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Image credit: USA Today Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Récord y antecedentes

Edad: 53

Organizaciones anteriores:

Tampa Bay Devil Rays, Instructor de campamento de entrenamiento de primavera: 2006-2007

Tampa Bay Devil Rays, entrenador de banca: 2008-2014

Chicago Cubs, entrenador de banca: 2015-2017

Ocupación actual: Mánager, Washington Nationals

Récord acumulado: 40-35 (hasta el sábado)

Actividad como jugador: Normalmente, al menos durante una carrera de 16 años como jugador parcialmente regular, Dave Martínez fue un jugador bien redondeado y apto para tomar el rol de soporte en un equipo de medio pelo. Jardinero zurdo, tomó el 85% de sus apariciones al plato contra lanzadores diestros, y les bateó bien. Fue un buen corredor en las bases aunque un robador de bases poco eficaz. Dicho lo dicho, valió apenas por debajo de 1 WARP durante su carrera, aunque cuando tuvo años buenos y ganó más, demostró mucho más talento del que sus modestos números demuestran.

Personal y filosofía

¿Por qué fue contratado?

Los otros cuatro equipos que contrataron mánagers novatos respectivamente alcanzaron las series de campeonato de sus ligas en 2017, 2015, 2013, y 2010. Los Nationals nunca han llegado tan lejos, excepto cuando los Expos llegaron a ese punto en la temporada recortada de 1981. De manera más relevante, este equipo de Washington se encuentra en el precipicio de (al menos) una revuelta importante, al tiempo que Bryce Harper, Daniel Murphy y Gio González serán agentes libres este otoño y Ryan Zimmerman envejeciendo en su rol de jugador del diario. Los Nationals necesitaban a alguien mucho más experimentado que Gabe Kapler, Aaron Boone, Mickey Callaway o incluso Alex Cora. Necesitaban alguien quien pudiese tomar decisiones delicadas, una necesitad inmediata de ganar, rivales más poderosos dentro de su división, y algunos veteranos quienes no congeniaron con mánagers anteriores.

Martínez pasó una década junto a Joe Maddon, demostrando ser un teniente capaz para el mánager más locuaz de la liga. Llevaba ya un tiempo en el radar de candidatos para ser mánager. Ha implementado estrategias entregadas por las oficinas matrices y ha sostenido conversaciones difíciles a nombre de Maddon. En Chicago, ayudó también a construir la cultura que les ha hecho tan exitosos en atraer agentes libres en los últimos años, tal como los Nationals esperan hacer reteniendo a Harper o gastando mucho dinero en alguien más. Parecía la pieza perfecta.

¿Cuál es su estilo de manejo? ¿Es un mánager que consiente a sus jugadores o uno de mucha disciplina? ¿Cómo se comunica?

Conocido por mucho tiempo como quien le “planchaba las arrugas” a Maddon, Martínez ha demostrado ya que entiende las demandas de su nuevo puesto. Por naturaleza habla de frente y de manera lacónica, pero desde que asumió el puesto en Washington, ha demostrado una habilidad del estilo de Maddon para encontrar y acentuar los aspectos positivos de cada uno de sus jugadores y de sus desempeños y circunstancias. En parte porque heredó un equipo veterano, no hemos visto todavía a Martínez tratar de provocar alguna cierta actitud o atmósfera en la casa club.  Hasta se le nota imperturbable a que su equipo sea un poco decepcionante—para lo que se esperaba de ellos hasta ahora.

¿Cómo es su relación con la oficina matriz? ¿Busca maneras de romper con las tradiciones o tiene un planteamiento tradicional?

Durante su estancia en Tampa, uno de los roles a principio de la misma, fue de coordinar el posicionamiento de la defensa. Esto significa que fue uno de los co-artífices del primer esfuerzo a gran escala de mejorar la prevención de carreras por medio del reacomodo posicional. Ya demostró su fe en el poder del reacomodo, ya que los Nationals (quienes eran de los equipos menos propensos a esta “moda” desde que regresó) se reajustan de manera agresiva.

Esto ayuda a iluminar la gran confianza que existe entre Martínez y su nueva gerencia, la cual no había podido contratar a alguien quien se comprometiese a ver avances, tales como el posicionamiento de la defensa. Pero más que eso, se puede ver cuanto confía la gerencia en Martínez por el cómo han navegado por un mar lleno de lesiones. Promovieron al jardinero de 19 años Juan Soto, le permitieron a Martínez que le asimilara dentro de la alineación y la tela del equipo, y le dieron la confianza para que gestionara una situación complicada, ya que Adam Eaton regresó de su lesión y complicó la plantilla de jardineros. También, realizaron un cambio para adquirir a Kelvin Herrera, cuyo currículum le convierte en una leve amenaza a la supremacía de Sean Doolittle en la jerarquía del bullpen, y empuja al próximo agente libre, Ryan Madson, hacia fuera. Al realizar estos movimientos, demostraron fe en que Martínez no permitiría daños a los egos de sus jugadores.

Táctica y estrategia

¿Cómo maneja a su cuerpo de lanzadores? ¿Necesita a un bullpen de ocho lanzadores? ¿Cuáles factores influencian sus decisiones durante los juegos con respecto a los lanzadores?

Martínez ha empleado un gancho muy lento con sus lanzadores inicialistas, lo cual es más de la vieja escuela, como filosofía general. Pero en su caso, puede ser menos filosófico y más una respuesta racional a la presente situación. Washington cuenta con una rotación de abridores experimentada, consumada, chapada a la antigua y (especialmente antes de que llegara Herrera, junto con otros dos regresos desde la lista de lesionados) un bullpen que parece un poco más débil. Al tiempo que las cosas han cambiado (Stephen Strasburg acabó en la lista de lesionados, justo cuando se aclaraban las cosas con el bullpen), Martínez ajustó. Tal como su mentor Maddon, no le asusta quemar a tres lanzadores cuando alcanzaría con dos, si cree que puede tomar cualquier ventaja de esa manera.

¿Cómo construye sus alineaciones? ¿Utiliza bateadores o corredores emergentes inusualmente seguido (o inusualmente infrecuentemente)? ¿Usa estrategias de pelota tradicional?

Colocar a Bryce Harper como bateador inicial, aunque haya sido sólo para que arrancara, habla mucho de la forma en que Martínez piensa sobre alineaciones: quiere que quienes batean mejor lo hagan más frecuentemente. De forma contraria a la moda actual, parece preferir una alineación estática—un bloque de cuatro, cinco o seis bateadores a quienes pone casi todos los días. Pero algo de eso ha sido por necesidad, ya que la banca de Washington se ha visto mermada por las lesiones. De cualquier forma, Martínez parece querer que sus bateadores tengan la oportunidad de desarrollar una rutina diaria, pensando dónde están en la alineación, quien batea delante de ellos y cómo se preparan para un turno al bat.

Una vez que comienza el juego, es mas propenso a reacomodar cosas. Usa corredores emergentes frecuentemente y bateadores emergentes de manera proactiva si ve una confrontación que le gusta. Habiendo sido el zar de correr las bases bajo Maddon, Martínez tiene a sus Nationals pensando y comportándose agresivamente en las bases también: robando más, intentando poner la pelota en juego con el corredor en movimiento y tomando ventajas más grandes cuando es posible.

¿Cuál es su punto fuerte como mánager? 

La palabra más descriptiva es “camaleónico”. Martínez es bilingüe y es un tipo duro con una mente astuta, lo cual le permite dirigir una casa club sin ser territorial cuando la oficina matriz opina. Entiende cuando hay que ser demandante con un jugador y cuando usar un toque suave. La mejor manera para preparar a alguien para ser un mánager de grandes ligas es manejar en las ligas menores. La segunda mejor manera, y quizá la mejor desde el punto de vista de ser un gran líder y un buen gerente de personal, es ser un entrenador de banca de grandes ligas. Martínez es muy bueno en la parte más importante de su trabajo: trabajar con los seres humanos quienes juegan para él. Pasó 30 años aprendiendo cómo funciona una casa club de grandes ligas, y ya se comprobó que sabe cómo hacer que funcione tranquilamente.

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