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Image credit: USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

Si aprietas en el teclado comando+F y realizas la búsqueda de “segundos” y “-segundos” en el Libro de Reglas de la MLB te encuentras con una oración que separa los dos términos en la Regla 5.07(c) sobre el tiempo de los lanzadores. En el manual del Ritmo de juego que encontramos en la web de la MLB no hay menciones al tiempo del que dispone un lanzador entre un lanzamiento y el siguiente desde el momento del comienzo de la entrada o de su aparición en el juego. Pero de ahora en adelante los lanzadores deben ser conscientes de que cuando las bases estén vacías tienen 12 segundos para lanzar desde el momento en que reciben la pelota. Sin un reloj de lanzamiento. Corresponde a los lanzadores saber cuándo comienza y termina esa cuenta regresiva intangible.

Irónicamente lo único que tenemos para evaluar los posibles impactos que tendrá un reloj de lanzamiento en las Ligas Mayores, algo que se anunció para los entrenamientos primaverales de 2019 (y unos días después se dijo que es posible que no aparezcan en un juego de temporada regular hasta 2022) es tiempo. Y lo que no tenemos son muchos datos, al menos no en el béisbol.

Antes de continuar debe tenerse en cuenta que existen algunos artículos sobre el uso del reloj de lanzamiento en los entrenamiento primaverales de 2019, en el béisbol universitario y en las Ligas Menores (citado en el artículo anterior). En los entrenamientos primaverales del año pasado el tiempo promedio de los juegos fue exactamente el mismo que en 2018. En aquellos campos de béisbol universitario y de Ligas Menores en los que hubo reloj de lanzamiento se vio una disminución media en la duración de los partidos. El análogo más cercano al reloj de lanzamiento que se propone y el deporte del que se extraerán muchos de los datos y el enfoque del análisis es el tenis. Tanto en la ATP como en la WTA cuentan con un reloj de saque de 25 segundos que está a ojos de todos, en la misma pantalla que mide la duración del partido y de los puntos.

El primer problema es la falta de conocimiento de los lanzadores sobre cuándo empieza ese intervalo de 12 segundos. Jugadores de tenis como Andy Murray en 2014 (antes de que se colocara un reloj de servicio físico) hablaron de ese problema: “La verdad que creo que (un reloj de saque es) es la única forma de hacerlo. Porque ¿cómo se supone que debe saber un tenista cuánto duran 20 segundos o 25 segundos?” Existen análisis empíricos y anécdotas sobre lo que pasó después de la instalación del reloj.

Un paralelismo, y el primer problema potencial, es que el tiempo que daría el reloj de lanzamiento propuesto sería superior a los 12 segundos de que teóricamente disponen los lanzadores desde que reciben la bola. El reloj de lanzamiento propuesto en los últimos entrenamientos primaverales (también llamado “temporizador de lanzamiento”) tenía una duración de 20 segundos. Un aumento de dos tercios en los 12 segundos de los que hablan las reglas. Del mismo modo el reloj de saque de 25 segundos del tenis proporciona más tiempo del que los jugadores se suelen tomar para servir, aunque proporcionalmente menor a la diferencia que se produce con el reloj de béisbol. En un análisis de los primeros torneos en usar el reloj de saque se vio que el punto promedio aumentó su duración con respecto al año anterior (en el que no había reloj de saque). Los análisis del Abierto de EE.UU de 2018 y el Abierto de Australia de 2019 mostraron que en el primero hubo un aumento evidente en el tiempo entre puntos por encima del límite de 25 segundos, mientras que en el último ese porcentaje disminuyó.

Buena parte de los resultados están relacionados con la respuesta de los jugadores al reloj de saque, independientemente de que esas respuestas sean positivas o no. El segundo problema potencial es un aumento de la información. Uno de los principales campos de estudios de la economía experimental es el que está relacionado con el estudio de la presión en un tiempo limitado, es decir cuando los sujetos deben “tomar su decisión rápidamente, antes de que transcurra un período de tiempo específico” [1]. Inicialmente esto parece ser algo con lo que el reloj de lanzamiento estaría relacionado, pero los resultados empíricos discutidos anteriormente y las respuestas de los tenistas sugieren lo contrario.

En dos artículos publicados antes del Abierto de EE.UU de 2018 los jugadores discutieron la nueva información proporcionada por el reloj de saque y cómo este afectó su propio ritmo de juego. El reloj de saque no se vio como algo negativo (tengo que sacar en 25, 24, 23, etc. segundos) sino en un sentido positivo (tengo 25 segundos antes de tener que sacar). Esto indica un proceso deliberativo que Rand (2016) vincula a los estudios de retraso de tiempo, donde los sujetos deben “detenerse y pensar durante un período de tiempo específico antes de decidir” [2].

Su funcionamiento constante en un partido de tenis (la cuenta atrás empieza cuando un punto termina) conduciría a una mayor comodidad con el reloj de lanzamiento. Todo el mundo sabría la duración exacta de los descansos. Del mismo modo que tenerlo visible para el lanzador y desde el plato (probablemente utilizando dos relojes de lanzamiento en un estadio) resolvería un problema que tiene el tenis al haber solo un reloj de saque que el jugador que no saca no ve.

Una advertencia importante es que en el tenis el reloj de saque generalmente no comienza hasta que el público está en silencio. En el béisbol, aunque es probable que el reloj de lanzamiento no se inicie automáticamente, sino que lo hará un operario, la reacción del público tendría menos efecto sobre cuándo comenzaría la cuenta atrás. Aun así, la naturaleza arbitraria de cuándo comenzar el reloj de lanzamiento aún conduciría a una variabilidad que es difícil de predecir antes de su uso. Depender de la regla actual de cuándo el lanzador recibe la pelota es una solución que reduce la variabilidad (y podría permitir la creación de estrategias sobre como de rápidamente los compañeros de equipo de un lanzador comienzan el proceso de devolver la pelota).

Hay dos cosas que el béisbol puede aprender del reloj en el tenis. Primero: que los lanzadores se ajustarán al reloj de lanzamiento y lo usarán como un mecanismo tangible para su proceso de lanzamiento. Segundo: que el ritmo del juego no tiene por qué acelerarse. Los datos citados anteriormente para el béisbol se referían solo a los tiempos de juego. Los datos sobre el tiempo entre lanzamientos ayudarán a aislar el impacto del reloj de lanzamiento en relación con los infinitos factores que intervienen en el tiempo total del juego. Al igual que con el tiempo entre lanzamientos, para obtener una respuesta completa a esta pregunta, es posible que tengamos que esperar.


[1] Rand, D. G. (2016). Cooperation, Fast and Slow: Meta-Analytic Evidence for a Theory of Social Heuristics and Self-Interested Deliberation. Psychological Science, 27(9), p. 1195.

[2] Ibid.

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