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Image credit: Matt Kartozian-USA TODAY Sports

Traducido por Jorge Candamo

El fin de semana pasado, asistí a la Conferencia Analítica de la Sociedad para la investigación de béisbol de los EE.UU. (SABR, por sus siglas en inglés), y el viernes por la tarde moderé un debate titulado “Panel sobre cambios de reglas de 2023” con la participación de tres expertos del béisbol:

  • Dallas Braden, ex lanzador de MLB, analista de TV y presentador de radio y podcast
  • Kyle Glaser, analista de prospectos y de Ligas Mayores para Baseball America
  • Bobby Scales, ex jugador de las ligas mayores y ejecutivo y vicepresidente en Sports Info Solutions

Mi compañero en esta publicación, Russell Carleton, ha analizado los cambios de reglas a profundidad, especulando cómo podrían o no funcionar. Aquí están sus investigaciones en la prohibición de los reacomodos defensivos, el reloj de pitcheo y la regla de separación de la placa de lanzamiento sobre el montículo. Escribió estos artículos a finales de 2022, antes de que los jugadores se presentasen para los entrenamientos de primavera. Ahora, con un par de semanas de partidos en nuestro haber, y con el trabajo de Glaser cubriendo las ligas menores donde estas reglas ya estaban activas, el panel ofreció opiniones expertas basadas en sus experiencias y en los partidos que hemos visto hasta ahora. He resumido sus comentarios aquí.

El reloj de pitcheo: Adaptación, no infracción

De todos los cambios, el reloj de pitcheo probablemente ha sido objeto de la mayor cantidad de atención durante la pretemporada. ¡Los lanzadores han visto cómo daban una base por bolas sin llegar a realizar ningún lanzamiento! ¡Los bateadores han visto cómo se les cantaban strikes pese a haber realizado contacto! ¡Un partido terminó en una infracción del reloj de pitcheo!

Ninguno de los panelistas espera que la regla provoque caos durante la temporada regular. Como apuntó Braden, los lanzadores de Grandes Ligas aprenden nuevos lanzamientos en tan solo unos días. Los bateadores de MLB realizan ajustes durante sus apariciones al bate. También pueden ajustarse a estos cambios. Muchos jugadores y umpires están familiarizados con el funcionamiento del reloj de pitcheo, tras experimentarlo en las ligas menores, ya sea en su camino a las Ligas Mayores o en asignaciones para recuperarse de lesiones. Todos los panelistas esperan un periodo de aclimatación cercano a las seis semanas—aproximadamente la duración de los entrenamientos de primavera. La temporada regular no empezará con caos.

¿Se cometerán infracciones? Sin duda. Pero no habrá una epidemia. Braden apuntó que el reloj de pitcheo se activa cuando el árbitro lo indica. Así que tácticas para demorarlo, como un jugador volviendo lentamente a su posición tras una bola en territorio malo, seguramente no funcionarán. De igual manera, en situaciones de alta presión en partidos clave, habrá más flexibilidad a la hora de activar el reloj que en un partido que va 9-2 en la séptima entre dos equipos en última posición en una fría y lluviosa tarde de septiembre.

Me pregunté si la experiencia en ligas menores—aproximadamente la misma velocidad de lanzamiento pese a descansos más cortos entre cada uno de ellos—podrían provocar lesiones en los lanzadores. Glaser observó que ese análisis estaba basado en los datos de una sola temporada. Igualmente, como ha sido demostrado, la mayoría de los lanzamientos en MLB ya estaban siendo realizados dentro de los límites de la regla, así que no se producirá un cambio sustancial.

Conclusión: los partidos avanzarán con más rapidez, con pocas infracciones. Más adelante en la conferencia, Andy Andrés, premiado con el Premio a la trayectoria de la conferencia, y quien ha trabajo como cronometrador de lanzamientos, opinó que “a todos los lanzadores de las Ligas Mayores les irá bien con el reloj de pitcheo.”

La prohibición de los reacomodos defensivos: Mucho ruido y pocas nueces

Tal y como el reloj de pitcheo ha recibido el mayor interés desde su implementación, los reacomodos defensivos del cuadro fueron un tema importante, sobre todo para aficionados casuales, en la época previa a su prohibición. ¿Un jugador zurdo bateando una bola al lado derecho del cuadro tan solo para que el segunda base la recogiese estando adelantado en el jardín derecho? ¿Un roletazo por el medio siendo fildeado por un tercera base jugando a la derecha de la segunda? ¿Es esto béisbol?

Glaser ha realizado un análisis considerable sobre este problema en Baseball America. Por citar el titular del artículo enlazado, prohibir los reacomodos defensivos no tuvo casi ningún efecto en el resultado de las bolas bateadas en las ligas menores. Este resultado contraintuitivo es el producto de varios factores: los reacomodos siendo menos comunes en las menores, los bateadores tratando de golpear la bola por encima del cuadro, y el nivel de competencia atlética de los jugadores de cuadro profesionales. Pero los tres panelistas expresaron dudas sobre si la prohibición de los reacomodos va a aumentar la ofensiva de forma considerable.

Sin duda habrá cambios. Los bateadores que conecten la bola fuerte hacia el suelo y a su lado de bateo probablemente se beneficiarán. Habrá preferencia por los defensores con mayor rango si ya no puedes situarlos donde es más probable que la bola sea bateada. Braden observó que los lanzadores, a quienes enseñan a apartarse cuando una bola es golpeada por el medio hacia una defensa con reacomodo, puede que tengan que hacerse cargo de más acciones.

Con mayor interés, dado que la prohibición del shift solo afecta a los infielders, podría haber un uso estratégico de tan solo dos jardineros con, por ejemplo, el jardinero izquierdo moviéndose hacia la hierba entre primera y segunda cuando batee un zurdo con tendencia hacia ese lado, ocupando la posición donde se encontraría un segunda base en un reacomodo. Si eso ocurre, puede que haya preferencia por jardineros izquierdos diestros, moviendo a los zurdos hacia los jardines central y derecho, la primera base y la loma del lanzador. Por otro lado, esta estrategia tendría que ser equilibrada con las ventajas de tener un buen bateador zurdo en el jardín izquierdo quien no está allí debido a su defensa (te estoy mirando, Joc Pederson).

Conclusión: aquellos quienes esperan un aumento en sencillos y en el promedio de bateo de los bateadores con tendencias a jalar pueden quedar decepcionados.

La regla de separación de la placa de lanzamiento sobre el montículo: ¿Necesidad de velocidad?

Scales, otrora Director de desarrollo de jugadores para los Angels y Coordinador de campo de las Ligas Menores para los Pirates, indicó que Jon Berti lideró las Mayores con 41 bases robadas el año pasado; un total que habría supuesto la décima mejor marca en 2006. Dijo que espera un aumento en el robo de bases en 2023 debido a una combinación de la regla de separación (que limita el número de veces que un lanzador puede lanzar a primera), bases más grandes, un control mejorado de los balks y el impacto del reloj de pitcheo en el ritmo de juego. Su compañera en Sports Info Solutions, Lindsay Zeck, presentó una investigación indicando que un robo de bases más agresivo podría ayudar a la expectativa de victoria—en la conferencia de 2016, una temporada en la que hubo más bases robadas que en 2022.

Braden dijo que la regla de separación sería un reto para los lanzadores, pese a que ellos pueden alterar el ritmo de los corredores tal y como pueden hacerlo con los bateadores. Glaser observó que, en las menores, las bases robadas aumentaron drásticamente bajo la regla de separación, tal y como lo hizo la tasa de éxito. El umbral de éxito para bases robadas con menos de dos outs es cercano al 75%, y baja a menos del 70% con dos outs. Espera que los corredores de la MLB superarán ambos umbrales en 2023, lo que llevaría a más bases robadas. Ese aumento podría concentrarse en ladrones de bases de élite o repartirse entre jugadores cuyo perfil indica que podrían correr más y con mayor éxito, como mi compañero Darius Austin ha identificado.

Conclusión: cuenta con más bases robadas en 2023 que en 2022. Cuántas más, y quién las robará, queda por verse.

Lo Próximo: ¿Umpires Robot?

Aunque el panel se centró en los cambios de reglas de 2023, una pregunta llegó durante la sesión de preguntas y respuestas sobre el sistema de bolasy y strikes y automáticos (ABS, por sus siglas en inglés), también conocido como umpires robot. Glaser, quien los ha visto en acción en las ligas menores, dio eco a los descubrimientos de mis compañeros de BP en este artículo de 2018, que ganó el premio a Análisis de Béisbol Contemporáneo en la Conferencia Analítica SABR en 2019, sobre cómo aún existen problemas técnicos con el ABS. Eso, espera él, allanará el camino para un sistema de recursos en MLB (el bateador o el receptor podrán pedir el uso del ASB cuando crean que el umpire se equivoca) en lugar de umpires robot absolutos. Eso, en su lugar, disminuirá, pero no eliminará, el valor de enmarcar lanzamientos.

Conclusión: los árbitros no tendrán que dar la bienvenida a sus jefes robot en el futuro cercano.

En resumen, los panelistas no esperan cambios abismales en MLB este año. Los partidos se moverán con mayor ligereza, pero con pocas infracciones del reloj. La prohibición de los reacomodos defensivos no augura el incremento en BABIP que muchos esperan. ABS, si se pone en marcha, no parece que vaya a suplantar la labor del umpire cantando bolas y strikes. El cambio significativo puede ser un aumento claro en las bases robadas. A lo largo de la temporada miraremos cómo avanzan estas previsiones (pero no en abril, no den ningún peso a abril.).

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