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Image credit: Jay Biggerstaff-USA Today Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Las peticiones para que Kansas City promocione a Vinnie Pasquantino comenzaron a crecer después de que tuviera un buen arranque en abril en Triple-A Omaha. Las peticiones aumentaron en mayo, cuando registró un OPS de 1.197 con la friolera de 12 cuadrangulares.

Los Royals, que no iban a ninguna parte, finalmente cedieron a finales de junio, subiendo a Pasquantino al primer equipo (irónicamente, fue sólo después de que empezara a enfriarse en la caja de bateo ese mes). Los resultados para el primera base no aparecieron inicialmente con el equipo de la Gran Carpa, ya que tuvo un OPS de .661 con tres cuadrangulares en sus primeros 20 juegos.

Cuando tienes un comienzo lento como ese y juegas en una posición que generalmente está cargada con mucha prosperidad en el tema de fantasía, vas a conseguir que te desechen al cable de la despidos en muchas ligas. Sin embargo, los seleccionadores más avispados miraron bajo el toldo y vieron en Pasquantino a un jugador que estaba a punto de cambiar su suerte.

En esos primeros 20 partidos, el “Desayuno Italiano” registró una velocidad de salida promedio de 95 mph, junto con una tasa de bateos duros del 60%. Para poner esto en contexto, sólo Aaron Judge (95.9 mph), Yordan Álvarez (95.2 mph) y Giancarlo Stanton (95 mph) tuvieron una velocidad de salida promedio de 95+ mph en la temporada. Sólo Judge (61.8%) tuvo una tasa de bateos duros superior al 60% en el año.

Lo que nos lleva a la segunda mitad, cuando Vinnie P. comenzó a convertir todo ese contacto duro en resultados. El jugador de 25 años jugó 52 partidos después de la pausa y en esos encuentros tuvo una línea de bateo de .328/.409/.489 con siete palos de vuelta entera. Ocupó el séptimo lugar en el béisbol en promedio de bateo en la segunda mitad y llegó al 17º lugar en xRC+ (155). Es cierto que las estadísticas de conteo no fueron todas, pero hay que tener en cuenta que Pasquantino se perdió casi tres semanas por un problema en el hombro (y demostró que estaba sano después de regresar y registrar un OPS de .931).

Impactar la pelota a un nivel de élite no es el único aspecto en el que Pasquantino ha impresionado. El joven parece tener ya uno de los mejores ojos para el bateo en el juego, ya que ha conseguido 35 bases por bola (11.7%) mientras que sólo se ha ponchado 34 veces (11.4%) en 298 apariciones al plato. Entre los 317 jugadores que acumularon al menos 250 apariciones al plato, fue uno de los ocho que tuvo más caminatas que ponches. Pasquantino también tuvo una tasa de bases por bolas del 12.2% y una tasa de ponches del 13.3% en las ligas menores, así que esto no es nada nuevo.

Otro aspecto que me hace ser muy optimista sobre las perspectivas a largo plazo de Pasquantino es su habilidad contra los serpentineros zurdos. Los zurdos a menudo superan a los bateadores jóvenes que batean desde ese mismo lado, pero ése no fue el caso del primera base de los Royals. Sí, sus 10 cuadrangulares fueron contra diestros, pero en general fue mejor contra zurdos, con una línea de bateo de .352/.446/.407.

Hablando de zurdos, sabemos que los bateadores que batean desde el lado izquierdo del plato se han visto más afectados por los reajustes defensivos que los diestros. Como señaló Adam Lawler recientemente, Pasquantino tuvo que lidiar con los reajustes en un enorme 93.2% de sus apariciones al plato. Sólo siete jugadores en el béisbol vieron reajustes con más frecuencia que el bateador novato. En esas raras ocasiones en las que no vio reacomodos, tuvo un wOBA de .422. Entre los calificados, sólo el ya mencionado Judge (.458) y Álvarez (.427) registraron un wOBA más alto en general en 2022.

Ahora bien, Pasquantino no es un bateador quien dependa de jalar la pelota, al menos no en roletazos. Sin embargo, sigue estando por encima de la media en ese aspecto, y sin duda se beneficiará enormemente de la prohibición de los reacomodos el próximo año. El jugador de 25 años golpea la pelota con mucha fuerza, hace mucho contacto, no tiene problemas de pelotón y se beneficiará de la prohibición de los reacomodos. Si eso no es una receta para un gran promedio de bateo, no estoy seguro de nada ya. Incluso podría decir que Pasquantino es un caballo negro para ganar el título de bateo de la Liga Americana en 2023.

Hay algunas cosas que podrían alejar a Pasquantino de convertirse en leyenda de la fantasía. Obviamente, no te ayudará en el departamento de bases robadas. Seguirá jugando sus partidos en casa en el Estadio Kauffmann, que, según los Factores de Parque de Statcast, ha sido el tercer lugar más difícil para conectar cuadrangulares como zurdo en las últimas tres temporadas. También está la alineación de los Royals, que, aunque tiene algunos jóvenes talentos emergentes, sigue estando por debajo de la media en este momento, lo que podría frenar las estadísticas de Vinnie.

Sin embargo, cuando se trata de una perspectiva de habilidades puras, tengo problemas para encontrar agujero alguno en lo que Pasquantino puede proporcionar en el plato. Con gusto lo tomaré como mi primera base titular en las ligas de fantasía el próximo año, y no me va a costar una selección premium a pesar de tener un talento premium. En el gran esquema de la primera base, podría proporcionar más que los jugadores que van por delante de él, especialmente al principio de la temporada de draft, antes de que cualquier detalle pueda elevar sus acciones.

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