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Image credit: Kamil Krzaczynski-USA TODAY Sports

Traducido por Carlos Pérez 

Las sustancias pegajosas están fuera de la liga gracias a nuevas reglas e inspecciones que se han llevado uno de los activos más valiosos del pitcheo. Como resultado, las ratios de revoluciones han bajado, lo que a su vez reduce el movimiento. Pero la pieza que falta en este ajuste ha recaído en el lado del bateo: ¿qué significa el descenso masivo en rotación para los bateadores, y ha sido suficiente para revertir años de ventajas de los lanzadores?

Los primeros resultados muestran una reacción ligeramente retrasada para los bateadores, pero seguro que la producción de carreras mejorará, aunque lentamente. La manera más obvia que la ratio de rotación ha afectado a los lanzadores es mejorando su capacidad de poncharse. Los lanzadores que se mueven más son más difíciles de ser contactados, y por eso, quitarles unas docenas de RPM a (casi) todas las bolas rápidas de la liga han provocado menos fallos de los bateadores.

Este cuadro muestra la ratio de ponches promedio en 14 días en las mayores desde el inicio de la temporada. Según mis investigaciones previas, un puñado de lanzadores comenzaron a abandonar sus ayudas pegajosas alrededor del 15 de mayo, y la liga en su conjunto se unió a ese proceso a comienzos de junio. Es sorprendente que no veamos un ajuste a la ratio de ponches, hasta comienzos de junio, justo antes de que las inspecciones comenzaran. En ese punto, muchos lanzadores ya habían perdido cientos de RPM y pulgadas de movimiento. Pero a los bateadores les llevó algunas semanas más para ajustarse, lo que tiene sentido en retrospectiva: ver a lanzadores a los que nunca antes te habías enfrentado, ni entrenado, y mostrando mucho menos movimiento de repente sería difícil.

Una ratio de ponches que cae muy rápido es el síntoma más obvio del abandono de las sustancias pegajosas. Pero se manifiesta también en ratio de contacto puro, o la fracción de golpes fallados por swing. En este cuadro, CH = cambio de velocidad, CU = curva, FA = bola rápida, FC = cutter, SI = sinker, SL = slider.

Aquí hay una replica (y una explicación) del mismo patrón que antes. Los ponches suben normalmente de abanicar y fallar en más cantidad, así que cuando los bateadores empezaron a contactar más con la pelota, los K cayeron predeciblemente.

Dividí este cuadro según el tipo de lanzamiento para mostrar también que el efecto no es el mismo en cada tipo de lanzamiento. La mayoría de los lanzamientos se inclinan hacia abajo, lo que indica que evitan menos bates en este nuevo tipo de béisbol. Las bolas rápidas de cuatro costuras (FA), sinkers y curvas parecen especialmente afectadas. Como resultado, el impacto de eliminar la sustancia pegajosa no va a ser igual para cada jugador.

Los lanzadores que viven por sus cambios y sliders quizá no sufran tanto por abandonar su Spider Tack. Los lanzadores exitosos gracias a bolas rápidas vertiginosas y curvas cerradas quizá tengan problemas en la era post-sustancias pegajosas. En el lado opuesto de la batalla, los bateadores que ganen en esta nueva era no estarán seleccionados al azar. Aquellos con problemas para medirse a lanzamientos con movimiento despegarán. Aquellos que tuvieron éxito con las bolas rápidas quizá pasen momentos más difíciles por comparación, simplemente porque el valor de su fuerza será disminuido comparado con el resto de la liga.

Hay muchos otros indicadores de producción ofensiva que han cambiado en las últimas dos semanas. Cada uno tiene un cuadro ligeramente similar al primero, con un paso aleatorio estable en los primeros dos meses de competición y un cambio repentino desde mediados de junio. Los pasaportes están subiendo; los golpeos a los bateadores están bajando (contrariamente a los argumentos de que las sustancias pegajosas eran necesarias para mejorar el control); los jonrones están al alza; los lanzadores están lanzando mucho más lejos del centro de la zona. Y estos cambios también suceden en las ligas menores, donde una persecución similar está ya en marcha.

Por el contrario, estos cambios son demasiado precipitados para suceder de un mes al siguiente. Típicamente -con la notable excepción del porcentaje de jonrones por elevados- las tendencias a nivel general suelen marchar lentamente hacia dentro o hacia fuera durante el curso de los años, creciendo gradualmente y solo dando pasos significativos hacia delante en la temporada muerta. El porcentaje de ponches bajó más o menos la misma cantidad en un mes de lo que usualmente sube en un año.

Por otro, si los números de finales de junio representan la nueva normalidad, entonces la liga no va a ser muy diferente a lo que ha sido estos últimos años. El descenso del porcentaje de K se lleva la ratio 23% a los días pasados de… 2019, que llegó a ostentar el récord de más ponches de la historia. Una liga sin sustancia pegante parece que “solo” tendrá el segundo mejor ratio de fallos de los bateadores de todos los tiempos (después de 2020), en lugar de ser el más alto por un amplio margen.

El hecho de que estas tendencias no están reformateando completamente el estilo del béisbol con el que hemos crecido resalta el hecho de que esta versión del juego evolucionó por muchas razones: una pelota más aerodinámica; el ajuste de los bateadores a esa pelota optimizando el ángulo de lanzamiento; lanzadores más fuerte y lanzando con más potencia, y muchos otros factores más. Esta nueva normativa quita un porcentaje potente de ventaja a los lanzadores, pero no puede deshacer décadas de cambios graduales en su beneficio. No cambiará, por si mismo, el curso que el juego ha ido marcando desde hace años.

Y de hecho, los eventos que se han vuelto mucho más comunes en junio no son las bolas en juego. Los grandes beneficiados de un punto porcentual de reducción de fallos de bateadores parecen ser las bases por bolas (que suben quizás 0.5 puntos porcentuales) y jonrones (la ratio HR/FB está arriba dos puntos porcentuales, más de lo que puede explicar el clima por sí mismo). Incluso si las sustancias pegajosas cambiaron el balance hacia los ponches, las tres verdaderas consecuencias continúan dominando.

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