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Image credit: John David Mercer-USA TODAY Sport

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Incluso después de haber contratado a Dave Dombrowski y haber recontratado  a J.T. Realmuto y Didi Gregorius este invierno, el reloj sigue corriendo para los Phillies. Si no superan la marca de .500 o llegan a la postemporada este año, cumplirán una década entera desde que lo hicieron por última vez. Mientras tanto, aunque Realmuto y Gregorius todavía están en activo, no se están haciendo más jóvenes. Tampoco lo son Bryce Harper o Aaron Nola, alrededor de los cuales se suponía que se construiría el próximo buen equipo de los Phillies. Eso hace que esta sea una temporada fundamental para el club, y en esta temporada fundamental, su temporada más fundamental bien podría ser la de Zack Wheeler.

Al cumplir 31 años en mayo, es probable que Wheeler no se mantenga en la cima por mucho tiempo. Pero por ahora es un segundo abridor impresionante. De los 145 lanzadores que proyectamos para realizar al menos 20 aperturas, PECOTA sitúa a Wheeler como el 23º mejor, con un DRA- de 83. Curiosamente, ese sería su peor DRA- desde la temporada parcial en la que regresó de sus largos problemas de lesiones, 2017. En los últimos tres años, no solo ha sido duradero, sino muy bueno, con cifras de DRA- de 67, 78 y 76. Sin embargo, lo hace de una manera muy inusual. En la era del ponche, Wheeler es un bólido que lanza al contacto.

De los 30 mejores abridores proyectados, sólo tres se sitúan ahí a pesar de que se prevé que abaniquen a menos de 9.0 bateadores por cada nueve entradas. Uno es Zack Greinke, cuya velocidad de bola rápida podría ser finalmente eclipsada por la de su cambio de velocidad este año. Otro es Kyle Hendricks, quien es mejor conocido por confundir a la ortodoxia moderna y las métricas avanzadas al prosperar con una bola rápida que podría tener su propio nombre. Que el tercero sea Wheeler, cuya bola rápida de cuatro costuras promedió 97.3 millas por hora (156.5 kph) en 2020, es un giro agradable para terminar la lista.

El invierno pasado, Wheeler fue un objetivo popular como agente libre, en parte porque muchos creían que podría convertirse en un as bajo la tutela de un nuevo equipo. La intensidad de sus lanzamientos lo convirtió en un candidato para recibir un cambio de look extremo como el que los Astros le ofrecieron a Gerrit Cole después de negociar por él antes del 2018. Con su duro slider tipo Warthen, altas tasas de giro en su bola rápida de cuatro costuras y curva, y el tacto para lanzar múltiples cambios de velocidad, Wheeler parecía un potencial monstruo del ponche en ciernes. Se unió a los Phillies en un momento en que casi toda la Liga estaba dirigiendo al sinker hacia la obsolescencia. Era una oportunidad para finalmente desechar ese lanzamiento, empezar a atacar la parte superior de la zona de strike y acumular ponches. Wheeler no hizo nada de eso, en realidad. Sin embargo, tuvo otra gran temporada.

Contra los zurdos, Wheeler prácticamente descartó el sinker, pero no hizo ningún aumento correspondiente en el uso del lanzamiento rompiente. Atacó en gran medida a los zurdos al ser capaz de lanzar su bola rápida de cuatro costuras a cualquier lado del plato e intimidarlos con su velocidad y chispa natural. Este gráfico muestra el porcentaje de lanzamientos. Negro = cuatro costuras, gris = sinker, rojo = slider, amarillo = curva, azul = cambio, púrpura = splitter.

A lo largo de una temporada completa, es poco probable que Wheeler siga apoyándose tanto en la bola rápida contra los zurdos, pero el panorama general es el que cabría esperar, basándonos en las tendencias recientes. Esta es su tabla de uso contra los diestros.

Lejos de convertirse en un monstruo del slider o de la curva, Wheeler utilizó su sinker más que nunca ante los diestros, y tampoco disminuyó mucho el uso de la de cuatro costuras. En una Liga aparentemente obsesionada con lanzamientos rompientes, ha seguido siendo un lanzador de bolas rápidas, y en una aparentemente obsesionada con el lanzador de cuatro costuras, ha conservado su sinker. Su compañero de equipo Zach Eflin, otro lanzador que PECOTA proyecta bien a pesar de su baja tasa de ponches, también se convirtió en un lanzador de sinkers a toda ley en 2020.

Sin embargo, esta tendencia no se limita a Wheeler o a los Phillies. Una tendencia a la baja de media década en el uso del sinker en las Grandes Ligas se detuvo en 2020, y las razones no están simplemente relacionadas con los lanzadores quienes luchan por encontrar la sensación en sus lanzamientos rompientes en la temporada acortada. Después de una pequeña crisis de identidad, el sinker está resurgiendo como un lanzamiento valioso, incluso fácil de analizar. Como nuestro voluminoso trabajo reciente sobre los efectos de la estela desplazada por las costuras (SSW por sus siglas en inglés, seam-shifted wake) ha demostrado, el sinker ofrece algunas oportunidades significativas para engañar a los bateadores, incluso engañándoles para que abaniquen. La instalación de la tecnología de seguimiento de lanzamientos Hawkeye en todos los parques de Grandes Ligas ha facilitado a los equipos evaluar y actuar sobre el potencial de SSW, y el sinker y el slider de Wheeler tienen mucho de ello.

Mientras que Wheeler hace un trabajo mejor que el promedio al atacar toda la zona con su lanzamiento de cuatro costuras, otra tendencia emergente en toda la Liga podría estar ayudando a salvar el sinker: la mayoría de los lanzadores sólo pueden dirigir su bola rápida a cada lado del plato. Ya sea por el creciente énfasis en la velocidad, o como un efecto secundario del reciente enfoque en el giro retrógrada eficiente y el lanzamiento de cuatro costuras en la parte superior de la zona, muchos lanzadores han perdido la capacidad de mover el lanzamiento más básico del juego alrededor sin dejar de atinarle a las marcas indicadas por el receptor. Una solución a ese problema (que se puede lograr sin sacrificar los efectos saludables de los nuevos énfasis antes mencionados) es añadir un sinker. Eso es lo que hizo el nuevo abridor de los Mets, Taijuan Walker, en 2020, como le dijo a David Laurila en enero.

“Lo añadí para poder lanzarle adentro a los diestros sin arriesgarme a tirar una bola rápida de cuatro costuras por el centro”, dijo Walker. “No quería que fuera un sinker; quería que fuera más una bola rápida con desliz, del lado del brazo”.

Las palabras de Walker captan el pensamiento que hay detrás de este cambio. Los lanzadores están redescubriendo el valor de trabajar adentro, no sólo para preparar o intimidar a los bateadores, sino como un movimiento para contrarrestar los recientes esfuerzos de los bateadores para desarrollar más y más potencia y extender sus brazos en cada swing. La esquina interior, e incluso más adentro, es donde los lanzadores pueden ahora encontrar de forma fiable contacto débil contra muchos bateadores. Contra bateadores de su misma mano, el sinker puede hacer eso, mientras que la bola rápida de cuatro costuras (como se ha enseñado y modificado en el arsenal moderno) no puede. Los lanzadores están cada vez más entrenados para centrarse en trabajar de norte a sur, pero todavía tienen que ser capaces de trabajar de este a oeste. Para ello, incluso en un juego centrado en lanzar menos bolas rápidas en general, dos bolas rápidas pueden ser mejores que una.

Ese enfoque es cada vez más común, y podría revivir un estilo de lanzamiento que estaba en peligro de extinción en las últimas temporadas, de una manera extraña y posmoderna. Volviendo a Wheeler, básicamente está medio copiando el estilo del difunto Roy Halladay. Aunque está rascando la insufrible picazón del juego moderno lanzando un montón de lanzamientos de cuatro costuras, también ha empezado a utilizar el sinker y su slider de la forma en que Halladay solía utilizar su sinker y su bola cortante. Los bateadores esperan uno, pero obtienen el otro, y (gracias a los grandes efectos del SSW en cada lanzamiento) ni siquiera hay una pista basada en la jiribilla que puedan utilizar para empezar a adivinar correctamente más a menudo.

Durante un tiempo, las Grandes Ligas tendieron a convertirse en una liga de una sola bola rápida. Ahora, parece que los enfoques de dos lanzamientos podrían no sólo sobrevivir, sino prosperar. Esta podría ser la primera tendencia global de lanzamiento en varios años para ver a los lanzadores lanzando más strikes e invitando al contacto. Mientras que Wheeler sigue siendo la excepción de la regla por el momento, los lanzadores con repertorios y habilidades similares están empezando a lanzar de esta manera también. Los Twins y los Blue Jays están buscando y desarrollando activamente lanzadores con dos bolas rápidas. Brandon Woodruff, as adjunto de los Brewers, ha llevado el uso de su sinker casi a la par con el de su bola rápida de cuatro costuras, en gran parte para poder dominar ambos lados del plato. Si un lanzador puede generar movimiento en ambas dimensiones y localizar bien todos los cuadrantes de la zona de strike, no necesita preocuparse por los ponches tanto como la mayoría de los lanzadores en los últimos años. El resultado sería un béisbol más atractivo, sin que nadie en el campo tuviera que renunciar a su mejor oportunidad de éxito.

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