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Traducido por José M. Hernández Lagunes

Art Warren fue seleccionado por Seattle en 2015, y pasó la mayor parte de su carrera profesional en esa organización hasta 2019, incluyendo una tacita de café con el primer equipo ese año, con sólo 5 y 1/3 entradas lanzadas. En las ligas menores, fue utilizado principalmente como abridor, luego, a veces, en tareas de relevo largo, y luego casi exclusivamente como cerrador. Acumuló algunas cifras interesantes de ERA y K/9 (alrededor de 3.40 y 10.5, respectivamente). Pero había una trampa: las bases por bola. Las caminatas de Warren por cada nueve entradas estaban arriba de 3.5, lo cual está lejos de ser óptimo, y Seattle parecía no querer seguir lidiando con eso. Así que, a principios de 2021, terminó en Cincinnati, tras ser reclamado y canjeado por los Rangers.

Los Reds se quedaron con Warren como cerrador cuando comenzó el año en Triple-A y fue simplemente excepcional: ponchó a 30 en 16 entradas y emitió solo cinco bases por bolas, lo cual le llevó a producir una tasa de K-BB del 34.7%. Si has leído otros artículos durante la semana de los relevistas hasta ahora (y deberías), sabes que un brazo de bullpen que es capaz de lograr grandes números de ponches es increíblemente importante en el contexto de fantasía. Su ERA fue feo, de 5.06, pero su FIP fue de un minúsculo 1.36. Todo esto obligó a Cincinnati a subirlo a las Grandes Ligas a mediados de mayo. Su línea para el resto de la temporada fue bastante buena: Un ERA de 1.29, un WHIP de 0.90, 34 ponches y un DRA de 3.25 en 21 entradas lanzadas. Se trata de un gran debut con el equipo.

Lamentablemente, ahí se detuvo su producción, ya que se perdió 68 días desde mediados de julio hasta mediados de septiembre debido a una distensión en el oblicuo. Sin embargo, fue interesante que la interrupción no dejara una marca negativa en toda esa producción antes de que cayera lesionado.

Warren siempre ha sido un lanzador de slider pesado y lo llevó al extremo la temporada pasada, lanzándolo el 60% de las veces y con gran éxito. El lanzamiento indujo una tasa de abanicada del 46.6%, lo que condujo a una tasa de ponches del 54%. Dejando de lado las muestras pequeñas, si reducimos los lanzamientos mínimos necesarios para calificar, habría sido el noveno mejor slider por tasa de ponches y el séptimo mejor por wOBA en contra (.123) en todo el béisbol. No es de extrañar que cuando lo lanza así de crecido, incluso superestrellas como Fernando Tatís Jr. parecen indefensas:

Arriba y adentro y rompiendo en la esquina del plato. Eso es prácticamente imposible de golpear.

El otro lanzamiento que Warren utiliza es una bola rápida de cuatro costuras bastante decente que lanza en muchas ocaciones, que establece el tono de cualquier turno para su slider. Si bien no es tan devastador, aún tiene valor en su bola rápida, ya que fue útil para obtener abanicadas (en 30% de las oportunidades) y, mientras que los bateadores generaron un wOBA en contra de .376, su wOBA esperado fue mucho menor con .318.

Lo que es realmente extraordinario sobre el 2021 de Warren es que parece que encontró otra velocidad y aumentó su ya buena tasa de ponches unos 10 puntos porcentuales más que cualquier otra temporada anterior en cualquier nivel. Eso es de videojuego. Como referencia, Devin Williams hizo algo similar en su paso por las ligas menores.

Por supuesto, no podemos ocultar el hecho de que Warren sigue dando muchas bases por bola. Su tasa de pases del 9.8% es superior a la media de la Liga y no es exactamente deseable, y la mayoría de los sistemas de proyección todavía le calculan tasas similares para esta temporada, lo cual es comprensible ya que no ha mostrado nada que sugiera un cambio. Por lo tanto, ¿es contrario a la intuición sugerir que debe ser puesto en un papel de alta presión en oportunidades de salvamento?

Para esta situación me gusta basarme en lo que me gusta llamar la regla del “Karinchak pegajoso”: antes de las redadas contra sustancias pegajosas y su vigilancia, James Karinchak era uno de los relevistas más dominantes del béisbol. Dominaba a los bateadores a diestra y siniestra, dependiendo principalmente de sólo dos lanzamientos—su bola rápida y su curva—y otorgaba alrededor de un 10% más de bases por bolas que Warren. Puede sonar extraño, pero ese tipo de hábito está bien siempre y cuando se pueda mantener también una alta tasa de ponches, lo que Karinchak hizo y que parece muy posible que Warren haga también. Por lo tanto, puede vivir con las bases por bolas eventuales porque puede ponchar a sus oponentes. Ser un relevista de alta presión significa limitar la cantidad de hombres en base, y mientras los hits no sigan a las caminatas, debería salir ileso la mayoría de las veces.

¿Es esto ideal? No. Pero está lejos de ser una calamidad, y por supuesto, podría ser preferible a tener a Lucas Sims cerrando, que casi siempre parece estar lidiando con una dolencia u otra.

Hablando de Sims, ya está lidiando con problemas en el codo y la espalda. Warren tendrá más oportunidades de conseguir salvamentos al principio de la temporada con Sims marginado e, incluso con David Bell ejecutando su típica y extraña gestión del bullpen, creo que Warren podría quedarse con el puesto tras un buen comienzo. Es posible que 25 salvamentos estén en su futuro, junto con increíbles ratios y ponches. Incluso PECOTA lo tiene señalado para obtener un buen 3.18 de carreras limpias admitidas este año.

Si parece un pato, camina como un pato y grazna como un pato, debe ser un pato, ¿no?

Entonces, si parece un cerrador, lanza como un cerrador, y los Reds necesitan un cerrador, ¿por qué no es Art Warren la opción de la novena entrada de los Reds?

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