
Traducido por Pepe Latorre
A finales de la semana pasada se supo que la MLB había cambiado la zona de strike extraoficialmente. Se ha reducido la zona de “protección” (la zona donde los umpires no son sancionados por sus fallos) en más de un 60%. The Athletic analizó a fondo la situación y consideró diversos ángulos, mientras que Patrick Dubuque detalló las dinámicas y el impacto desigual en el encuadre. Al principio los peloteros se sorprendieron con el cambio, pero estamos ante una de esas situaciones a las que se adaptan rápidamente por pura necesidad. Pocos tienen el tiempo o el prestigio necesario para quejarse del cambio sin que afecte a su juego.
Como se señaló en el artículo de The Athletic, la mejor manera de ver cómo se ha desarrollado esto es examinando la zona de “sombra” (shadow zone en inglés). Es diferente de la zona de “protección” con la que trabajan los umpires, pero es la que ofrece Statcast. Se llama zona de “sombra” a la parte difusa de la zona donde las decisiones de los umpires pueden ir en una u otra dirección. La parte del home–o la que parece más cercana–que irrita a los teleespectadores por la sobreimpresión innecesaria y demasiado grande que aparece en sus pantallas.
Aquí es donde el discreto cambio realizado por la liga ha tenido su impacto: los bateadores se están adaptando al cambio. Una comparación entre los bateadores que vieron al menos 250 lanzamientos en juego el lunes por la noche y los que vieron al menos 750 en 2024 arrojó 228 resultados. De estos 228, 130 han disminuido la frecuencia con la que abanican los lanzamientos en la zona de sombra. La extracción de datos para las tendencias interanuales suele generar grandes grupos. Por lo tanto, tienden a dividirse mucho más cerca del 50% entre buenos y malos (o altos y bajos) para cualquier tendencia que se intente examinar. Sin embargo, esta vez es diferente. Puedes ver todos los resultados aquí.
Incluso las comparaciones que incluyen solo un mes de la temporada actual, con números individuales desproporcionados, aún crean grupos bastante parejos en general. Sin embargo, este muestra una división del 57%. Algunos puntos porcentuales son relevantes en este contexto. La opinión más general considera a los peloteros cuya diferencia en swings a lanzamientos en la zona de “sombra” es de cualquier grado, en cualquier dirección, de al menos el 0.1%. Esto también se mantiene si se consideran a los jugadores con las mayores diferencias en el enfoque del año pasado. Un total de 57 jugadores han abanicado a lanzamientos en la zona de “sombra” al menos un 5% menos, en comparación con 31 que lo han hecho un 5% más. Incluso si se desea mover el umbral al 8% o 10%, o incluso más, la tendencia se mantiene independientemente del rol o la posición que tenga un bateador en el juego.
Analizar todo el lineup de un equipo ofrece una perspectiva diferente y podría sugerir que algunas plantillas han intentado adelantarse a sus rivales. Pirates, Yankees, Brewers, Astros, Angels, Braves, Tigers y Reds tienen cinco jugadores cada uno que han abanicado menos a lanzamientos en la zona de “sombra”. Rangers, Orioles y Mets tienen seis, mientras que Dodgers y Rockies tienen siete cada uno. Los Phillies lideran la Liga con nueve bateadores que han abanicado a menos lanzamientos en la zona de “sombra”. Si se quiere descartar la mejora del 0.1% de Nick Castellanos, un tipo poco disciplinado, lo entiendo, pero la realidad sigue siendo la misma. Philadelphia lleva varios años en una cruzada para ser mejor en el plato, incluso si los resultados han generado desazón entre los aficionados desde el inicio de 2025.
Para la mayoría de los equipos que tienen al menos a dos tercios de su alineación bateando menos a lanzamientos en la zona límite, existen implicaciones positivas, o al menos aspiraciones modestas. Solo los Rockies te harán dudar, y nadie los verá con los mismos ojos que a los Dodgers, incluso cuando se les menciona en el mismo contexto. Sin embargo, tener una alineación con un enfoque diferente no es una sentencia de muerte. Dos de las ofensivas más productivas de la Liga en lo que va del año, Mariners y Cubs, cuentan con más bateadores que atacan lanzamientos en la zona de “sombra” a un ritmo mayor en comparación con el año pasado. A veces, los bateadores batean más porque simplemente están bateando todo.
Batear menos a estos lanzamientos no garantiza un mayor éxito, incluso si ahora es un buen proceso. Esto se aprecia mejor al observar cómo se desarrolla la muestra completa de jugadores. Hay 32 peloteros que han bateado en la zona de “sombra” al menos un 5% menos que el año pasado y 23 de ellos tienen un DRC+ más bajo, incluyendo 11 con al menos 10 puntos menos. Actualmente representan una proporción considerable de los jugadores de la muestra completa cuyo ataque ha disminuido (92 de 228, o lo que es lo mismo, el 40%). Sin embargo, es fácil ver cómo bateadores como Bryce Harper, Jackson Chourio y Riley Greene podrían estar sentando las bases para una corrección.
Entre los bateadores que están teniendo más éxito destacan jóvenes con perfiles muy marcados. CJ Abrams está brillando como en la primera mitad de 2024, bateando con fuerza. Oneil Cruz y Geraldo Perdomo son dos de las grandes revelaciones de la temporada hasta el momento. Cruz está manteniendo la impresionante velocidad de salida que ha mostrado desde su llegada a la MLB. Perdomo está combinando lo mejor de su perfil de no perseguir y su alto contacto con una potencia superior a la media por primera vez en su carrera.
Hay algunos veteranos que también parecen haber encontrado algo. Cedric Mullins está despuntando por segunda vez. Su porcentaje de bases por bolas del 15.2% es el más alto de su carrera para una muestra de 30 juegos. George Springer (a quien Matthew Trueblood elogió la semana pasada) y Alex Bregman definieron a una generación de los Astros conocida por su disciplina en el plato y aún así han tenido su mejor comienzo en años. Con la excepción de Abrams, todo este grupo está recibiendo más bases por bolas. Tener un poco menos de zona que abarcar podría significar que los jugadores de alto nivel tienen mucho más margen para impactar.
Ningún enfoque que un atleta pueda adoptar le hace invencible. Pero los cambios en la zona ya han tenido un impacto claro en todos los involucrados directamente en un lanzamiento. Los bateadores ahora pueden arriesgarse a dejar pasar un lanzamiento límite para crear una situación más ventajosa que el último que vieron. Esto tiene valor, aunque no dé frutos de inmediato.
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