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Image credit: Gregory Fisher-USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

No importa si juegan en Toronto o en Dunedin, lo seguro es que hay mucho entusiasmo alrededor de los Blue Jays. La gerencia ha hecho un auténtico esfuerzo para constituir un núcleo joven al que se le han unido George Springer y Marcus Semien. A pesar de todo lo que prometen Vlad Jr, Bichette y Biggio, acabó siendo la irrupción de Teoscar Hernández lo que acaparó mayor protagonismo. Fue el líder ofensivo del equipo. Está claro que Hernández tiene buena pinta, ¿pero son sus números fiables o fueron un ejemplo extremo de lo que fue el 2020?

EL PERCENTIL 90

Es extremadamente tentador limitarse a mostrar sus percentiles en las clasificaciones de Baseball Savant:

  • Velocidad de Salida: 98
  • Contactos Duros: 96
  • xwOBA: 94
  • xBA: 92
  • xSLG: 97
  • % de contacto con el barril del bate: 98

No lo haré. Estoy seguro de que hay algún que otro escéptico que seguirá sin creer que Hernández alcance el percentil 92 (o superior) en todas las métricas de éxito ofensivo. No es necesario enumerar a los que estuvieron por debajo de Hernández, porque nos encontramos con que los mejores de la liga quedaron detrás de él en al menos una de estas categorías. Los que quieran saber un poco más sobre la validación que nos proporciona Statcast que sigan leyendo.

Hernández también consiguió que el DRC+ confirmara su rendimiento. Fue 30º en dicha estadística gracias a su línea de .289/.340/.579 y a sus 16 cuadrangulares en 50 partidos. Acabar en el top 50 de bateadores con ese poder justificaría su coste en término del draft (estimado en torno al puesto 75), pero tiene potencial para ser mucho más.

El jardinero de los Blue Jays por fin consiguió que su velocidad se tradujera en bases robadas. En esos 50 juegos consiguió tantos robos como en todas sus temporadas anteriores. Además, consiguió esos seis robos en siete intentos. Una mejora prometedora en una tasa de éxito que había estado muy por detrás de su velocidad corriendo.

A pesar de que las proyecciones de 29 cuadrangulares y nueve robos le colocan en el percentil 50, esto es suficiente para alcanzar el punto de equilibrio en el ADP de Hernández. Es compresible que PECOTA este un poco frío con su promedio de bateo dados los resultados en años anteriores. Batear para .242 no hundirá su temporada, pero limitaría los beneficios de su rendimiento si no consigue que al menos una de las categorías de poder o velocidad esté cerca de su producción de 2020. Sin embargo, en el percentil 90, Hernández es un jugador de 35-10 quien también batea .278. Esto ya es territorio de Cody Bellinger, pero cuatro o cinco rondas más abajo.

No hay demasiadas evidencias sobre un cambio profundo en la manera de afrontar sus turnos, pero sí hubo algunos ajustes que ayudan a explicar parte de su mejoría. Persiguió menos lanzamientos quebrados, con sus swings disminuyendo en 10 puntos porcentuales. Tradicionalmente, Hernández había sufrido ante el slider, por lo que este ajuste es especialmente prometedor. Combinando esta mejora con una velocidad de salida élite, más el plus en BABIP que necesitaba su proyección promedio de bateo es completamente razonable.

Su explosión en 2020 tiene todavía más mérito por una lesión en el oblicuo que limitó su tiempo de juego a principios de septiembre. Hernández no pudo mantener el ritmo cuando volvió (muchos antes de lo esperado), pero se las arregló para pegar dos cuadrangulares y robar una base en sus últimos 11 juegos. De esta manera demostró su valor en las ligas de fantasía aún cuando no todo estaba yendo según lo esperado.

En su mejor versión, Hernández tiene lo necesario para ser uno de los mejores peloteros de las ligas de fantasía. Además tiene el bono de estar en una alineación proyectada para ser la tercera en carreras anotadas en la Liga Americana. Es una ganga en la parte baja del top 100.

EL PERCENTIL 10

Vamos a echar un vistazo a los percentiles de la otra mitad de Teoscar, ¿te parece?

  • K%: 12
  • BB%: 24
  • % de abanicadas: 8
  • Velocidad: 85
  • Outs por encima de la media: 2
  • Salto de jardinero: 33

Bueno, por lo menos es rápido.

Lo que tenemos aquí es a un jugador físicamente privilegiado con una racha excelente, pero con poca consistencia y disciplina limitada. En una temporada normal, hubiéramos tenido otros 100 juegos para que esas tasas de abanicadas hubieran lastrado a Hernández y en consecuencia su producción general hubiera caído en picado, algo que ya hemos visto en temporadas anteriores cuando tuvo una exposición prolongada. De hecho, esto ya había comenzado a suceder.

Hasta finales de agosto, Hernández bateó .302/.350/.635. En septiembre acumuló una línea de .266/.319/.469 que fue ayudada por un .361 de BABIP. Esta es una línea muy al estilo de Hernández. Si ajustamos el BABIP, aunque sea un poco, comienza a parecerse mucho a su línea anterior con los Blue Jays. No fue un bateador improductivo en Grandes Ligas durante ese lapso, estuvo ligeramente por encima del promedio. Tampoco ha sido una amenaza ofensiva de primer orden que justificaría una selección entre los 100 mejores en las ligas de fantasía. Se poncha demasiado, obtiene bases por bolas con poca frecuencia y hace un contacto que genera cuadrangulares con la frecuencia necesaria como para ser un bateador útil.

También es un defensor terrible. Hernández tiene velocidad, pero sus saltos son malos y sus rutas aún peores. Aunque los Blue Jays parecen haber perdido confianza en Randal Grichuk, este ofrece una alternativa convincente en caso de que Hernández demuestre ser demasiado perjudicial para lo que ahora mismo parece un equipo contendiente. Antes de entrar a valorar la posibilidad de usarlo como bateador designado, conviene recordar que este es un equipo que cuenta con Vlad Guerrero Jr. y Rowdy Tellez. Parece sencillo imaginar un escenario en el que Hernández y Grichuk simplemente se quiten tiempo de juego el uno al otro y ninguno tenga una temporada completa.

Ya hemos comentado que Hernández no ha aprovechado al máximo su velocidad. El éxito de bases robadas del año pasado elevó la tasa de éxito de su carrera … al 59%. Hernández tiene un 17 de 29 en su carrera en las Grandes Ligas. No es lo suficientemente bueno para un equipo contendiente. Esto es antes de tener en cuenta que estamos ante una ofensiva muy mejorada, una que podría anotar muchas carreras pero que, por lo tanto, también podría relegar a Hernández al tercio inferior de la alineación y evitar que corra. No hay ninguna razón para que los Blue Jays dejen que Hernández ceda outs en las bases, ya lo hace con bastante frecuencia en el cajón. También hay muchas alternativas para batear por encima de él en el orden si tiene una mala racha.

Es cierto que Hernández siempre ha tenido las herramientas. Su enfoque y su inconsistencia le han impedido acumular más partidos. Aquí tampoco ha cambiado nada. Persiguió lanzamientos fuera de la zona con más frecuencia, mientras que persiguió a los de dentro de la zona con menos frecuencia. Su tasa de contacto se mantuvo por debajo del 70% por un buen margen. Abanicó y falló al ritmo de su carrera.

Cualquier “mejora” en la disciplina se ha producido en una muestra tan pequeña que no prueba nada en absoluto. Es el mismo tipo: un bateador imperfecto con mucho poder que resultó tener una buena racha en el momento oportuno. Eso no lo convierte en un jugador top 100.

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