de vuelta entera, regalando 15 en sólo 58 innings. Su tasa de bases por bola del lanzador de 25 años también aumentó a casi 9%.

Casi tan dañino fue el hecho de que Díaz perdió lo que parecía ser un control férreo sobre el rol de cerrador. No registró un sólo salvamento desde el 15 de agosto hasta el último día de la temporada. El dominio de Seth Lugo también tuvo algo que ver con eso, especialmente en la segunda mitad. Su coequipero registró 48 ponches y sólo tres caminatas en la segunda mitad con un ERA de 1.96, y Lugo le quitó seis salvamentos a Díaz.

Díaz también dejó su slider en la zona de strike más a menudo que en 2018, en particular colgándolo en el corazón de la zona, donde fue castigado en múltiples ocasiones. Su bola rápida en la zona tampoco funcionaba, ya que los bateadores fueron mucho más exitosos en los lanzamientos en el centro después de no haber registrado ningún hit de extra bases en el tercio superior de la zona la temporada pasada. Sus puntos de salida cada vez más separados pueden haber ayudado a los bateadores a identificar los lanzamientos un poco más fácilmente que antes.

 Expectativas para 2020

En términos de material y ponches, Díaz realmente no pareció cambiar mucho desde 2018. Su velocidad se mantuvo tremendamente alta, asentado en 98 y tocando a 101 mph (157.7-163 kph). Ponchó a más de 15 bateadores por cada nueve innings y mantuvo una tasa de strikes abanicados casi idéntica. Aunque el DRA no estuvo tan enamorado de su temporada, todavía lo consideró uno de los mejores lanzadores del béisbol con un DRA- de 61.

Dado que Díaz aún está a la mitad de su década de 20 años y que los Mets hicieron una gran inversión para adquirirlo, parece probable que le den muchas oportunidades para reafirmarse como cerrador. Su material sigue siendo devastador dependiendo del día, y si la pelota es menos amigable con los cuadrangulares, es posible que podamos volver a verle permitir sólo cinco o seis de ellos. Un BABIP de .377 también es poco probable que aguante un año más.

Aunque debemos tener en cuenta que Díaz tiene tendencia a perder el control de su slider y su control en general, también es difícil pasar por alto lo fenomenal que es su trabajo. Si el costo de Díaz es más parecido a un nivel medio más cerca que el número 1 fuera del tablero, una apuesta de que regresará a sus niveles previos podría terminar rindiendo frutos de una manera enorme.

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