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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Martin Alonso

Jon Heyman de FanRag Sports reportó algo preocupante el lunes por la noche. Es algo que probablemente no sea notorio, pero debería serlo. Según Heyman, Jeff McAvoy y Mike Berger han sido oficialmente contratados por los Dodgers y Brewers, respectivamente. McAvoy y Berger son ejecutivos recientemente despedidos por los Marlins, uniéndose a Marc DelPiano y Jim Benedict en la lista de personas que se han movido a mejores campos después de ser descartados por los nuevos dueños de Miami y su grupo de operaciones de béisbol. Según Heyman, los cuatro ejecutivos estaban contratados con paga deferida por cinco años (claro que lo estaban), así que los Marlins ahora le pagarán al cuarteto cerca de $7 millones de dólares para que trabajen para otros equipos por las próximas temporadas.

Ese reportaje señala un brillante e imperdonable luz sobre el precio que la franquicia pagó (y seguirá pagando) a Benedict, quien ahora trabaja para los Cubs. Es mortificante, por sí mismo, que será pagado siete figuras salariales por parte de los Peces mientras que trabaje para uno de los mejores equipos de la liga, pero los Marlins en realidad intercambiaron para conseguir a Benedict. Le dieron a los Pirates al derechista derecho Trevor Williams en noviembre 2015, en un intercambio por un jugador sin valor alguno, como compensación por contratar a uno de los coordinadores de lanzadores de las ligas menores y asistente especial al gerente general Neal Huntington.

El entrenador de lanzadores, Ray Searage, recibe todo el crédito, pero Benedict fue vital para la exitosa evolución de lanzadores que los Bucs tuvieron en la primera mitad de esta década. Quizás, si hubiera sido adquirido por una organización que lo apoyase, con mentalidad hacia el futuro, y estable, Benedict podría haber hecho que ese intercambio valiese la pena. Así como está, se le mostró la puerta sin causa alguna, y ahora traerá los poderes de gurú que tiene al tipo de franquicia que los Cubs son.

Mientras tanto, Williams ha surgido como algo que hace difícil justificar el intercambio por Benedict incluso si se hubiese quedado y convertido a los Marlins en una buena máquina aceitada capaz de prevenir carreras. Escribí los comentarios de los jugadores para el 2018 Baseball Prospectus Annual (¡el cual será enviado pronto!), y durante ese proceso perdí la fe en Searage. Es famoso por adoptar el sinker que corre hacia adentro a los bateadores del mismo lado, pero ese enfoque se está convirtiendo en una caja en la que mete a todos los lanzadores cuyas habilidades naturales y lanzamientos no los hacen candidatos ideales para ello. Pittsburgh sigue desarrollando poderosos brazos prometedores, pero Searage ya no les logra sacar provecho. Con más frecuencia parece ser un perro que sabe un solo truco, y la liga parece con mayor frecuencia haber descubierto su único truco.

Williams es una excepción a todo eso. Sus habilidades se amoldan a Searage muy bien, pero más importante, es tan bueno y tiene una mentalidad tan buena que no parece necesitar mucho a Searage. Ese balance de habilidades de primera línea refleja tan bien a Williams dentro del contexto de nuestros nuevos puntajes de lanzadores, los cuales fueron publicados el martes. Si aún no has leído sobre esos números, por favor, tómate el tiempo de hacerlo: es un trabajo fascinante. En resumen, sin embargo, ahora damos puntajes estadísticos en una escala de 0-100 para Poder (basado en velocidad de la bola rápida, frecuencia de bola rápida, y tendencia a usar lanzamientos secundarios orientados al poder), Control (basado en la habilidad de los lanzadores para atacar áreas que tienden a ser las más difíciles para los bateadores) y Resistencia (basado en cuánto descanso necesitó el lanzador y que tanto duró dentro de sus partidos).

En 2017, 105 lanzadores lanzaron por lo menos 130 entradas. Entre ellos, la media del Puntaje de Poder fue 45 (por Chase Anderson). La media de Puntaje de Control fue 54 (por Jake Odorizzi). Y la media del Puntaje de Resistencia fue 73 (por Zack Godley). Williams, quien puede localizar sus lanzamientos a ambos lados del plato, alcanza las 96 millas por hora con su bola rápida, y tiene cuatro sólidos lanzamientos, muy bueno con los primeros dos, y bastante bueno (66, el cual es bajo entre este grupo, pero lo suficientemente bueno para ser un abridor exitoso) en Resistencia. De hecho, sólo 12 lanzadores de los 105 que tenían un Puntaje de Poder de por lo menos 55 y un Puntaje de Control de por lo menos 55.

NOMBRE PDR CTL RES
Michael Fulmer 66 57 73
Gerrit Cole 65 63 82
Mike Foltynewicz 63 58 74
Lance Lynn 63 59 79
Justin Verlander 61 62 86
Jacob deGrom 61 60 82
Michael Wacha 59 57 71
Andrew Cashner 59 55 70
Trevor Williams 58 69 66
Eduardo Rodriguez 57 55 68
Jeff Samardzija 56 62 83
J.A. Happ 56 58 66

En esta exclusiva lista – Justin Verlander, Jacob deGrom, Michael Wacha, Jeff Samardzija, and Michael Fulmer, son buena compañía – Williams ha demostrado el mejor Control en 2017. Hace que el ataque enfocado en sinkers de Searage trabaje de la misma manera que lo hizo para Francisco Liriano y Charlie Morton: al atacar sus puntos y usando buenas secuencias. Además, para ponerlo de manera simple, tiene mejores lanzamientos que cualquiera con un nombre tan blando y tan poco pedigree que alguien esperaría. El paquete total es muy impresionante: Williams es un sólido tercer abridor, con un 4.07 ERA, 3.95 DRA, y 2.7 WARP la temporada pasada.

Es fácil ser uno de los jugadores más amados del Béisbol Twitter. Williams tomó control de ese mandato hace un tiempo. Su debut de grandes ligas fue una sensación viral por el momento que compartió con su familia después. Su sentido de humor es ligeramente raro, sin esfuerzo, y autocrítico. Empezó un podcast con su compañero Steven Brault justo antes del año nuevo, y es divertidísimo. Pocos jugadores en el béisbol son tan fáciles de celebrar, pero estos nuevos números demuestran la forma en que Williams agrega valor que podría ser muy fácil de perder. No es una persona divertida para seguir; está genuinamente enfocado en ayudar a llevar a los Pirates a la contención.

Por más frustrante que este invierno ha sido para los fanáticos de Pittsburgh, sus últimas dos temporadas fueron agudísimas, y parte del problema fueron los pobres desempeños de veteranas estrellas como Andrew McCutchen y Gerrit Cole. Otra parte fue la generalmente belicosa, desenfocada cultura que el manager Clint Hurdle (y quizás, debería decirse, esos mismos líderes veteranos) cultivó. Williams puede ser un líder para un club reforzado, y parece tener verdadero potencial para reemplazar a Cole al frente de la rotación a corto plazo. Mientras tanto, los Marlins se encuentran privados no sólo de talento, sino de personalidad, y existe la creciente posibilidad de que recordaremos el intercambio de Williams y el despido de Benedict como la más tonta de todas las decisiones tontas que han tomado en los últimos años.

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