keyboard_arrow_uptop
Image credit: USA Today Sports

Traducido por Marco Gámez

Para Aroldis Chapman, no ha sido fácil lograr el éxito desde que regresó a los Yankees antes de la temporada 2017, al menos para sus propios estándares extremadamente elevados. En cada una de las dos primeras temporadas de un contrato de cinco años, perdió un mes de actividad. Desde 2014-2016, había logrado efectividad de 2.00 o menos y lanzó al menos 54 entradas cada año, pero en sus dos primeras temporadas completas con Nueva York tuvo una efectividad de 2.83.

Todo eso cambió en 2019. Chapman tiene 36 juegos salvados, la máxima cantidad en el joven circuito. Ha retirado a más rivales en 2019 que en toda la temporada pasada. Su efectividad se ha reducido a 2.26, y aunque ya no está ponchando a los bateadores a un ritmo histórico, ha frenado sus problemas de control. Tiene una tasa de provocar roletazos más baja que en el pasado, pero principalmente ha sido inmune al aumento de jonrones.

Parte del nuevo éxito radica en ser menos predecible que nunca. Chapman promedió al menos 100 mph (161 kph) con su bola rápida cada temporada de su carrera, hasta el año pasado, cuando disminuyó a 99.1 (159 kph). Este año, ha bajado a 98.3 mph (158 kph). Su velocidad de giro ha disminuido proporcionalmente. Tanto su velocidad como su giro siguen siendo bastante buenos, por supuesto, pero no son tan extraordinarios como para que Chapman pueda darse el lujo de apoyarse en ellos como lo hizo antes, y su margen de error se ha reducido.

Por lo tanto, Chapman está usando su slider (línea roja) considerablemente más a menudo.

Los zurdos solían recibir lanzamientos rápidos de Chapman entre el 75 y el 80% de las veces. Ahora, trabaja la bola rápida y slider en una relación 60/40. Los diestros tienen que lidiar con su sinker (que todavía casi nunca lanza contra los zurdos) aproximadamente en el 13% de los envíos, por lo que es un lanzador más difícil para sentarse a esperar la bola rápida y ahora se coloca por delante en el conteo más temprano que en el pasado, incluso a pesar de que la bola rápida es menos impresionante.

Más importante aún, Chapman sencillamente ha mejorado al trabajar en la parte baja de la zona y lanzando sus dos principales lanzamientos por strike. Su Probabilidad de Strike Sentenciado en bolas rápidas este año es del 53%, frente a 48% del año pasado. Y el slider ha aumentado del 43 a 45%.

En particular, Chapman siempre ha tenido la tendencia de no ser exitoso en la parte alta y del lado de su brazo cuando intenta atacar la parte superior de la zona con su bola rápida. Esta es una verdad poco discutida pero importante sobre los lanzadores en la era de Statcast y del diseño de lanzamientos: muchos lanzadores luchan por enviar ciertos lanzamientos a ciertas áreas de la zona, y la bola rápida alta es un tipo de lanzamiento que a menudo causa problemas.

Los números pueden mostrar que, para un lanzador como Chapman, con gran velocidad y giro y un slider con tanta profundidad, sería mejor trabajar en la parte superior de la zona con la bola rápida, pero dentro de algunas personas hay limitaciones físicas y mentales que pueden cambiar esa ecuación. Al estar más dispuesto a trabajar en la parte baja de la zona con la bola rápida, Chapman ha reducido mucho la cantidad de envíos desviados del plato y ha mejorado su control, incluso a costa de reducir un poco los ponches. Los gráficos a continuación son mapas de calor de la ubicación de los lanzamientos de Chapman en 2018 (izquierda) y 2019 (derecha).

Después de esta exitosa temporada, Chapman tiene solo dos años y $30 millones restantes en su contrato con los Bombarderos del Bronx. (Un fuerte bono de firma que se pagó principalmente durante los años 1 y 2 precedió al acuerdo). De igual manera, tiene el derecho de optar por no continuar allí y probar las aguas de la agencia libres. Dependiendo de cómo le vaya en octubre, él podría estar en condiciones de hacerlo.

El posible grupo de lanzadores relevistas que llegarán a la agencia libre no es sobresaliente, y una buena postemporada podría calmar cualquier preocupación que Chapman pueda tener sobre convertirse en el heredero del desafortunado destino de agencia libre de Craig Kimbrel. Los Yankees tendrían el derecho de darle una oferta calificada, pero la oferta calificada representaría un aumento de su salario programado para 2020, por lo que es algo en lo cual casi no hay que pensar.

Sin embargo, cada vez que hablamos de Chapman, debemos discutir el panorama general. Hay razones por las que los equipos pueden ser reacios a invertir mucho en él, más allá de su edad o de su velocidad decreciente. Para muchos, Chapman sigue siendo un caso histórico en la batalla del béisbol para detener y castigar más adecuadamente la violencia doméstica. Su suspensión en 2016, especialmente debido a la forma en que parecía estructurado para preservar su derecho a alcanzar la agencia libre después de la temporada, estableció un estándar bajo en un momento en que la industria debería haber estado más ansiosa por abrir un camino en estos temas.

Ha habido un silencio ensordecedor, especialmente desde que firmó su nuevo contrato, con respecto al comportamiento fuera del campo de Chapman. Afortunadamente, no ha habido una avalancha de medidas superficiales e ingenuas destinadas a rehabilitar a Chapman, pero tampoco le hemos exigido una responsabilidad constante a nivel nacional. En el montículo, ha madurado con gracia este año. En arenas mucho más importantes, no tenemos mucha información útil sobre si ha cambiado o no, y durante los próximos meses, mientras trata de conducir a los Yankees a la Serie Mundial, y cuando casi inevitablemente hunde su dedo del pie en las aguas de la agencia libre, eso creará una disonancia incómoda.

Thank you for reading

This is a free article. If you enjoyed it, consider subscribing to Baseball Prospectus. Subscriptions support ongoing public baseball research and analysis in an increasingly proprietary environment.

Subscribe now
You need to be logged in to comment. Login or Subscribe