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Image credit: © Darren Yamashita-USA TODAY Sports

Traducido por Marco Gámez

Escondida entre la gran cantidad de reglas cambiadas en los últimos años hay una que podría haber sido revolucionaria hace una década, pero que pasó prácticamente inadvertida durante 2020 en medio de la pandemia: La del mínimo de tres bateadores. La regla requiere que los lanzadores se queden para enfrentar al menos a tres bateadores rivales, excepto bajo un par de ciertas circunstancias.

En teoría, la aplicación de esta medida debería haber disuadido a los equipos de utilizar lanzadores de relevo especializados cuyo trabajo era enfrentar solo a un cierto tipo de bateador, y en particular de usar los Lanzadores Zurdos Para Un Solo Out  (LOOGY, por sus siglas en inglés). Sin embargo, en la práctica, aunque la norma ha reducido al mínimo los muy breves trabajos como lanzador, ya éstos iban en vías de desaparecer mucho antes de que la norma entrara en vigor. Y aunque podría haberse esperado que deshacerse de lanzadores LOOGY produjera más ventajas para que los bateadores enfrentaran lanzadores de la mano opuesta, el impacto real allí también ha sido insignificante. Tanto desde una perspectiva de enfrentar bateador-lanzador de mano opuesta como de ritmo, la regla no ha logrado sus objetivos previstos, aunque ha dado a los lanzadores con dificultades una buena razón para fingir lesiones y evitar la ira de la MLB.

Había buenas razones para creer desde el principio que el la regla del mínimo de tres bateadores no tendría un efecto dramático. En análisis anteriores del tema, escritores como Craig Edwards y Sam Miller habían descubierto que hay relativamente pocos lanzadores que se enfrentaban solo a uno o dos bateadores por salida. Aunque Oliver Perez y un puñado como él pueden haber sido afectados negativamente, en el amplio espectro del béisbol en general, era un hecho muy poco frecuente. La regla prohibió un caso marginal inusual, en lugar de un problema frecuente.

A pesar de la imposición de la regla que supuestamente elimina las salidas de lanzadores para uno o dos bateadores, ellas han persistido, aunque también se han vuelto menos comunes, cayendo de alrededor del 13% en 2015 a solo alrededor del seis por ciento en los últimos dos años. En realidad, esto exagera la frecuencia de estas apariciones cortas de alguna manera: debido a que son tan cortas, constituyen una proporción mucho menor del total de entradas lanzadas que del total de apariciones. El impacto de la regla es dramático, aunque no ha eliminado por completo las salidas para enfrentar a uno o dos bateadores. Esta tabla muestra la proporción de apariciones de lanzadores en las que el lanzador se enfrentó solo a uno o dos bateadores.

Eso es porque hay excepciones a las reglas en dos casos: expulsiones y lesiones. (Una tercera excepción técnica aparece en la tabla anterior, que es si el juego termina). Las expulsiones son raras, pero ocurren a discreción de los árbitros, por lo que son difíciles de manipular. Las lesiones, en contraparte, pueden manipularse para superar la regla con facilidad. Es imposible para un árbitro o equipo contrario acusar de manera creíble a un lanzador de fingir molestias en el brazo o el hombro, especialmente en una era en la que cualquier punzada de dolor puede ser un presagio de que la cirugía Tommy John alterará su carrera. Como resultado, si un lanzador está realmente comprometido, puede valer la pena que su manager o él mismo llame al kinesiólogo en lugar de enfrentar al tercer bateador.

Es posible que ya haya habido casos en los que esto sucedió, pero es muy difícil saberlo en este momento. Los usuarios de Reddit protestaron airadamente que en un juego de mayo entre los Dodgers y los Astros, el relevista Kent Emanuel salió de acción después de enfrentar a un bateador, quejándose de “molestias en el codo”. Por supuesto, unos días después, Emanuel entró en la Lista de Lesionados y, a la postre, requirió una cirugía de codo, por lo que, en retrospectiva, parece un caso verdadero y no una forma de eludir la regla.

Estas salidas muy cortas no han desaparecido, pero se han reducido aproximadamente a la mitad. La noción al adoptar la regla puede haber sido desalentar a los equipos de usar relevistas especializados como los lanzadores LOOGY. La realidad es que los LOOGY eran una especie en desaparición antes de que la regla entrara en vigor, como sugiere la pendiente descendente en el gráfico anterior. Y como resultado de la lenta desaparición de esos lanzadores, poner en práctica la regla de los tres bateadores no ha afectado la distribución de las apariciones en el plato con ventaja de enfrentar a un lanzador de la mano contraria en un grado significativo.

Las apariciones con lanzadores y bateadores de mano opuesta variaron desde el 53.8 % en 2019 al…53.2 % en 2021 hasta ahora. Es un cambio mínimo, dentro del rango normal de variación de un año a otro. En cualquier caso, la regla no ha tenido un impacto significativo en las ventajas de bateadores contra lanzadores de mano opuesta.

La verdadera intención al aplicar el mínimo de tres bateadores no era desaparecer a todos los LOOGY, sino acelerar el juego desalentando algunos cambios de lanzadores que hacen lento el ritmo. Pero aquí también el impacto ha sido mínimo. Según los datos de Baseball Reference, el número de outs registrados por aparición como relevista no se ha modificado. La cantidad de lanzadores utilizados por juego tampoco. Así que puede haber menos apariciones contra uno o dos bateadores, pero hay más apariciones contra tres o cuatro bateadores que lo contrarrestan. El resultado total es inmovilidad, y MLB está siendo testigo de algunos de los juegos más largos y lentos en la historia de la liga.

Rob Manfred y MLB han atacado el ritmo del juego en todos los sentidos que se les ocurre, salvo uno: el más importante, el reloj de lanzadores. Después de intentar imponer ese cambio unilateralmente, el rechazo del sindicato de jugadores lo impidió, y la idea se quedó en el camino. Pero informes recientes de Jayson Stark argumentan que un reloj de 15 segundos en las ligas menores ha sido notablemente efectivo, tanto para acortar juegos (a través de un ritmo más rápido) como para aumentar la ofensiva. En conclusión, mientras que otros cambios en las reglas, como el enfrentar un mínimo de tres bateadores, están muy cerca de cambiar la esencia del juego, MLB parece destinada, a largo plazo, a tener que usar un reloj para los lanzadores. Y es posible que pueda resolver los problemas causados por el ritmo letárgico que estas otras reglas no han logrado solucionar.

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