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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Carlos Pérez 

Los Baltimore Orioles fichan al LD Nate Karns a un contrato de un año y $800,000. [2/7]

No parece que dentro de 25 años mis nietos (o sobrinos, o alguien) me pregunten cómo empezó la gran dinastía de los Baltimore Orioles y yo les responda con el fichaje de Nate Karns, cuatro veces ganador del Cy Young y miembro del Salón de la Fama, al cual rescataron después de perderse la mayoría de las dos últimas temporadas por un síndrome del opérculo torácico (TOS). Pero hay una posibilidad de que Karns se convierta en uno de los mejores brazos para los Orioles 2019, aunque todavía está por ver si es porque vuelve a los niveles de 2017 o porque los Orioles son extremadamente terribles.

El retorno de los lanzadores que se han perdido tiempo por esta lesión no ha solido ser muy estimulante. Un artículo de Jay Jaffe en 2018 no pintaba bien el asunto; los lanzadores jóvenes, obviamente, tendrán una oportunidad mejor de reponerse de un TOS, y Karn, con 31 años esta temporada, no tiene ya ese potencial.

Al contrario que la cirugía Tommy John, que puede darle una nueva vida y ligamentos funcionales a los brazos de sus pacientes, el TOS no tiene el mismo historial de carreras largas. Hay excepciones, claro: Chris Young se convirtió en una parte importante de los Royals que llegaron a la Serie Mundial después de su TOS, y el libro no está cerrado del todo en Matt Harvey. Pero no hay una cura mágica, y Karns fue simplemente un buen lanzador a ratos antes de perderse la mayoría de 2017 y todo 2018.

Karns — que ha demostrado tener un buen sentido del humor sobre este asunto — nunca ha encontrado su lugar durante su carrera en el béisbol. Hizo tres aperturas en 2013 para Washington, la franquicia que lo drafteó antes de mandarlo a Tampa, donde duró dos temporadas antes de ser enviado a Seattle. Hizo 22 apariciones para los Mariners en 2016 antes de ser traspasado a Kansas City directamente por Jarrod Dyson, donde hizo ocho aperturas, se sometió a cirugía, y se convirtió en agente libre.

Así que estará en su quinta franquicia en siete temporadas cuando comience el 2019, y lo increíble es que Karns, cuando su brazo derecho está operativo, puede lanzar. Su curva de nudillos es tan buena como cualquiera en el béisbol. Su bola rápida nunca fue un lanzamiento espectacular, pero se combinaba con un cambio de velocidad del máximo nivel. Esos son tres lanzamientos buenos. También lanza un buen sinker, que no engañará a nadie mirando pero le da un cuarto lanzamiento, que es lo que muchos esperan de sus abridores.

Esto fue antes del TOS. Y todavía queda la duda de qué puede hacer Baltimore con él. Un abridor con tres lanzamientos por encima de la media en un paraíso de bateadores como es Camden Yards podría ser una receta para el desastre -si Karns, que nunca ha lanzado más de 150 entradas como profesional, fuera a durar tanto. Sin embargo, como brazo de bullpen -lanzando por una cantidad menor de tiempo y usando sus dones- podría tener mucho más sentido para un equipo sin expectativas en 2019.

Los Orioles completaron su rotación con reclamos de la pasada temporada baja, incluyendo Alex Cobb y Andrew Cashner. Fueron recompensados con lo que podría ser la peor rotación del béisbol. Dylan Bundy es el número 1 porque alguien tiene que serlo, pero el fondo de la rotación lo ocupan ahora mismo David Hess y Yefri Ramirez, y si usted no ha pensado inmediatamente “¿Quiénes son esos?”, las probabilidades son muy altas de que no haya necesitado estas 600 palabras para saber que los Orioles están en problemas.

Karns no va a ser la diferencia en 60 victorias o conseguir un puesto de Comodines. Pero podría ser un activo útil (o sea: para buscar un traspaso en julio) para una franquicia que no tiene muchos de esos en este momento. —Colby Wilson

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Los Oakland Athletics fichan al LZ Brett Anderson a un contrato de un año y $1.5 millones. [02-11]

Se suponía que los Athletics no iban a ser aspirantes en 2018, pero lo fueron. Jugaron bien y se clasificaron al Juego de Comodines de la Liga Americana, y aunque se fueron a la calle, los aficionados en el Área de la Bahía tenían razones para ser positivos sobre los A’s una vez más. La rotación inicial fue una de las grandes razones que llevaron a los A’s tan lejos, pero conforme avanzaba la temporada acabó pasando factura a los abridores de los A’s. Jharel Cotton, Sean Manaea, Daniel Gossett, y Andrew Triggs fueron todos víctimas de lesiones de larga duración la pasada temporada. Esas lesiones han llegado hasta 2019 y el núcleo de los abridores de los A’s se perderá gran parte de esta temporada también.

Llega Brett Anderson, una vez más esperando salvar el día para la rotación de los A’s. El zurdo hace tiempo que dejó atrás sus días de gloria con los A’s, pero el club de Billy Beane espera que pueda replicar su resurrección en 2018. Cuando Anderson volvió a fichar por los A’s en 2018 fue a un contrato de ligas menores. Volvía de cinco años seguidos con un DRA por encima de 4.50; años que vieron su BB/9 subir y su H/9 crecer por encima de las dos cifras. Más que esas estadísticas, Anderson no pudo encontrar una manera de mantenerse sano y ser efectivo de manera estable.

Fichar a Anderson para darle profundidad a la rotación parecía un movimiento raro para los A’s entonces, pero salió bien. En 2018 registró un DRA de 3.98, la primera vez que ha estado bajo la marca de 4.00 desde 2010. Bajó su H/9 a un gestionable 10.1 y cortó su BB/9 hasta un excelente 1.5. En casi todas las maneras, Anderson y su WARP de 1.2 fueron una gran victoria para los A’s de 2018.

En 2019, los A’s esperan lo mismo para este zurdo propenso a lesionarse. Esa sigue siendo la clave: que se mantenga sano. El único punto negro de su “regreso” de 2018 fue su lesión de hombro izquierdo. Anderson estuvo dos veces en la lista de lesionados en 2018 por su hombro izquierdo. Eso le limitó a 17 aperturas, lo que es más que su total de las dos temporadas anteriores, pero todavía no es lo que los A’s buscan. Con tantos abridores lesionados para empezar el año, los A’s necesitan toda la ayuda de Anderson. O al menos, necesitan lo mejor que pueda hacer hasta que lo inevitable suceda y acabe en la lista de lesionados. —Bill Thompson

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