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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Carlos Saiz Domínquez 

El martes por la noche, un poderoso swing cambió la narrativa del inicio de la temporada, el cual rodeaba al corazón del orden al bat de los Cardinals. Matt Carpenter conectó un cuadrangular de dos carreras para sedar tendido en el terreno a Milwaukee, poniendo un final feliz a un loco juego de idas y vueltas entre St. Louis y su último rival de conveniencia.

 

Al comenzar la novena entrada, el marcador se encontraba 1-1, y los Brewers tomaron ventaja de 2-1, pero los Cardinals empataron en su turno. Milwaukee recuperó el liderato en la parte alta de la décima, pero St. Louis volvió a empatar. Después de que los visitantes no lograron anotar en la undécima, Carpenter pegó su decisivo cuadrangular, y se borró parte del estigma que se había acumulado en torno a una ofensiva de los Cardinals en apuros.

Sin embargo, mayoritariamente, Carpenter ha contribuido este año a los Cardinals manteniendo el bat sobre su hombro. Consiguió dos bases por bolas el martes por la noche, llevando su cuenta de la temporada a 11. Pero no se trata sólo de obtener bases por bolas; Carpenter ha mostrado una renuencia casi sin precedentes a hacer swing alguno este año.

Hasta el martes, había hecho swing en sólo el 24.9% de los 165 lanzamientos que había visto. Eso lo convierte no sólo en el bateador más paciente del béisbol esta temporada, sino que—si mantiene este grado de discreción durante toda la temporada—en el bateador más paciente de la era PITCHf/x. Tenemos récord de sólo dos bateadores (Luis Castillo y Brett Gardner) haciendo swings en menos del 30% de los lanzamientos que vieron a lo largo de una temporada completa de apariciones al plato.

Al igual que muchos registros granulares en la misma línea, este parece destinado a caer, y pronto. Carpenter siempre ha sido uno de los bateadores más pacientes de la liga, y en realidad ajustó su enfoque para volverse algo más agresivo hace unos años. Este año, está volviendo a su estilo ultra-paciente, y aunque los primeros resultados sobre la eficacia de ese cambio han sido mixtos, es una estrategia ganadora en el juego de hoy. Esto se debe a que, en casi todos los años de la era PITCHf/x, los lanzadores han realizado menos lanzamientos en la zona de strike que el año anterior. En 2008, la tasa global de la liga fue del 49.9%. En 2013, esa cifra cayó al 48.4%. En 2017, con la pelota adulterada haciendo más peligroso que nunca desafiar a los bateadores oponentes, sólo el 47.9% de todos los lanzamientos estaban en la zona de strike.

En lo que va del 2018, esa cifra ha vuelto a caer. A pesar del aire gélido—que trae consigo cierta seguridad de que la bola no viajará lejos y que crea cierta presión (tanto competitiva como social) para laborar rápidamente y lanzar al contacto—los lanzadores de la liga han lanzado sólo el 46.7% del total de sus lanzamientos a la zona de strike.

Es una buena apuesta que el índice global de la zona de strike subirá a medida de que avance la temporada. Hace años, aquí en BP, Max Marchi produjo una investigación que sugería que los bateadores están por delante de los lanzadores en la primera quincena de la temporada, y que su ventaja es mitigada sólo por el clima—básicamente que los lanzadores a menudo podrían beneficiarse de un poco más de entrenamiento de primavera, mientras que los bateadores están más o menos listos para el momento en que llegue el Día de Apertura.

Con el comienzo de la temporada alrededor de una semana antes de lo habitual este año, no es sorprendente que los lanzadores puedan estar batallando para encontrar su dominio aún más de lo habitual. Y con las heladas temperaturas en las que se han jugado tantos partidos, es fácil imaginar que es más difícil sentir la pelota y manipularla correctamente.

Por supuesto, esta tendencia global se ajusta a algunas otras. Cada temporada se lanzan menos bolas rápidas que antes, una tendencia que ha continuado esta temporada, y los lanzamientos que no son bolas rápidas tienden a no estar dirigidas hacia la zona de strike tan frecuentemente como las bolas rápidas. En general, la taza global de swing ha tendido al alza. Los bateadores realizaron swings en aproximadamente el 44.6% de todos los lanzamientos entre 2008 y 2010, pero esa cifra fue de alrededor del 46.2% entre 2015 y 2017.

A medida que las tasas de contacto en los swings han caído, los bateadores han optado por ser más agresivos, persiguiendo el primer buen lanzamiento que ven en un esfuerzo por evitar entrar en conteos de dos strikes. El hecho de que se hayan intentado más swings, incluso cuando los lanzadores lanzan menos strikes, es el meollo del asunto. En 2018, la tasa global de swings está muy por debajo de lo normal, hasta el 45.0%. Si se mantiene así (no lo hará), sería el cambio más grande entre una temporada y otra en la tasa de swing durante la era PITCHf/x.

Esto es debido probablemente en mayor parte a las bajas temperaturas; es más difícil hacer swing. Hay menos valor y más riesgo al hacerlo debido al frío. Existen mucho factores contribuyendo. Pero por seguro es también que los bateadores están despertando a la realidad de que los lanzadores no les están dando mucho para batear, y que sólo les están haciendo favores a sus oponentes persiguiendo lanzamiento tras lanzamiento.

Carpenter obtuvo 109 bases por bolas la temporada pasada, el tercer mejor jugador del béisbol detrás de los MVPs de cada liga, Joey Votto y Aaron Judge. El tiene la oportunidad de superar ese número este año, y está liderando una contrarrevolución de bateo, una que podría forzar el primer cambio real de dirección en las tendencias globales de lanzamiento en más de una década.

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