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Image credit: Charles LeClaire-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

En 2018, hubo 68 estancias en la lista de lesionados atribuidas a una lesión en los isquiotibiales. La media de días en la LL fue de 24 y la mediana de 19. Supusieron el 9.6% de las visitas a la LL. Esa cifra se redujo a 49 en 2019, el 6.5% del total. La media de días fuera fue de 25, la mediana de 20.

En 2020, fue de 30, lo que equivale a 81 en una temporada de 162 partidos (aunque probablemente no, como se discutirá más adelante). La media de días en la LL fue de 23, la mediana de 17. Representaron el 6.5% de las estancias de LL que no fueron por COVID-19.

Ese número se elevó a 111 en 2021. La media de días en la LL fue de 29, la mediana de 19. De las 977 estancias a la LL no relacionadas con COVID-19 del año pasado, los isquiotibiales representaron el 11.4%. Más de una de cada nueve lesiones que requirieron una estancia en la lista de lesionados en 2021 estuvieron relacionadas con los isquiotibiales. (Los totales proceden del Mapa de lesiones de cuatro años).

Incluido en esa cifra de 2021 hay dos estancias de LL separadas para las lesiones de isquiotibiales de Shogo Akiyama, Tim Anderson, Asdrúbal Cabrera, Kole Calhoun, Adam Engel, Wilmer Flores, Austin Hays, Brock Holt, Danny Jansen y Ketel Marte. (Carlos Carrasco se perdió 123 días por una distensión en el tendón de la corva, Sam Huff 110 y Robert Stock 105. Nick Madrigal se desgarró y tuvo que ser operado; su último día en el campo de juego fue el 9 de junio. (Días perdidos del Tablero de Recuperación).

Así que uno podría preguntarse razonablemente, ¿qué pasó con los isquiotibiales en 2021?

El término “isquiotibiales” se refiere a tres músculos situados en la parte posterior de la pierna, entre la rodilla y el muslo. Probablemente lo sepas. Si has practicado algún deporte que implique correr, te garantizo que lo sabes. Un estudio sobre jugadores de fútbol europeos descubrió que el 22% de los jugadores sufrió una lesión en los isquiotibiales cada año, con una tasa de 1.2 lesiones por cada 1000 horas de entrenamiento y partido. Las lesiones de isquiotibiales son un problema tan grave para la NFL que la liga concedió una beca de $4 millones de dólares para investigar la prevención y el tratamiento de las lesiones de isquiotibiales. Y no es solo un problema de los deportes de equipo—Serena Williams no ha jugado un partido desde que se desgarró los isquiotibiales en Wimbledon en junio.

En un estudio que abarca los años 2011-2016, investigadores del Hospital Henry Ford en Detroit descubrieron un aumento de las lesiones de isquiotibiales tanto en las Ligas Mayores como en las ligas menores. Los jugadores de cuadro sufrieron ligeramente más lesiones que los jardineros, seguidos por los lanzadores y los receptores, aunque los lanzadores sufrieron más en base a la tasa (ya que las 163 lesiones de isquiotibiales de los jugadores de cuadro en el estudio se repartieron entre cuatro jugadores en el campo y las 89 lesiones de los lanzadores se atribuyeron a uno). Las lesiones de isquiotibiales se produjeron con mayor frecuencia, con diferencia, cuando los jugadores corrían por las bases, lo que supuso el 62% de todas las lesiones. El 15% se produjo fildeando. Ninguna otra causa se acercó a los dos dígitos.

En consonancia con los resultados del estudio, en la MLB durante los últimos cuatro años, los lanzadores se han librado relativamente de las lesiones en los isquiotibiales. Representaron el 31% de las colocaciones en la lista de lesionados debido a un tendón de la corva en 2018, el 27% en 2019, el 23% en 2020 y el 26% en 2021. La caída en 2020 no es sorprendente, ya que los lanzadores se ahorraron la actividad de riesgo para los isquiotibiales de correr las bases en la temporada de la pandemia. La tasa general de lesiones de los lanzadores fue mayor cada año que en el estudio, en el que los lanzadores representaron el 20% de todas las lesiones de los isquiotibiales.

El estudio también descubrió que las lesiones en los isquiotibiales se producen con mayor frecuencia en abril y disminuyen su tasa en cada mes posterior antes de repuntar en septiembre. Esto tiene dos posibles explicaciones. Una de ellas es que los jugadores están mejor condicionados a medida que avanza la temporada. La segunda está relacionada con el clima: el frío aumenta el riesgo de lesiones en los isquiotibiales. La incidencia de las lesiones en los isquiotibiales por cada 1000 atletas expuestos (definida por el número de partidos multiplicado por el número medio de jugadores que aparecen en los mismos) en el estudio se corresponde bien con la temperatura media.

Mes Tasa de lesiones en isquios
Abril 1.4
Mayo 1.3
Junio 1.2
Julio 0.9
Agosto 0.8
Septiembre 1.0

En el estudio, el 40% de las lesiones de isquiotibiales de la MLB se produjeron en los dos primeros meses de la temporada. Por ello, la conversión de las cifras de 2020 a equivalentes de 162 partidos, multiplicada simplemente por 2.7, no funciona. Las lesiones en los isquiotibiales durante la temporada de 60 partidos pueden haber ocurrido a una tasa superior a la media porque los dos primeros meses de la temporada comprendían todo el calendario. O puede que se hayan producido en un porcentaje inferior a la media porque el calendario se saltó el clima fresco de la primavera. En las tres últimas temporadas completas, hemos alcanzado el umbral del 40% antes, como indica la línea roja.

(Los gráficos son cortesía de Derek Rhoads, quien también diseñó las tres herramientas de lesiones a las que he enlazado anteriormente).

Nada de esto es sorprendente. Hay muchas lesiones en los isquiotibiales. Se producen con más frecuencia en los bateadores que en los lanzadores. Lo más probable es que se produzcan al principio de la temporada. Queda sin respuesta: ¿Por qué está aumentando el número de lesiones en los isquiotibiales, y algunos equipos son mejores que otros para prevenirlas?

Una posible razón para el aumento de las colocaciones en la lista de lesionados con los isquiotibiales es la precaución por parte de los equipos. Ante la disyuntiva de hacer descansar a un jugador con una leve contractura en los isquiotibiales con la esperanza de que pueda jugar en tres o cuatro días o perderlo en la lista de lesionados durante al menos diez, los equipos pueden estar optando por la precaución, teniendo en cuenta los jugadores disponibles en las ligas menores. (Y teniendo en cuenta el estado del banquillo moderno, puede que ni siquiera tengan elección; un periodo de lista de lesionados para un jugador de posición puede ser la única manera de conseguir que el titular de mañana entre en la plantilla). Pero si ese fuera el motor, veríamos un número creciente de colocaciones en la LL más cortas y aproximadamente el mismo número de ausencias largas relacionadas con los isquiotibiales. No es así.

Estancia en la LL 2018 2019 2021
<2 semanas 26 15 23
2-4 semanas 22 19 49
4-6 semanas 12 11 21
6-8 semanas 2 2 7
2-3 meses 4 1 5
>3 meses 2 1 6

Aumentan los periodos cortos de LL para las lesiones de isquiotibiales. Aumentan los periodos medios de LL para las lesiones de isquiotibiales. Aumentan los periodos largos de LL por lesiones en los isquiotibiales. No hay nada que destaque.

Otra posible explicación, no comprobable, es la consecuencia de la pandemia. Los jugadores no tuvieron acceso a las instalaciones, los entrenadores y los preparadores físicos de sus clubes a partir de marzo de 2020 y hasta la temporada invernal de 2020-21. Podrían haber entrado a la temporada menos preparados para los rigores de una campaña de 162 partidos, incluso después de un entrenamiento de primavera normal. (El cierre patronal significa que no podremos probar esta teoría hasta la temporada 2023 como mínimo).

O, posiblemente, ha habido un fracaso en toda la industria en la prevención de lesiones. El número de jugadores en la lista de lesionados que no son COVID-19 se ha disparado en los dos últimos años.

Temporada Estancias en la LL
2018 733*
2019 727*
2020 1,161**
2021 977

*Ajustado para plantillas de 25 hombres en 2018-19 y plantillas de 26 hombres en 2021

**Ajustado para un calendario de 60 partidos y plantillas de 28 jugadores en 2020

Parece poco probable que los jugadores hayan perdido la forma y los fisioterapeutas se hayan vuelto estúpidos en los últimos dos años, pero seguiremos rastreando esto. ¿Hubo equipos más exitosos que otros? Bueno, sí, pero.

Periodos de LL relacionados con los isquiotibiales

Como se señaló en el último informe de lesiones, ni los Phillies ni los Cardinals destacaron en la prevención de lesiones en general en 2021. Pero nadie en ninguno de los dos equipos llegó a la lista de lesionados con un isquio lastimado. En el otro extremo, los White Sox sufrieron 10 lesiones en los isquiotibiales—dos de Engel y Anderson y una de Madrigal, Billy Hamilton, Adam Eaton, Michael Kopech, Aaron Bummer y Lucas Giolito.

El “pero” anterior se refiere al tamaño de la muestra. No hubo tantas lesiones en los isquiotibiales por equipo en 2021. Ampliar la visión a las últimas cuatro temporadas cambia un poco las cosas.

Jake Fraley visitó la lista de lesionados con una distensión en los isquiotibiales el pasado 7 de abril y no salió hasta finales de mayo. Él representa la suma total de estancias en la LL marcada por los isquiotibiales para los Mariners desde 2018. Los Royals tuvieron un envío a la LL relacionado con los isquiotibiales en cada uno de los últimos tres años. Los A’s tuvieron uno en 2018, 2020 y 2021. En el otro extremo del espectro, los White Sox tuvieron cinco lesiones de isquiotibiales en 2018 y tres en 2019, además de las 10 del año pasado. Los Rays tuvieron siete en 2018, tres en 2019, dos en 2020 y cinco en 2021. Los Mets también han tenido muchas: dos en 2018, cinco en 2019, tres en 2020 y seis en 2021.

Mientras que las lesiones en general aumentaron drásticamente en 2021 (como lo hicieron, proporcionalmente, en 2020), el crecimiento de las lesiones de los isquiotibiales que requieren una estancia en la lista de lesionados fue aún mayor. La razón no está clara, aunque las lesiones siguieron el patrón típico de ocurrir con mayor frecuencia al principio de la temporada. Y algunos equipos fueron definitivamente mejores en la prevención de lesiones de isquiotibiales que otros, aunque determinar si eso se debe al entrenamiento o a la suerte tampoco está claro.

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