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Image credit: Mark J. Rebilas-USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

Si soy sincero, las opiniones controvertidas nunca han sido lo mío. Mi regla número uno siempre ha sido “No seas como Skip Bayless”, por lo que mantenerme alejado de la controversia me ha servido mucho. Sé que las opiniones más controversiales son las que obtienen más clics, generan más tráfico y aumentan el engagement. También son, por alguna razón, las que desembocan en más enfados. Aun así, cuando se hace correctamente, las opiniones controvertidas pueden ser divertidas. E incluso, aunque no se crea que lo dicho sucederá, las proclamas atrevidas pueden al menos servir para sentar precedentes y señalar tendencias en los peloteros.

Lo estoy haciendo otra vez. Intentó moderar las expectativas…

Bueno, ahí voy… Una opinión controvertida en la que creo. Una que definitivamente sucederá. Seguro. Quizás…

Tim Anderson va a ser el mejor campocorto en las ligas de fantasía en 2021.

Me gusta Tim Anderson, esa debería de ser la conclusión que se extraiga de esta pieza. Estuve a punto de defender a Anderson como (1) un talento de primera ronda, (2) el mejor campocorto que no es Tatís o Turner o (3) el pelotero de los White Sox más valioso en las ligas de fantasía. Pero ¿dónde está la diversión en eso? Ya sabes de que va.

De cara a la temporada 2021, Anderson es el noveno campocorto seleccionado según las predicciones de NFBC ADP. Está saliendo alrededor de la selección 40. Hay un par de aspectos importantes de su juego que le permiten ser tomado por alto. Es rápido y puede batear para promedio. Las bases robadas y los promedios de bateo han disminuido constantemente en la última década, se ha vuelto extremadamente difícil encontrar tipos capaces de hacer ambas cosas consistentemente en el panorama de las ligas fantasía. Desde el comienzo de la temporada 2019, solo DJ LeMahieu ha registrado un promedio de bateo más alto que Anderson en las Mayores, este último ha promediado un .331 en casi 740 apariciones en el plato.

Mirando un poco más en conjunto, entiendo las dudas sobre la capacidad de Anderson para conseguir un hit cada tres veces. Es justo decir que podría protagonizar, junto a Angelina Jolie y Jonny Lee Miller, una secuela de Hackers, y es que es raro que haya un lanzamiento al que Anderson crea que no pueda llegar. Los boletos son para perdedores. Sin embargo, durante ese período que empieza en 2019, el promedio de bateo de Anderson para pelotas puestas en juego solo está un poco por debajo de .400, es decir, más de 100 puntos por encima del promedio de la liga. Es un registro prácticamente insostenible, pero hay razones para creer, e incluso confiar, en que será capaz de acumular un BABIP muy por encima de la media. El primer motivo es su velocidad. Desde 2016 Anderson ha clasificado en el percentil 86 de velocidad de sprint en las Grandes Ligas, llegando incluso al percentil 92 en 2020. Esa velocidad le ha permitido conseguir 70 infield hits desde 2017, cuarta mayor marca de la liga.

La capacidad de lograr sencillos con infield hits es especialmente importante para Anderson, alguien que no siempre ha estado entre los mejores en velocidad de salida. La agresividad de Anderson se debe a su habilidad para hacer contactos con lanzamientos fuera de la zona, contacto que lleva a rodados débiles. El aumento en los contactos fuera de la zona se produjo después de la temporada 2018, y se debieron a unos ajustes que le llevaron a estar más erguido para cubrir mejor el plato y batear hacia el medio y la banda contraria. Su nuevo enfoque le llevó a aumentar mucho su promedio en los lanzamientos fuera de la zona, al tiempo que mantuvo su rendimiento dentro de la zona. Depender de un BABIP cercano a .400 no es lo ideal, pero las habilidades de Anderson le permiten apostar por un elevado promedio de pelotas puestas en juego, por lo que no hay muchas razones para creer que su promedio de bateo caerá por debajo del .300.

Aunque la velocidad de salida promedio de Anderson para las bolas en juego no es nada del otro mundo, se las arregló para conectar los elevados y los lineazos mucho más fuertes que los rodados. Mientras que su velocidad de salida promedio estaba solo el percentil 23 en general, subía hasta el percentil 53 en los elevados. Logró que su mejor tasa de batazos duros viniera acompañada de la mejor tasa de barrels de su carrera, y eso genera mucho potencial en ataque. La temporada pasada, Anderson conectó 10 cuadrangulares en 229 apariciones en el plato. De haber acumulado 600 apariciones podría haber rondado los 27. Su número de bases robadas bajó algo, pero podría haber sido fruto de batear delante de Yoán Moncada durante gran parte de la temporada. El nuevo, y ya algo mayor, dirigente, Tony LaRussa, ya ha declarado que ve a Adam Eaton como el segundo bate más habitual. Ha aludido a su capacidad para tocar y mover corredores. Este suele ser el tipo de bateador con el que también corres, así que esperaría más oportunidades de robo de bases para Anderson este año, acercándose a las 26 almohadillas del 2018.

Recapitulando, estamos hablando de un tipo que debería batear por encima del .300 y que podría llegar al 25/25 con relativa facilidad. (Sí, soy consciente de que lo de “relativo” requiere mucho trabajo). Hablemos ahora de estadísticas de acumulación. La temporada pasada los White Sox anotaron más carreras que todos menos cuatro equipos de las Mayores. Obviamente, eso es bueno. También hay una razón real para creer que la ofensiva podría ser mejor en 2021. Es difícil imaginar que José Abreu repita su producción de MVP de 2020, pero es fácil imaginar una mejor temporada de Moncada, quien lidio con las secuelas del COVID-19 durante el verano. Eloy Jiménez y Luis Robert tienen un año más de experiencia en su haber y no vienen precisamente de una temporada decepcionante. Nick Madrigal debería ser capaz de aguantar todo el año con el equipo, gracias a una extraña habilidad para el contacto y su puesto en la parte baja del alineación debería brindar a Anderson muchas oportunidades para impulsar carreras. Y no olvidemos que es probable que veamos a Andrew Vaughn como bateador designado, eso sí, una vez que trabaje en su defensa como bateador designado o lo que sea que nos cuenten. Un total de 100 carreras anotadas e impulsadas es un logro en cualquier temporada, pero también es uno que Anderson podría alcanzar en 2021.

Esto nos deja con alguien capaz de aportar en cinco categorías y con un promedio, una velocidad, una capacidad para anotar en impulsar por encima de la media y con jonrones de sobra. Un tipo bastante sólido.

Ahora, eso sí, esto es para las ligas de fantasía de Roto que van con puntaje estándar. Los altos promedios de bateo de Anderson lo ayudarán a ser jugable en las ligas con OBP, pero es difícil que sea una estrella en la categoría debido a las pocas bases por bolas que acumula. Lo mismo ocurre con las ligas de puntos. En las ligas Roto estándar, sin embargo, el conjunto de habilidades y la situación de Anderson lo dejan listo para competir por el honor de ser el mejor campocorto de las ligas de fantasía.

Ya sabes, además de Tatís y Turner. Probablemente.

Lo siento, no pude evitarlo.

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