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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Carlos José Lugo

La noche del miércoles, los supuestamente inferiores Marlins derrotaron a los supuestamente poderosos Dodgers por cuarta ocasión en cinco enfrentamientos esta temporada, y los records de los dos equipos se colocaron (por unas 17 horas) iguales en 16-26. Recordarán ustedes – quizás no exactamente, pero en general – que los Dodgers fueron proyectados por PECOTA para ganar 97 partidos en 2018 (segundo mayor total en MLB), y que los Marlins fueron proyectados para ganar apenas 65 (empatados por la cantidad más baja).

El cielo se estaba cayendo para los fanáticos de los Dodgers, pero solo en pequeña parte debido a la aterradora simetría con Miami. En gran parte, el pánico se derivaba por la salud de Clayton Kershaw y Corey Seager, los problemas ofensivos de Cody Bellinger, Chris Taylor y Yasiel Puig, y lo que sea que esté o le estaba pasando a Kenley Jansen. Y la tabla de posiciones. En mayor parte, tiene que ser la tabla de posiciones. Los Dodgers no solo estaban 16-26. Estaban en último lugar, puntos porcentuales detrás de los Padres en la Liga Nacional Oeste, ocho partidos y medio detrás de los Diamondbacks e incluso a una distancia un poco mayor que de los Brewers en la lejana – y aparentemente desvaneciéndose – carrera por el comodín de la LN.

Si, durante el invierno, le hubiese profetizado a los fanáticos de los Dodgers estos primeros 42 partidos, ellos o le habrían pegado un puñetazo en la cara, o se habrían reído, o decidido irse a dormir hasta el 2019. Esa habría sido una cruel, cruel rebanada del futuro que ofrecerles. Habría sido verdadero, por supuesto, pero incompleto. Hay tiempos malos, hay tiempos buenos y hay momentos entre el medio de ambos que hacen una diferencia mucho más grande de la que nos damos cuenta. Nosotros nos distinguimos más en identificar los extremos en aislamiento, cosa que el inicio de una temporada hace demasiado fácil.

Así que antes de que su fanático de los Dodgers hiberne o se desespere, asegúrese de pasarle estas historias del pasado. Eso hará su futuro/presente menos espantoso.

***

Justin Turner ha estado fuera todo el tiempo.

Esto, al menos, le puede proveer un mínimo de explicación al fanático de los Dodgers atormentado por el futuro. Quizás sería prudente abstenerse de mencionar a Kershaw y Jansen.

Jugar al mismo ritmo que los Marlins básicamente no significa nada.

La temporada pasada, cada equipo que perdió 95 partidos (los White Sox, Tigers, Phillies y Giants) tuvo un trecho de 42 partidos en los que ganaron más partidos que los que ganaron los Astros en su peor trecho de 42 partidos, una marca de 18-24 en medio de su increíble marcha hacia el campeonato.

No es inusual para un equipo terrible el poder jugar mejor que un buen equipo a lo largo de su peor trecho. Así es el béisbol. Los arquetípicos Marlins derrotarán a los arquetípicos Dodgers más del 30 por ciento del tiempo, todo el tiempo. Simplemente es raro que las cosas estén yuxtapuestas de esta forma tan cruda.

42 partidos es un periodo de tiempo arbitrario.

Tenía que ser dicho. Además, los Dodgers han jugado ahora 43 juegos, y ganaron el más reciente. ¿Quién puede mantenerse al día?

Ningún equipo que ganó más de 95 juegos en la década pasada ha tenido un trecho de 42 partidos tan malo como 16-26.

Bueno, está bien, ya volveremos a la parte alegre en un segundo. Es una promesa. Así que, primero, muy pocos equipos obtienen una proyección de 95 o más victorias por parte de PECOTA. Entre el 2008 y 2017, solo ocho equipos han tenido expectativas tan elevadas – tres de ellos han sido los Dodgers del 2014, 2015 y 2017. La polarización del 2018 provocó que cuatro equipos consiguieran la distinción, incluyendo a los Dodgers.

Durante ese periodo de 10 temporadas completas, el peor trecho de 42 partidos para cualquiera de estos equipos fue 18-24, obtenido por los Yankees del 2008, Cubs del 2009, y, sí, los Dodgers del 2017. Los Dodgers del año pasado han sido el único equipo en cristalizar su “destino” de 95 victorias.

Un número significativamente mayor de equipos, 37 en total, han ganado en la realidad 95 o más partidos en una temporada desde el 2008. El peor trecho de cualquiera de ellos fue de 17-25, por los Phillies del 2010.

Los Dodgers no han sido tan malos como su récord indica.

Nadie le culparía si se adelantara y marcara a los Dodgers con un “no” para obtener 95 victorias, o para cumplir su proyección. Pero sin embargo, eso no es lo mismo que declarar su temporada como muerta. Y ciertamente no es…lo que sea que esto sea.

Para verdaderamente evaluar en dónde están los Dodgers ahora, y hacia dónde probablemente se dirigen, debemos escarbar al menos un poco por debajo de las victorias y derrotas. Si gustan, BP los puede llevar muy, muy profundo en los detalles del desempeño real de un equipo. Solo vamos a ir al más básico de los pasos: El diferencial de carreras. Los Dodgers entraron al partido del jueves ante los Marlins habiendo anotado cuatro carreras menos que sus oponentes, en total. Los Marlins habían anotado 75 (¡!) carreras menos que sus oponentes.

Al momento de ganar el partido del jueves, 7-0, y mejorar a 17-26, los Dodgers tenían un diferencial de carreras positivo. Seguro, un récord de .500 tampoco habría sido un inicio de ensueño, pero las horcas no anduvieran en busca del cuello de Dave Roberts, entre otros.

La post-temporada está a corta distancia.

Aun ignorando la amontonada naturaleza de la Liga Nacional en este momento, los Dodgers pueden poner sus miradas en Octubre sin estar alucinando. He aquí una lista de temporadas recientes en las que un equipo alcanzó la post-temporada a pesar de tener un diferencial de carreras negativo después de 42 partidos: 2017 (Red Sox), 2016 (Blue Jays), 2015 (Rangers), 2014 (Pirates), 2013 (Dodgers), 2012 (Tigers), 2011 (Diamondbacks), 2009 (Rockies), 2008 (Brewers). Si perdieron la cuenta, esos son todos los años de la década pasada excepto el 2010.

Quisiera llamar su atención a los Rockies del 2009. Igual que los Dodgers de este año, ellos empezaron con el cuarto peor récord en el béisbol durante los primeros 42 partidos (17-25, en su caso) pero con un diferencial de carreras apenas negativo. Después, empezaron un trecho de 31-11 (varios trechos, técnicamente) en donde su dominio fue tan aparente que todo el mundo lo disfrutó por lo que era.

Esta no es una profecía que uno le pueda susurrar a los fanáticos de los Dodgers con algún grado de confianza. Podría ser solo una suposición. Podría ser una suposición alocada. Pero sin embargo, no sería más alocada que un inicio de 16-26 y no se estaría tomando en cuenta ninguna regresión positiva o mejorías en la salud de algunos jugadores. Solo sería el camino recorrido por equipos que han estado (más o menos) en situaciones similares. Y ellos podrían probablemente encontrar ánimos en eso.

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