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Image credit: Jake Roth-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernandez Lagunes

Los Padres de San Diego son actualmente cuartos en la División Oeste de la Liga Nacional y poseían apenas el 12º mejor récord en la mediocre Liga Nacional hasta el final de la semana pasada. PECOTA proyectó que ganarían 75 partidos esta temporada, y con los Dodgers y los Diamondbacks conformando el resto de su calendario de juegos, parece probable que se queden cortos de esa marca. Manny Machado no ha tenido el impacto que el equipo esperaba y perder a Fernando Tatís Jr. a mediados de año no les ayudó nada. Había una emoción palpable al abrir la temporada 2019 en San Diego, pero esa sensación se ha desvanecido para estas fechas.

Pero no ha sido una temporada perdida para los Padres de ninguna manera. La percepción es siempre 20/20 y aunque algunas cosas no salieron bien, el futuro sigue siendo intensamente brillante para los Frailes. Gran parte de ese brillante futuro reside en el montículo, especialmente con el regreso de Dinelson Lamet de su lesión. Chris Paddack ha sobrevivido a la cirugía Tommy John para convertirse en un verdadero primer brazo de la rotación. Joey Lucchesi ha mantenido su nivel y Garrett Richards volvió a mediados de septiembre después de una larga recuperación de cirugía Tommy John, la cual incluyó algunos reveses. Con opciones jóvenes como Cal Quantrill, MacKenzie Gore y Adrián Morejón, de quienes se espera paguen dividendos reales pronto, la rotación parece estar en condiciones.

Pero un verdadero impulso a la rotación de los Padres y a sus esperanzas futuras ya ha llegado. Lamet debutó en 2017 con 24 años de edad, sin mucha fanfarria. Aunque tuvo algunas dificultades predecibles con su control, también mostró un talento legítimo. El siguiente paso en su maduración se detuvo abruptamente en su última apertura en la Liga del Cactus de 2018, cuando sintió ese dolor tan familiar en su codo derecho. Pasó los siguientes 15 meses rehabilitándose de su propia cirugía Tommy John antes de celebrar el cumpleaños de Estados Unidos con su regreso a las Grandes Ligas.

¿Los resultados iniciales? Pues han sido bastante buenos. En sólo 13 aperturas y 68 entradas de trabajo, ha obtenido un 2.0 de WARP y publicado un DRA de 3.14 para San Diego, mientras que sus entrenadores han dejado que su cantidad de lanzamientos rutinariamente aumente a medida que se reaclimata a las Grandes Ligas. Inclusive, aún no ha tenido una verdadera mala salida esta temporada y ha permitido tres o menos carreras en 11 de sus 13 salidas. Obtener producción predecible de un lanzador abridor es genial, no importa dónde se encuentre un equipo en la clasificación, y Lamet ha estado dándole eso a San Diego desde su regreso.

Una recuperación completa de cirugía Tommy John nunca es algo seguro, pero Lamet aparentemente ha sanado bastante bien. Su velocidad promedio con la bola rápida ha aumentado ligeramente esta temporada, aunque esas cifras son un poco turbias gracias a los problemas de calibración con las lecturas iniciales de Statcast de 2017. Esta temporada, Ben Clemens, de FanGraphs, ha examinado su bola de ruptura, y determinó que Lamet ha alterado algo con ella, lo que ha dado como resultado un slider que ahora puede manipular para mostrar más profundidad y menos velocidad o menos corte y más velocidad. Lamet llegó como un lanzador de dos lanzamientos destinado al bullpen, pero esa narrativa ha cedido a medida que ha ido mejorando su arsenal.

Ser un abridor con dos lanzamientos es muy difícil de lograr y, si has leído la cobertura de esta publicación en cualquier punto de la vida, es probable que sepas que los tipos con dos lanzamientos están casi exclusivamente destinados a un papel de relevo. Lamet ha dado variación a la bola rompiente, pero también ha añadido un nuevo lanzamiento a su arsenal regular (técnicamente ha tenido un cambio de velocidad desde siempre, pero nunca ha confiado en el). Ese lanzamiento es, tal vez sorprendentemente, una bola hundida. Dado que las tasas de los sinkers lanzados en las Grandes Ligas se han desplomado en los últimos años, parece un poco inusual que Lamet y los Padres lo identifiquen como el lanzamiento para añadir al repertorio.

Pero tal vez no debería ser una sorpresa en absoluto. Lamet luchó mucho en su temporada de debut contra bateadores zurdos. Armado con sólo una bola rápida de cuatro costuras y un slider, no es particularmente difícil de imaginarlo. Su wOBA en 2017 contra los bateadores diestros fue sólo de .239, pero contra los zurdos fue un asombroso .364. Para no convertirse en relevista, Lamet iba a necesitar algo más que sacar bateadores zurdos. Cambiar el aspecto de la bola rompiente podía ayudar hasta cierto punto, pero sin el cambio clásico de lanzar contra bateadores de su lado opuesto, Lamet necesitaba una ofrenda que se alejara de los zurdos. Parece que la ha encontrado, ya que el sinker es lanzado con la misma fuerza que su bola rápida de cuatro costuras, pero con una cantidad significativa de deslizamiento, como verás a continuación:

Austin Hedges realiza un estupendo trabajo de guanteo para conseguir el strike, pero el lanzamiento tenía mucha vida. A seguir vemos a Lament bobeando con Jayson Heyward:

Y aquí vemos un ejemplo del lanzamiento evitando el barril del bat, sin importar que Daniel Murphy quede como bufón—el lanzamiento alcanzó 97.6 mph (157 kph):

Estos tres ejemplos destacan un beneficio particular que Lamet está disfrutando con su sinker: el 70% ha resultado en strikes. Este es el mayor índice de acierto efectivo de todos sus lanzamientos de la temporada. Lamet no es un artista de control, pero cuando necesita un strike—especialmente cuando se enfrenta a una desventaja de pelotón—ahora tiene algo en lo que puede confiar. Cuando se enfrenta a un bateador zurdo, su tasa de bases por bolas ha bajado más de cinco puntos porcentuales entre 2017 y 2019, mientras que su tasa de ponches ha aumentado en casi seis puntos porcentuales. Esa combinación le ha ayudado a ser mucho más efectivo contra su némesis anterior, y si estas ganancias pueden mantenerse, ahora tiene un arsenal lo suficientemente redondeado como para ser un lanzador abridor claro y por encima del promedio.

El crecimiento de Lamet es ciertamente música para los oídos de los Padres. Ha dado un paso significativo hacia adelante al implementar el sinker y al mismo tiempo distorsionar el aspecto de su bola rompiente sobre la marcha. Lo mejor de todo es que está sano y ahora tiene un arma legítima con la que despachar a los bateadores zurdos. La rotación de los Padres en 2020 puede incluir hasta cuatro lanzadores que tienen cirugía Tommy John en su currículum (Lamet, Richards, Paddack, Quantrill), pero la rotación ya parece ser una fortaleza para una organización que tiene muchos refuerzos de calidad en camino. Aunque el 2019 no los vio triunfar como algunos esperaban, no fue una temporada perdida. Y parece que Dinelson Lamet encontró nuevas armas en camino a encontrarse a sí mismo.

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