keyboard_arrow_uptop
Image credit: Gregory Fisher-USA TODAY Sports

Traducido por Carlos Pérez

Cuando Buck Showalter se reunió con los medios el lunes por la tarde, sentado con su esposa Angela, y los miembros de la gerencia de los Mets Sandy Alderson y Billy Eppler, quedó claro que se habían tomado ciertas restricciones por la situación actual. Por ejemplo, el evento fue solo virtual. Además, nadie podía mencionar los nombres de jugadores específicos.

Es una restricción absurda sobre cualquier nuevo mánager. ¿Qué piensas de tu equipo? ¡Danos tu opinión sin ser capaz de mencionar a nadie de tu equipo! Para darle algo de crédito a Showalter, durante una hora larga con los medios, casi lo consigue.

“Creo que lo que está siendo realmente atractivo para mí es ver a Billy, Sandy y Steve, añadir el tipo de gente que han conseguido en la temporada baja”, dijo Showalter cuando llevaba 55 minutos de conferencia. “Si ves a Marte, si ves a Eduardo [Escobar], si ves…”

Angela estaba comunicándole claramente a su marido de manera silenciosa que tenía que respetar la extraña regla debido al ‘lockout’, girando ligeramente la cabeza. Una demostración gráfica de lo que significa el matrimonio. Showalter le hizo caso.

“ya sabes, obviamente no puedo mencionar nombres, así que me voy a callar”, continuó. “La gente que han añadido son gente en la que yo también habría estado interesado”.

A pesar de la prohibición de mencionar jugadores específicos, es posible entender la misión que se le ha encomendado a Showalter. Es posible entender cómo planea hacer las cosas en Nueva York, y qué significaría su visión para muchos jugadores de los Mets 2022, tanto en la vida real como en los juegos de fantasía.

Comencemos con el tema que trató Showalter repetidas veces: este es un equipo para ganar ya. Showalter es la misma prueba de ello, pero pensé que la manera en la que lo expresó en los medios fue la más sucinta de describir cómo una directiva puede alterar un equipo de béisbol:

“Steve continúa eliminando excusas que podríamos tener para las cosas que no podemos hacer”, dijo Showalter.

Merece la pena explicar esta frase. Significa que los Mets – una vez que el béisbol regrese de una manera que permita a Cohen gastar más dinero en jugadores y permita a Showalter pronunciar el nombre “Max Scherzer” sin que un esbirro de la oficina de Rob Manfred acuda en su captura – buscarán lo máximo en la temporada 2022.

Esto llevará, con toda la probabilidad, a correas más largas para lanzadores como Scherzer y Jacob deGrom, lo que podría resultar en más entradas. Además, Showalter ha mostrado voluntad de ser agresivo con el bullpen para aliviar a los abridores menores, una tendencia que se ha vuelto bastante común estos días, lo que significaría mucho trabajo no solo para Edwin Díaz sin también para Trevor May.

Además, Showalter ha mostrado habilidad para dirigir cargas de trabajo y roles. Brad Branch, antiguo relevista de Showalter, por ejemplo, habló en MLB Network Radio esta semana sobre cómo fue Showalter quien vio su habilidad para rendir mejor como un apagafuegos durante varias entradas, en lugar de un relevista de una entrada o incluso un abridor, que es como le veía la organización. Para mí, eso indica que, aunque la jerarquía de relevos de los Mets se tambalee, merece la pena subir un par de puestos a esos lanzadores en tus elecciones del draft la próxima primavera (ojalá que sea así).

Otra cosa que Showalter mencionó varias veces me llamó la atención, también. Mientras elogiaba a los jugadores que habían traído a Nueva York, Showalter mencionó que “a veces, alguien se va – a veces, tu mejor fichaje es ese”. Esto, para mí, sirvió como un recordatorio de que Showalter, tanto por su temperamento como por sus expectativas, no parece que vaya a aceptar lapsos de rendimiento que otros entrenadores podrían tolerar por paciencia. Escucha a lo que Showalter dice y me dices lo que piensas:

“Has estado en muchos vestuarios”, dijo Showalter. “Vas por ahí y aunque hayas ganado, sabes que algo no está bien. Eso es responsabilidad de los jugadores. Es sobre ellos, ya sabes, a lo que aspiran. Un staff de entrenadores y yo Podemos hablar sobre todas estas cosas, pero ¿están dispuestos a aceptar lo que queremos, a llegar a donde queremos?”.

Si tu mente fue a los lapsos defensivos recurrentes de Jeff McNeil cuando oíste eso, bueno, la mía también. Es difícil imaginar a Showalter aceptar eso de McNeil.

¿Pero qué tal la parte donde Francisco Lindor agarró a McNeil por la garganta? Bueno, oigamos las reglas de Showalter para las estrellas.

“Sabes, es divertido”, dijo Showalter. “Lo que es justo para uno quizá no sea justo para el otro”.

Siguió diciendo que “parece que lo último que quieres es llegar y suprimir todo. Si acaso, quiero que todo el mundo se sienta cómodo con su personalidad y encaje. Pero tiene que haber una razón para las cosas que haces”.

Mientras consideramos cuál será el techo de Lindor en 2022 y más allá, es difícil imaginar algo mejor para un mánager que es comprensivo con su pasión y está dispuesto a construir un equipo que permita a Lindor ser él mismo.

Brindemos por un 2022 que también permita a Showalter hablar con Lindor, o incluso mencionar su nombre.

Thank you for reading

This is a free article. If you enjoyed it, consider subscribing to Baseball Prospectus. Subscriptions support ongoing public baseball research and analysis in an increasingly proprietary environment.

Subscribe now
You need to be logged in to comment. Login or Subscribe