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Image credit: USA Today Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

El mes pasado, la MLB y el Sindicato de jugadores de Grandes Ligas dieron a conocer las nuevas reglas del béisbol. La agenda prioriza el ritmo de juego y el valor del entretenimiento, pero también incluye medidas fuera del terreno de juego que restringen el poder de los equipos para ajustar sus plantillas. A partir del año entrante, los equipos tendrán que esperar 15 días antes de activar a sus lanzadores de la lista de lesionados y llamar a los lanzadores de sus asignaciones opcionales en ligas menores. Estos nuevos mínimos superan los límites de 10 días aún vigentes en ambos tipos de transacciones para la presente temporada.

Los plazos más largos impedirán que los equipos utilicen y abusen de las opciones de ligas menores, lo que permitirá el flujo de jugadores de los equipos inferiores a las Ligas Mayores y viceversa. Estos movimientos se dispararon a medida que los equipos aprovechan cada vez más las riquezas—en cuanto a plantillas se refiere—de las ligas menores para fortificar sus cuerpos de lanzadores de primer equipo. Continuamente sujetos a esta incertidumbre están los lanzadores peor pagados de la liga, quienes están experimentando menos tiempo de juego en las Grandes Ligas a nivel individual. Los lanzadores que se atienen a este estilo de vida nómada pierden dinero, descanso y tiempo de desarrollo.

Los mínimos de 10 días fueron supuestamente ampliados para realizar menos viajes entre niveles del béisbol profesional. Pero, ¿en verdad existirá menor desgaste, o llamémoslo “trituración” para el pelotero moderno? Para medir el impacto de las nuevas iniciativas, consulté la base de datos de transacciones que había construido para un análisis previo sobre opciones y llamadas.

Durante las temporadas 2009-2018, conté el número de días que transcurrieron entre el comienzo de cada asignación opcional y el recante que le siguió. Estas asignaciones fueron agrupadas por si duraban 0-9 días, 10-14 días o más de 15 días. Además, se estableció un cuarto compartimento para una categoría separada de asignaciones optativas: aquellas que duraron el resto de la temporada sin ser vuelto a llamar a las Ligas Mayores.

Las cuotas anuales de asignaciones capturadas por los cuatro compartimentos se muestran en el siguiente cuadro.

Mientras que estancias prolongadas en ligas menores se dan con frecuencia, su participación en el total de asignaciones optativas está en declive. Desde 2009, las demociones que duran más de dos semanas, o hasta el fin de temporada, se combinan para reducirse en un promedio de 1.8% al año. En 2018, las celdas sombreadas en azul representaban el 58.1%, es decir, 16.4 puntos porcentuales menos que su suma de una década antes.

En cambio, los equipos mantienen a los jugadores en las menores durante menos de dos semanas por temporada. Las asignaciones optativas de 0-9 días y 10-14 días representaron el 12.1% y el 13.4%, respectivamente, en 2009. Después de que cada categoría de color púrpura aumentó alrededor de un punto porcentual por temporada, colectivamente superaron la marca del 40% en 2017 y 2018. Esto es producto de un rápido crecimiento en el número de demociones que encajan en estos estrechos compartimentos.

En 2009, las asignaciones opcionales de 0-9 días y 10-14 días totalizaron 38 y 42, respectivamente. A partir de entonces, las curvas promediaron una expansión de 12 por año y se acercaron a 150 al cierre de la temporada 2018. Si bien el par de tendencias lineales se siguieron de cerca, el salto más rápido de un año a otro se produjo en las asignaciones de menos de 10 días, que aumentaron en 37 de 2016 a 2017.

La considerable y creciente presencia de asignaciones optativas de 0 a 9 días puede ser sorprendente, ya que este plazo se reduce por debajo de ambos umbrales de 10 y 15 días. El hallazgo refleja la antigua letra pequeña del libro de reglas de las Grandes Ligas: que los recantes pueden eludir los mínimos cuando los jugadores con opciones sustituyen a los jugadores de primer equipo que se trasladan a la listas de lesionados, de duelo, de paternidad o de restricción.

La interacción entre las colocaciones en la lista de lesionados y las asignaciones opcionales es la excepción clave, ya que pone en juego un cambio de reglas anterior. Antes de la temporada 2017, la estancia mínima en la lista de lesionados (entonces llamada lista de discapacitados) se redujo a 10 días, después de haber persistido durante décadas en 15 días. Este ajuste les dio a los equipos menos razones para entrar a los juegos con sus bullpens desgastados, no cuando podían importar lanzadores descansados mientras desechaban a otros por sólo una semana y media. Más colocaciones en la lista de incapacitados significó que más lanzadores fueron llevados de vuelta a las Mayores no mucho después de una democión a las menores.

Aunque la duración mínima de la estancia en la lista de lesionados volverá a ser de 15 días en 2020, las excepciones sobrevivientes y los incentivos prevalecientes para que los equipos trituren brazos impedirán que se eliminen las asignaciones opcionales a corto plazo. Pero con los equipos incapaces de ajustar sus listas al ritmo de 2018, el número total de demociones podría finalmente comenzar a estabilizarse el próximo año. Es posible que la actividad de las opciones incluso se reduzca a los niveles observados por última vez en 2016, cuando la lista de lesionados de 15 días fue la regla. Los lanzadores ascendidos encontrarían un poco más de seguridad laboral en el máximo nivel del béisbol.

En el lado negativo, las nuevas reglas no ayudan a todos los jugadores cuyos contratos tienen opciones de ligas menores. Los límites modificados sólo se aplican a los lanzadores, lo que significa que el carrusel para los jugadores de posición no se verá obligado a reducir la velocidad. Las asignaciones opcionales a largo plazo también se han vuelto menos comunes para los bateadores: la parte de las demociones que pasan por el final de la temporada o que duran más de dos semanas pasó de 79.6% en 2009 a 66.9% en 2018. Y al igual que para los lanzadores, la suma estancias para bateadores que duró 0-9 días y 10-14 días se triplicó de punta a punta en el período 2009-2018.

Aún así, estos aumentos de bateadores no garantizan el nivel de preocupación que se les da a los lanzadores, porque son mucho menos (en volumen). Mientras que los lanzadores tuvieron 293 asignaciones opcionales que duraron dos semanas o menos en 2018, los jugadores de posición fueron bajados 118 veces. Mientras que los equipos pueden encontrar algo de valor en la rotación de los jugadores dentro y fuera de sus plantillas de Ligas Mayores, los incentivos son mucho mayores para los lanzadores, quienes tienen una necesidad inherente de tiempo de recuperación.

De ello se deduce que los cambios de reglas para los jugadores de posición eran probablemente de baja prioridad para la liga y el sindicato, dadas las cuestiones más importantes a abordar para el valor de la mano de obra y del entretenimiento del deporte. La consecuencia es que los bateadores podrían hacer traslados entre las Grandes Ligas y las menores aún más frecuentemente en 2020, todo ello a medida que los lanzadores finalmente empiezan a ver luz al final del túnel.

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