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Image credit: ichard Pollitt via Imagn Content Services, LLC

Traducido por Carlos Pérez

Cuando se habla de emociones en el béisbol, hay pocas cosas que superen el sentimiento de ver cómo tus presagios se confirman.

No sucede mucho, incluso para los avezados veteranos de la experiencia humana como yo. Como demuestra la pila de cartas de novato de Oliver Pérez que descansan en mi armario que nunca suben de valor (aunque, hay que decir, ¡tampoco bajan de valor!), no todas las intuiciones se cumplen.

Incluso, mientras navegamos los meses de invierno sin béisbol, podemos empezar a imaginar si los jugadores que valoramos en el béisbol de fantasía van a darnos valor extra cuando se produzcan los drafts de nuestras ligas. ¿Cómo? Midiendo nuestras evaluaciones contra los sistemas de proyección que están saliendo ahora, de los cuales PECOTA es el que más interés genera.

A veces, los sistemas de proyección están de acuerdo, y ese acuerdo agranda nuestra sensación de invulnerabilidad sobre nuestras preferencias. Otras veces es una cuestión sobre si deberías hacer un salto de fe sobre tus creencias cuando las proyecciones difieren.

El exceso de valor llega, sin embargo, cuando unes tus creencias con jugadores que probablemente sean devaluados por los ránkings actuales de ADP (posición promedio en el draft, por sus siglas en inglés). Cuanto más cerca estén las proyecciones con tus evaluaciones, más difícil se vuelve en ligas con mánagers avispados, pero la ganancia es real: la diferencia entre tus intuiciones y el consenso de proyecciones es donde se haya la dulce, dulce diferencia entre la victoria y la derrota.

Empecemos en la Liga Americana Este, específicamente con el equipo que todo el mundo piensa en esa división: los Baltimore Orioles. Examinemos cómo el valor de Adley Rutschmann está, extrañamente, muy bajo.

Normalmente, mi consejo en cualquier prospecto que no ha sido promocionado o no ha conseguido un trabajo en ligas mayores es que te alejes de él. Por eso, puedo sonar un poco hipócrita al enfatizar la necesidad de que te fíes del consenso general sobre Rutschmann, pero examinemos su caso.

De primeras, esta no ha sido una postemporada ordinaria, como has podido comprobar. Cuando sea que las dos partes acuerden un nuevo convenio colectivo, estaremos ante un período truncado para que los equipos firme agentes libres. Eso es relevante, porque incluso aunque Jacob Nottingham y Anthony Bemboom tienen contrato de ligas menores, el número de receptores en el equipo de 40 hombres de Baltimore es cero. En serio, lo he revisado dos veces. Es cero.

Parafraseando a Casey Stengel, si los Orioles no promocionan a Rutschman van a ver cómo muchas bolas pasan de largo.

Considera también que las conversaciones sobre el convenio colectivo podrían acabar de diferente manera: una negociación suave en enero que da lugar a un entrenamiento primaveral normal; un parón largo que se soluciona en marzo con poco o ningún retraso en la temporada; o un paro general. En cualquier escenario, es difícil imaginar a los Orioles invirtiendo significativamente a corto plazo en la receptoría. Además, cuanto más se dispute de ligas menores mientras la MLB esté parada, resultará más obvio para todos, como me sucedió el pasado verano, que Rutschman está listo para las grandes ligas.

Si fuera promocionado, los sistemas de proyección difieren. PECOTA lo puntúa a la baja, prediciendo una línea de bateo de .243/.333/.398. ZiPS, por otro lado, proyecta al receptor de los Orioles con una línea de .264/.347/.449, lo que daría a un buen OPS+ de 115, con 21 jonrones. Si la proyección ZiPS suena bien para un receptor, bueno, tienes razón. Solo siete receptores conectaron 21 o más jonrones en 2021, y de ese grupo, solo cuatro—Salvador Pérez, Mike Zunino, Yasmani Grandal y Will Smith—superaron su proyección de OPS según ZiPS de .796.

Porque adoro a Rutschman, y por tanto me inclino hacia la opinión de ZiPS (o, en otras palabras, un percentil más alto en la estimación de PECOTA), creo que hay una oportunidad significativa para sacar beneficio el día del draft. Rutschman no está siendo seleccionado como un receptor del top 5, según la posición promedio de NFBC (Campeonato Nacional de Béisbol de Fantasía), sino que está en noveno lugar. Está siendo seleccionado alrededor del puesto 191. No, repito, no lo dejes pasar más allá del pick 100. Los únicos receptores que tengo por delante de Rutschman en mis ránkings personales son Pérez, Smith, y J.T. Realmuto. Incluso Realmuto, que va a estar 140 elecciones por encima de Rutschman, está cerca para mí. Eso es cierto también para PECOTA, que ve a Realmuto bateando .251/.333/.436 en 2022.

Mientras tanto, si eres capaz de conseguir el último resquicio de valor de Rutschman, deberías también aprovecharte de la falta de excitación respecto a Joey Gallo. Los Yankees adquirieron al pegador en el cierre de mercado del año pasado, y aquellos que lo tuvisteis en vuestros equipos en 2021 sabéis que no funcionó bien. Gallo cojeó con una línea de .160/.303/.404 después del cierre, y recibió mucho odio de una afición Yankee que al final pareció odiar a todo el equipo en su conjunto.

Gallo, sin embargo, viene de una temporada donde pegó 38 jonrones y lideró la liga en caminadas. Tiene un OPS de .821 en toda su carrera y acaba de cumplir 28, además de que va a jugar en un parque está construido para pegadores zurdos. Aún así está siendo seleccionado el 49º entre los jardineros, o el 182º en general en los drafts.

Nadie debería seleccionar basado en dos meses de resultados, como aprendimos una y otra vez cuando perseguimos la producción del 2020. PECOTA está aquí para recordarte eso, también, proyectando a Gallo en .209/.351/.477 con 35 cuadrangulares y seis robos. Y aquí está el consenso que estábamos debatiendo encima de todo eso: ZiPS tiene a Gallo bateando .205/.352/.507 con 38 jonrones, 93 caminadas, y seis bases robadas.

A pesar del consenso de la proyección, sin embargo, Gallo no es muy querido en las ligas de fantasía. Hay muchos jardineros que son escogidos por delante de Gallo. Para ser claros, si estás en una liga donde el promedio de bateo importa, lo entiendo, pero parece que la visión sobre Gallo se ha centrado en lo que no puede hacer en lugar de lo que puede hacer. Compáralo con Jesse Winker. El jardinero de los Reds está muy bien valorado por PECOTA, con una proyección para 2022 de .274/.372/.468. Todos esos sencillos extra suben su SLG a la altura del de Gallo, porque el última pega el doble de jonrones. La diferencia es que Winker se escoge el 32º entre los jardineros y el 108º en general. Puedes esperar un par de rondas más y tener el mismo nivel de producción de Gallo solo si cumple la expectativa del consenso, o, como espero yo, las supera.

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